Ally

Capitulo 15: El golpe del pasado.

Me asusté cuando los golpes en la puerta me sacaron del sueño, pero recordé que Liam vendría por mi en la mañana. Me levante a regañadientes y fui a abrir la puerta para que Liam dejara de golpear como endemoniado.

-¡Ya voy maldita sea! - grité y abrí la puerta - Tengo timbre ¿sabes? - Liam me miró y comenzó a reír, lo miré como si estuviera loco - ¿Qué? ¿De qué te ríes?

-Lo siento, lo siento, es que te ves muy graciosa recién levantada - fruncí el ceño.

-Entra y cierra el pico. - Cerro la puerta detrás de él y yo subí para darme una ducha.

Cuando termine de ducharme me puse ropa cómoda y bajé a comer algo. Liam estaba sentado en mi sillón mirando una foto mía de cuando era pequeña, acababa de cumplir cinco años y estaba sentada detrás de una torta con una gran sonrisa.

-¿Qué  tanto ves? - pregunté dirigiéndome a la cocina.

-Me preguntaba en que momento dejaste de sonreír de esa manera - Lo miré y tenía una disimulada sonrisa en el rostro.

-La respuesta es fácil - Liam me miró como diciéndome que no era necesario responder. Dejó la foto en la mesita de centro y me siguió a la cocina - Date prisa, tengo hambre también.

***

Llegamos al edificio del jefe aproximadamente a las 8 am, me pasé todo el camino reclamando por que era demasiado temprano. Liam y yo entramos en el ascensor en completo silencio, me costaba admitir que estaba nerviosa, tenía un nudo en la garganta pero me aseguré de mantener mi rostro inexpresivo. El ascensor se detuvo en el cuarto piso, apenas se abrió la puerta del ascensor vi una puerta de metal a dos metros de nosotros, Liam fue hasta ella y puso su dedo en el lector, después de unos cuantos segundos se abrió la puerta. 

Habían bastantes SA entrenando con armas de todo tipo esparcidos por las distintas áreas que allí habían, nunca antes había estado en esta parte del edificio y he de admitir que me resultaba algo intimidante ver a todos esos hombres entrenando tan ferozmente como si de verdad estuvieran luchando. Liam silbó y dos hombres de unos años más que yo se acercaron.

-Mi nombre es Eduardo y seré tu entrenador en cuerpo a cuerpo - Mis piernas temblaron levenmente, era mucho más alto que yo, de 1,80  o 1,90, era moreno, tenía dos tatuajes en los brazos, era como ver mr musculo en persona.

-Mi nombre es Felipe y yo te entrenare en lo que se refiere a las armas - Felipe era más bajo que Eduardo por unos cuantos centímetros, tenía la piel blanca y ojos de color miel.

Liam me miró sonriendo burlón, le di un codazo, pero yo con suerte llegaba al metro sesenta, tenía el presentimiento de que este iba a ser un duro entrenamiento.

-Pues, empecemos - dijo Liam yendo a sentarse a un lado de la sala. Eduardo se acerco a mi haciendo mas evidente la diferencia de altura.

-Veamos como estas en combate. - y sin decir mas se dirigió a una de las colchonetas vacías del área de combate cuerpo a cuerpo. 

A lo lejos Liam se acomodó y Felipe se sento a su lado, ambos sonreían, pero de manera distinta. Felipe sonreía como si estuviera preparado para verme caer a la colchoneta a los segundos de atacar, era de esperar su reacción, no muchas mujeres entraban a las filas del Jefe o el Patrón, mucho menos eran SA. Liam en cambio tenía una sonrisa sutil, mientras miraba a Eduardo y a Felipe, él si me conocía peleando, estaba seguro que pondría pelea.

-No te contengas - dijo Eduardo - Esto es para evaluar tus capacidades.

-Eso quiere decir que estoy autorizada a dejarlo en el suelo "entrenador" - dije con burla. Eduardo soltó una risotada y se puso en posición en la colchoneta, yo lo imité.