38. TE ENCONTRARÉ (Capítulo final)

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Seis meses más tarde.

¿Qué es el amor si no una muestra de cariño, de valor, de lucha? Te levantas cada día pensando en el amor de tu vida, te preguntas, ¿y donde se hallará? Piensas que esas cosas no están hechas para ti, que tú eres la diferente, la rara. La que no encaja en este mundo de hipócritas. Pero llega un día, dónde te encuentras con esa mirada, esa sonrisa, esa voz que hace que de repente deje de latir por un segundo tu corazón, es ahí, justo en ese momento, donde te das cuenta, que por mucho esfuerzo que hagas, no puedes alejarte de esa persona, porque tienes que estar con ella, porque ella es tu alma gemela. Es tu otra mitad que aunque te aferres a estar lejos de ella, no puedes, va contra tu voluntad, tienes que estar cerca de ella y que te haga ver que el amor si existe, que los creáis vosotros mismos. No es esa persona, sino que es la persona, la persona que aunque pasen mil cosas, la eliges todos los días de tu vida. Y yo lo escojo a él, como también he escogido confiarle mi gran tesoro; mi corazón.

— ¿Vas a salir con Jake, cariño?

Giro la cabeza y contemplo la belleza hecha persona. Sus ojos verdes de gata me miran feliz, y su sonrisa...es la más maravillosa que he visto en toda mi vida, es la sonrisa por la que crees que vale la pena sonreír. Y eso hago, mostrar mi más sincera sonrisa.

—Sí, mamá.

Me vine a pasar unos días de vacaciones en casa de mis padres, ya finalmente casados. La boda fue preciosa, mejor incluso que cuando la planeamos por primera vez, y esta vez, sin secuestros, ni pistolas, ni muertes. Esta vez fue increíble, la hicimos hace un mes en la playa de California, nos pareció una buena idea pasar ahí tres días de vacaciones con la excusa de la ceremonia. Ellos se fueron de luna de miel al caribe, y volvieron hace una semana. Entonces fue cuando decidí pasar unos días con los recientes casados, mis padres. Todo ha vuelto bastante a la normalidad, finalmente acabé el año con todo aprobado y buenas notas en el primer año de carrera en la universidad, fue una satisfacción enorme que a pesar de todo lo que había pasado este año, me hubieran salido tan bien los estudios, y me eso me hizo creer más en mi misma. Tío Robert vino al casamiento, y nos trató tan bien, que finalmente perdonamos y olvidamos la horrible escena que nos encontramos meses atrás, en casa mi madre. Lleva unos meses desaparecido, pero mi padre, dice que es normal en él, que quizá lo vez un año entero, como desaparece de un día para el otro, y no lo vuelves a ver ni a saber nada más de él, en meses. Pero por suerte, nos dijo que estaba de vacaciones con una mujer que había conocido, y que estaba bien, lo que nos tranquilizó a todos.

Anne nos volvió hablar en el baile que hacen todos los años cuando acabas cada año de carrera, dijo que aquello le hizo recordar al baile de fin de curso del instituto, y que no podía pasarlo sin estar con nosotras. Perdonó a Marly, y a mí también, y no fue nada incómodo, cuando Matt y Jake aparecieron para bailar con nosotras. Incluso Anne se puso contenta, de poder presentarnos al chico con quien había estado quedando, Christian.

Me contemplo en el espejo una vez más, Jake había pedido fiesta en el trabajo para pasar el día entero juntos, y eso me ponía nerviosa y a la vez contenta, hacía una semana que no lo veía, y quería estar guapa para él. Unos pantalones tejanos largos ajustados, una camisa de tirantes blanca, por encima una americana negra y mis queridos tacones negros. Mi pelo esta suelto y liso, brillante y suave. Me he maquillado lo justo, rímel y pintalabios rojo. Sonrío a mi reflejo y al de mi madre, que se apoya a mi hombro con una sonrisa.

—Estás preciosa.

Voy caminando por las calles, con una completa cara de enamorada. Cierro los ojos mientras el recuerdo de nuestro primer beso viene a mi mente, me sonrojo y los vuelvo abrir, encontrándome la adorable sonrisa de mi chico. Lo miro de arriba abajo mordiéndome el labio inferior, lleva unos tejanos desgastados con una camisa de manga corta blanca, enseñando sus perfectos brazos, y sus horas hechas en el gimnasio. Sonrío de lado y corro a sus cálidos brazos, que me esperan abiertos. Me hecho encima suyo y rodeo su cintura con mis piernas, él me coge de mi trasero. Lo miro a esos ojos que me dejan sin respiración, y recordándome a mí misma que tengo que volver a coger aire, para después juntar nuestros labios. Cierro los ojos y disfruto de ese beso como si no hubiera mañana, lo amo joder. Él acaricia mi cintura, yo lentamente abro mis ojos, lo primero que veo es su sonrisa pícara.

—Yo también me alegro de verte, nena.

Me río y bajo para quedar encima de mis pies, ¿en qué momento y sitio me había enamorado así de él? Me alejo unos pasos de él y le hago un guiño. Hoy hacemos un año.

—Atrápame. —Susurro con los labios.

Él levanta una ceja y ríe divertido.

—Ten por seguro que lo haré, todos los días de mi vida.

Esbozo una sonrisa, y me giro para correr, pero dos hombres bastante fuertes me cogen de los brazos. Los miro sin entender. ¿Qué coño hacen? Me cogen con fuerza, y me entra el pánico. ¡No! Pensé...pensé que se había acabado todo, pensé que Jake y Matt ya los habían atrapado en ese asqueroso trastero, donde me dieron por muerta.

— ¡Dejadme! —Chillo.

Giro mi cabeza y lo que veo me para el corazón. Cuatro hombres cogen como pueden a Jake, apuntándolo con un arma. Oh dios. Ahogo un grito, y las lágrimas se vuelven hacer presente después de tanto tiempo sin hacerlo. Corren salvajemente por mis mejillas, importándoles poco la gente de alrededor, quienes todos miran aterrorizados. Con mucha fuerza, y dejándome débil consigo darme la vuelta e intentar correr hacia Jake, pero me vuelven a coger, y sin fuerzas me dejo caer de rodillas en el duro asfalto de la acera.

—Jake. —Intento decir, pero las lágrimas y la situación hace que de mi garganta no salga señal alguna de voz.

— ¡Abby! —Grita Jake, a él si le salen las palabras. — ¡Te juro por mi vida que te buscaré! ¡Te encontraré!

Y con un ''te amo'' que sale de mis labios, caigo completamente inconsciente en el suelo por un golpe en mi cabeza, que arde de ira, de frustración y de tristeza.


¡HOLA! AHORA SUBIRÉ EL EPÍLOGO, ESTA NOVELA SE HA TERMINADO PARA DAR LUGAR A LA SEGUNDA TEMPORADA QUE VIENE CON MUCHÍSIMAS GANAS Y MÁS ACCIÓN. ESPERO QUE OS HAYA GUSTADO TANTO COMO A MÍ ESCRIBIRLA. 

OS LEO PRONTO,

LENA.

Amor Prohibido [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora