Capítulo 29

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¿Sabían ustedes que existe el rechazo? Bueno, pues yo no lo sabía.

En cuanto el cuerpo de Sam fue consumido por las llamas, un rostro amable se me acercó; tenía ese tipo de expresión que te hacía confiar en él casi al instante. Se presentó como un tal "Jared, el mejor amigo de Sam". Se dedicó a contarme todo lo que había pasado con Sam después de mí partida.

-Aquella mujer con la que lo encontraste esa noche- relataba Jared- era su mate. Su nombre es Mónica, es aquella de por ahí- señaló a la distancia donde pude distinguir a una mujer alta, de pelo castaño claro y unos ojos marrones llenos de lágrimas. Cuando notó mi mirada en ella, la devolvió con unos ojos inyectados de veneno. Me culpaba a mí.

"La conoció mientras te tenía...encerrada.- utilizó aquella palabra en referencia al periodo que estuve atada sin comer.

Oh si, vaya que lo recuerdo bien.

"La trajo a casa y las cosas comenzaron a darse solas. Pero aquella noche, la noche en que los descubriste, fue la noche que lo decidió todo.- su rostro, antes amable y sereno, se ensombreció- Sam enloqueció. Alegó con ir a buscarte, por recuperarte, pero su padre no se lo permitió. "Ha tomado su decisión" le decía.

Mi estómago dio un vuelco. Sabía que se refería a Lucian.

"Las cosas se calmaron por un tiempo. Parecía que todo con Mónica funcionarían. Aunque no duró mucho. Pronto Sam escapó y fue a verte; no le dijo a nadie, sólo a mí.-sonrió cansado-Fue entonces cuando volvió con la esperanza reluciendo en sus ojos. "No está con él...tal vez, sólo tal vez". Pensaba que estabas huyendo de Lucian, que volverías a él en cuanto fuera a buscarte.

Las lágrimas que se habían acumulado comenzaron a deslizarse por mis mejillas, no hice ningún esfuerzo por retirarlas.

"Rechazó a Mónica como su mate, estaba dispuesto a dejarlo todo por ti, a recuperarte y compensarlo todo. Se fue entonces en tu busca.

Jared tenía la mirada perdida, llena de recuerdos. Narrando la historia casi como un robot.

"Cuando volvió no era el mismo. Estaba devastado. Mónica se ofreció a estar con él, a tener una vida juntos (a pesar del rechazo) pero él la alejó, nos alejó a todos. Paró de comer, de hablar y salía solo a las misiones.

Un chillido salió de lo más profundo de mi garganta. Yo lo había lastimado, yo causé todo esto. Enterré mi cabeza en mis rodillas, tratando patéticamente de resguardarme de todo.

"Pensó en ti hasta el último momento. Cuando lo encontré malherido y agonizante, no paraba de decir tu nombre. Tu nombre fue la última palabra que dijo.

Me temblaba todo el cuerpo. Mi Sam ya no estaba. Nunca conocería a su hijo, a nuestro hijo. Sentía el frío meterse incluso entre mis huesos.

"Te amó, Amanda. Tal vez sus formas de demostrarlo no eran las mejores, pero fuiste el amor de su vida. Para él, eras su mate, la persona con la que quería pasar el resto de su vida.

Al parecer había terminado porque después de aquello, ninguna otra palabra salió de su boca. Simplemente se quedó ahí sentando con la mirada perdida mientras yo lloraba a su lado. Es increíble la cantidad de lágrimas que puede producir el cuerpo humano.

De pronto, de lo único que me dieron ganas fueron de correr. De correr en aquél bosque que había sido mi refugio.

Así que lo hice.

Me adentré entre los árboles hasta encontrar un lugar donde despojarme de la ropa. Centré toda mi energía y mi loba apareció. Corrimos hasta que no pudimos más y cuando por fin paramos, aullamos. Un aullido lleno de dolor, de desesperación y de pérdida. Cuando me encontraba lo suficientemente cansada como para no poder continuar, encontré mi camino de regreso hasta la casa. Una vez ahí, le pedí a Lucian que fuera a casa.

-No voy a dejarte sola, no ahora.

-Lucan, te amo. Te amo y soy tuya, lo sabes ¿cierto?

Asintió lentamente.

-Entonces confía en mí. Necesito hacer esto sola. Necesito decir adiós. Por favor.

Podía ver la duda y el resentimiento plantados en sus ojos, pero aun así asintió, depositó un beso en mi frente y se marchó.

La mansión, antes llena por la manda, se encontraba ahora vacía y en penumbra. Recorrí los pasillos hasta llegar a su habitación. Me quedé ahí parada y las lágrimas no tardaron en aparecer. Caminé hasta su armario y tomé una playera amarilla, como sus ojos. Me despojé de mi ropa y me puse la playera. Lentamente, me dirigí a la cama. Pero para mi sorpresa, el olor ahí no era tan potente. Me puse de pie en busca de su aroma, de algún lugar que aún preservara su esencia. Para mi sorpresa, terminé en mi habitación. Esta cama sí que me olía a él. Al parecer, pasaba las noches aquí, buscando mi aroma al igual que yo estaba haciendo en este momento. Una ves ahí, me hice un ovillo y abracé las almohadas y sabanas impregnadas todavía de su olor y por un momento, lo imaginé a mi lado, abrazándome contra él justo antes de quedarme dormida.

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Lo siento 😭😫😩 pero la tristeza es demasiada como para seguir escribiendo.

Quiero aclararles que aunque no responda a sus comentarios, siempre los leo y me encanta así que no paren ❤️

Perdón, ya no quiero escribir nada :( es demasiado para mí.

Son lo mejor :)

Tomada por la BestiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora