— Cómo se nota que te juntas con la Annie esa. — señaló, con un cierto tono de asco. — En fin, que no he venido a hablarte de eso. He venido a hablarte de lo de Madison y Adam.

— ¿De nuevo? No os dais por vencidas, eh.

— De acuerdo, déjame explicarte. Todo lo del beso fue sólo una apuesta. Ella salió contigo porque quería demostrarte que había cambiado, y lo ha hecho. En serio, Chris, dale otra oportunidad.

— Deja que me lo pien- NO. — me interrupí a mí mismo, girando la cabeza para mirarla y levantando la voz.

Sonó el pitido que anunciaba que había empezado el partido y Rebecca se levantó, indignada, y se fue en dirección contraria.

Antes de que terminara el partido, volví a la cabaña para cambiarme y saqué toda mi ropa de mi bolsa. Después de esforzarme en buscar algo decente que ponerme, me rendí.

— Da igual, si me voy a manchar igual. — concluí, escogiendo algo de ropa para ponerme y guardando el resto de nuevo en la bolsa.

Me vestí, ya que no quedaba mucha gente en la cabaña, y pensé que me quedaría ahí un rato más.

Al oír la puerta abrirse, me giré para encontrarme con Madison, y tragué saliva.

— ¡Chris, has venido! — exclamó, sonriendo, y se acercó a mí.

— No. — levanté una mano, impidiendo que se acercara más. — No he venido, ya estaba aquí. Y no pienso hablar contigo, así que adiós.

Me levanté, dispuesto a irme, pero me agarró del brazo, impidiéndome hacerlo.

— Por favor, sólo deja que te lo explique. — suplicó, con los ojos llenos de lágrimas.

— Dios, ¿cuánto gas lacrimógeno te has echado para fingir tan bien? — respondí, sarcásticamente.

Me solté de su agarre y salí de la cabaña. Vi a Skylar fuera hablando con James, justo como esperaba, y decidí pasar sin que se dieran cuenta.

No sabía muy bien qué pasaba entre ellos dos, pero James actuaba muy raro cuando ella estaba cerca, así que lo mejor sería dejarles ser felices en su pequeño mundo.

Me acerqué hacia donde estaban Luke y Annie y fuimos a dar un paseo, esperando a que pasara el tiempo.

***

Era de noche, y faltaban apenas diez minutos para que empezara la fiesta, y yo seguía preguntándome para qué habían sacado las animadoras tanto maquillaje.

Básicamente, la cabaña estaba infestada de perfume, así que tuve que salir a fuera para respirar tranquilamente.

— Tú también te has ahogado, ¿eh, Chris? — preguntó Annie, golpeando mi hombro.

— La verdad es que sí, no entiendo por qué se ponen tantas cosas para una fiesta como esta. — reí.

Fuimos junto con James, Skylar y Luke hacia una parte del campo donde habían colocado un escenario y un cañón de espuma en una esquina de éste.

— Si hay que lanzar a alguien por ese cañón, me ofrezco voluntario para lanzar a Madison. — sugirió Luke.

Reímos y nos acercamos al frente del escenario, donde ya se habían colocado un montón de personas.

Cuando llegaron el resto de equipos, y Andrew consiguió que guardáramos silencio, empezó su discurso.

— Buenas noches, chicos. Como ya sabréis, hoy es vuestro último día en este campamento. Y creo que todos estabais esperando este momento: la entrega de premios. — anunció, y todos aplaudieron. — Sin más dilación, empecemos.

No soy tu princesa.©Where stories live. Discover now