Capítulo 10

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Narra: Marinette/Ladybug

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Qué... ¿¡Qué!?

Ladybug: ... ¿A-Adrien?

No... No lo puedo creer, debo estar enloqueciendo... ¿En serio todo este tiempo ha sido él? Pero, como... Mi compañero de clase y el gato tonto, ¿son el mismo?

Mi apoyo y mi amor..., son la misma persona. Esto sólo lo complica todo...

¿O lo hace más fácil?

Él no me miraba, tenía la mirada perdida en algún punto de la ciudad. Yo tengo este revoltijo en mi cabeza..., prácticamente me le confesé. He pasado tanto tiempo a su lado sin darme cuenta, qué estupidez...

Además, él sabe quién soy, ¿por qué pasó todo esto?

Un sonido proveniente de mis aretes me hizo pensar de nuevo, él estaba muy herido y mis poderes para reparar todo, no sirvieron en su cuerpo.

Ladybug: Chat Noir... Digo, A-Adrien, súbete a mi espalda, ¡no tenemos mucho tiempo!

Adrien: ¿No estás molesta?

Estoy confundida.

Ladybug: No lo sé... ¡Pero eso no importa!

Lo cargué a través de la ciudad hasta llegar a un centro médico. No dijo nada durante la trayectoria, había perdido el conocimiento. No me gustaría que algo más le pasase... Al oír el nombre del padre de Adrien todos corrieron a atenderlo, es un alivio.

Me gané en un lugar vacío y deshice mi transformación, para sentarme sin llamar la atención en la sala de espera.

Estando ahí, sola, mis pensamientos me estaban volviendo loca. Lo que ha pasado en estos días ha sido muy intenso. El brazalete, la cercanía, lo de la heladería... La insinuaciones, los besos robados... Hasta hace poco quería olvidarme de Adrien, y estaba considerando a Chat Noir..., eso suena tan estúpido ahora.

Alya: ¿Marinette? ¿Me oyes? ¡Marinette!

Marinette: ... ¿Eh?

De repente Alya estaba a mi lado; siempre lo estaba cuando lo requería y era reconfortante. ¿Cómo había llegado aquí? Qué importa... Hablamos de Alya. Al pensar eso, reí un poco.

Alya: ¿En serio, te ríes?

Marinette: Sí, perdón.

No quería torturarme más. Dejaré que el destino me lleve. Y si ese destino me lleva con el estúpido pero querido gato...

No estaría nada mal.

Los médicos se habían encargado de llamar al padre de Adrien, pero al parecer, él no podía salir de su trabajo, como siempre, así que fue mi turno de actuar.

-El joven ha despertado pero parece muy intranquilo. Si pudiese pasar a verle, creo que el paciente se sentiría mejor.

Alya: Suerte -susurro-

Con pasos firmes y decididos, me levanté y entré a la habitación. Ahí estaba él, lleno de vendajes, mirando la noche a través de la ventana. Desde que descubrí su identidad no tocamos el tema, así que no sabía cómo empezar.

Marinette: ¿Q-Qué tal estás?

Volteó su cabeza y me miró sorprendido, al parecer no había notado mi presencia. No respondió a mi pregunta, sólo siguió en silencio.

Un silencio que se me hizo eterno. Tal vez duró apenas unos segundos, pero el latir de mi corazón y su fija mirada, hacían un caos más grande en mi interior.

Adrien: Te amo.

Lo dijo de aquella forma tan natural y poco cuidadosa que no logré procesarlo de inmediato, hasta que me dedicó una débil sonrisa e incorporándose como pudo sobre la camilla, se sentó y lo repitió.

Adrien: En serio... Te amo.

Esta vez me sonrojé como nadie puede imaginar. Maldito.

Marinette: Tú, ¿¡qué estás diciendo en un momento como este!?

Él sólo volvió a reír y miró nuevamente la ventana. Es verdad que eso ya me lo había dicho siendo Chat Noir, pero, ¿era de verdad...? En serio, qué molesto.

Lo tomé de las mejillas e hice que me mirara a los ojos. Vaya que me ayudaría mi máscara en un momento como este.

Marinette: ¿Lo dices por Ladybug o por Marinette?

Adrien: -confundido- No es como me refiera a ti siendo "ésta" o "aquella", sino por lo que puedes llegar a ser "tú"... Ha de ser confuso, pero... Simplemente amo a My Lady, no importa como.

Esta vez, me acerqué más y le di un abrazo. En serio, qué lindas palabras... Ojalá pudiera expresarme así, ¡pero es tan difícil!

Marinette: Y-Yo también...

No me atrevo a terminar la frase. Mi voz es baja y pareciera que tengo un nudo en la garganta.

Adrien: ¿Tú también... qué? -impaciente-

Marinette: ¡Y-Yo también t-te amo!

En cuanto dije la última palabra, me tomó de los brazos y me tiró con mucha fuerza, haciendo que en la camilla ahora estuviésemos los dos acostados, mirándonos fijamente. Subió sus manos hasta mis hombros, pude sentir como temblaba...

Adrien: ... ¿L-Lo dices por Adrien... O por Chat Noir?

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El secreto de MarinetteWhere stories live. Discover now