Hogwarts.

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— Lena ¿ya tienes todo preparado? — gritó.

Remus se encontraba en la cocina con una taza de café en la mano, esperando que su ahijada terminase los preparativos para su primer año en Hogwarts. Albus había partido unos días antes hacía el castillo, como siempre. Se había rehusado a que su hija fuera con él al colegio; quería que ella monte el tren junto con todos sus compañeros nuevos.

— ¡Enseguida bajo!

Mientras tanto, la pelinegra corría de un lado a otro por su habitación, tirando una que otra prenda al interior de su baúl. Había dicho de ordenar su equipaje la noche anterior, pero se quedó dormida y tuvo que prepararlo todo a las apuradas.

Hoy iba a abordar el Expreso Hogwarts, yendo así a su no tan nuevo colegio. Estaba nerviosa, por el hecho de que seguramente conocería a las personas que iban a ser sus amigos durante los próximos siete años.

También se enteraría de a que casa pertenecería. Le agradaban todas las casas y sus cualidades, pero no estaba segura de cual sería la correcta para ella. Tampoco le gustaría estar mucho tiempo con el Sombrero Seleccionador puesto, con todas las ceremonias de selección que había visto, sin duda le daba un poco de miedo su presencia.

Tomó un sweater azul y lo colocó encima de las otras no tan bien dobladas prendas de ropa. Cerró el baúl y puso la jaula de Orion arriba. Con su varita, realizo unos movimientos y pronunció unas palabras que le había dicho su padrino para que pudiera bajar el equipaje sin tener que hacer un mínimo esfuerzo. Bajo las escaleras y esperó a que todo estuviera en la planta baja.

Se dirigió a la cocina corriendo, se sentó en la pequeña mesa y comenzó a comer el desayuno que le había preparado el castaño, quien se encontraba apoyado en la mesada de mármol, mirándola con una sonrisa y hablando por un teléfono muggle.

— Bien ¿estás lista? Acabo de llamar a un taxi. Debemos dirigirnos al exterior del bosque para poder esperarlo.

— ¿Qué es un taxi?

— Ya lo verás. — contestó él mientras reía.

Hicieron lo que había dicho Remus, cargando el equipaje y la jaula a la fuerza ya que si hacían magia podrían verlos algunos muggles. Se sentaron en una banca frente a la carretera, mientras esperaban el famoso taxi. Minutos después, ambos magos vieron como un coche amarillo aparcaba frente a ellos, mientras que el conductor bajaba para poder ayudarles a meter el baúl en el maletero.

— Esto... — le susurró Lunático — Esto es un taxi.

Lena se quedó observando el coche sin entender que tenía de especial. Era un auto común y corriente. La única diferencia que veía es que tenía unos extraños dibujos a los costados y una especie de cartel en su techo.

Subieron al auto, poniendo la jaula del gato entre medio de ellos.

— A la estación de King's Cross, por favor.

Durante el camino, nadie habló, salvo por algunos comentarios que intercambiaban Lupin y el señor que conducía. La chica iba observando las transitadas calles de Londres y a la gente que pasaba caminando. Giró la vista a su izquierda y miró al hombre frente a ella. Había cambiado mucho desde que tenía memoria; ya tenía casi treinta años, vestía con trajes y un bigote había empezado a crecer en su rostro. A pesar de esto, él seguía siendo igual que siempre. Era cierto que en algunos momentos mostraba su lado maduro y se responsabilizaba por algunas cosas, pero en su mayoría, seguía siendo el mismo bromista y alegre lunático.

El vehículo se detuvo, sacándola de sus pensamientos. Miró por la ventanilla de nuevo y notó la gran estación. Remus le pagó al conductor y todos bajaron para poder sacar el equipaje.

[EN PAUSA] Lena Dumbledore y la Piedra Filosofal. (LD1)Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin