capítulo cinco

3.9K 575 83
                                    

– ¡Sori!.– Gritó Yoongi, haciendo eco por todo el comedor. Todo el mundo me miró como si hubiera un fantasma persiguiéndome. Todo el mundo tenía su propia mesa mientras que yo tenía a Yoongi agarrando una silla para ponerla al lado de la mia.

– Yoongi cálmate.– Susurré.

– Disculpa, solo puedes tener una sola silla en una sola mesa.– Un guarda me habló para luego mirar a Yoongi.– Ya conoces las normas.

Yoongi me sonrió y ésta se fue borrando conforme se levantaba. Le susurró algo al guarda y éste asintió y se fue. Todo el mundo siguió comiendo con tranquilidad.

– ¿Qué le has dicho?.– Pregunté mientras golpeaba con el tenedor el trozo de carne que me habían puesto. Estoy segura de que no debería estar categorizado como carne. Ni si quiera como comida.

– Tengo buenas noticias. Ya hay plan B.– Sonrió ampliamente.– En vez de quemarlo, lo hundiremos. Pero literalmente, vamos a llenarlo de agua.

– ¿Qué pasa con los espíritus?.– Pregunté mientras apartaba la bandeja de comida.

Él la empujó de vuelta hacía delante de mi y puso un trozo en mi tenedor, obligándome a comer.– Haremos que se rindan. Haremos el mismo plan una y otra vez hasta que se cansen de pararnos.

– Está bien...

– ¿No estás contenta?

– Dije que está bien.

Él no pareció muy convencido, tomó mi barbilla y me obligó a mirarle.– Solo piensa en todo lo que te divertirás fuera.

– Realmente no tengo ningún sitio al que ir una vez salga.

– Por eso voy a darte esto.– Metió la mano en el bolsillo trasero de su pantalón. Eran un gran sobre con varios papeles. Cuando lo abrí me di cuenta de que eran del alquiler de un apartamento completamente amueblado, no muy lejos de aquí. También había dinero en el fondo del sobre.

– No puedo aceptar esto. Es tuyo.– Sacudí mi cabeza y se lo devolví.

– No voy a escapar.

– ¿Por qué no?

– Los espíritus. De todas maneras no tengo nada por lo que pelear después de esto, no tengo planes.

– Tienes que salir de aquí, Yoongi. Yo estaré contigo.

– No lo sé...– Pasó una mano por su pelo.– Siempre he estado solo.

Me quedé en silencio un rato, luego asentí y me levanté.– Bien, quedamos luego entonces, ¿no?

Él asintió despacio mientras me seguía con la mirada.

-

Me encontré con Yoongi en el mismo sitio que la noche anterior. Tuve que decirles a los guardas un montón de mentiras para que me dejaran salir de mi habitación, no fue nada fácil.

Cuando llegué vi a Yoongi abriendo cada grifo de ese piso.

– Yoongi...

– ¿Hmm?

– Por favor, ven conmigo.

Él susurró algo antes de responder.– Ya te lo dije, Sori.

– No tienes por qué estar solo. ¿Qué si no? ¿Vas a ahogarte aquí?

Él se quedó en silencio.

– ¿¡Qué!?.– grité.– ¿Si la otra noche hubiera ardido este lugar el otro día tu estarías muerto? ¿¡Quieres que te ayude a morir!?

Él me miró serio, aún sin decir nada.

– ¿Quieres morir?.– le pregunté preocupada.

– Solo quiero volver con mi familia.

– No tienes por qué hacer esto.

– Ya está hecho.– su voz aún era suave.– Deberías irte antes de que esto se hunda de verdad.

– Me pregunto por qué ningún paciente se ha ido todavía.

– Ya lo hicieron.

Aún no entendía nada. ¿Por qué no quería escapar? ¿Por qué es tan bueno? ¿Por qué no simplemente se suicida si eso es todo lo que quiere? ¿Por qué todo esto de ayudarnos a escapar? Porque le importamos, eso es lo que dijo. No tiene ningún derecho a estar encerrado en este manicomio con una personalidad como la suya.

– Date prisa, Sori.– gritó un poco. Eso hizo que me diera prisa y corriera mientras el agua empezaba a llegarme por los tobillos.

Me paré por un momento, pensando en qué hacer. ¿Iba a dejarle morir? ¿Así de fácil?

Di media vuelta y corrí hasta él. El agua en mis pies hacía que caminar fuera cada vez más complicado, pero me esforcé por llegar hasta él. Envolví mis brazos en él, a punto de llorar sobre su hombro.

Él no se movió. Sus manos intentaron apartarme de él suavemente, de hecho no empujaba demasiado. Estoy segura de que no quería que me fuera de su lado.

– Los pacientes han escapado como has dicho, yo podría haberme ido hace tiempo, desde que ideaste el primer plan. Yo me quedé, no... No quiero perderte.

Su boca se abrió un poco, pero no dijo nada.

– No voy a irme.– le dije seria.

– Vete, por favor.– él acarició mis brazos. Yo negué con la cabeza.– El plan, Sori. La puerta está abierta, no hay tanto tiempo.

– ¡No!

– Sori, pensaba que estabas de acuerdo.

– Nunca me hablaste de dejarte aquí.– grité sin darme cuenta, pues el agua estaba haciendo bastante ruido.

– Estoy mejor solo.

– ¡No tienes por qué hacer esto!.– lloré.– ¡No tienes por qué matarte!

– ¡Necesito volver con mi familia! De esta forma vosotros estaréis a salvo, mi familia no descansará hasta que este manicomio se hunda.– él suspiró.– Tendrás una mejor vida ahí fuera, un nuevo comienzo. Puedes cambiar, Sori. Puedes curarte, yo no.

– Debes intentarlo.

Él se acercó a mi y por un momento pensé que iba a empujarme para que me fuera, pero en su lugar presionó su cuerpo contra el mío y colocó sus manos a ambos lados de mi cara, agarrando mis mejillas y haciendo que nuestros labios se juntaran.

– No te dejaré.– susurré.

Asylum ☹ yoongiWhere stories live. Discover now