EPÍLOGO

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Minutos tras minuto, hora tras hora, día tras día.. Todo era igual.

Caroline no podía hacer nada más que observar a Ian al otro lado de la vidriera del cristal de observación. E Ian solo podía devolverle la mirada.

Las reglas eran claras : No molestes , no hables con los demás presos, no uses tus poderes sin una orden..

Y la recompensa por tu dolor, por tu esfuerzo, era salir de la Caja. Ya fuera para hacer algún trabajo sucio, para proteger a alguien.. Cualquier cosa era mejor que estar encerrado allí dentro.

- ¡ POR FAVOR , AYÚDAME ! - Caroline aporreó el cristal de la pared con todas sus fuerzas.

Podía ver cómo en la habitación de enfrente Ian trataba de fundir el cristal con el calor del fuego. Pero cada uno tenían una Caja especial, adecuada para repeler  su poder .

Caroline clavó los ojos en el joven de ojos tristes que la analizaba tras el cristal. Bata blanca, gafas de pasta negra, libreta en mano. Un Vigilante.

- Por favor, ayúdame - lloró ella suplicando - Ni siquiera sé donde estoy..

- Bienvenido a la sucursal de I.H.E , EVO 26 - es todo cuanto le respondió.

- ¿ I.H.E ? ¿ EVO 26 ? - no podía estar más confundida.

- Investigación con Humanos Evolucionados. Tú eres el Evo, la EVOlucionada número 26. Y esta,es tu primera semana.

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