-Capítulo 15.

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—Capítulo 15.


Habían pasado exactamente cinco días desde que renuncie al salón. Necesitaba más tiempo para encontrar el lugar donde quería poner mi negocio, porque, gracias a la pelea con Zayn, había perdido el local que tanto me gustó.

Apenas eran las diez de la mañana y mi cabeza quería reventar. No podía dejar de darle vueltas al asunto de Harry, a la pelea de Zayn, no sabía si quería casarme.

Levantó mi mano para poder ver las marcas que dejó Zayn hace casi dos semanas. Líneas de color verdoso adornan mi muñeca. Hago una mueca incorporándome en la cama. Mi vista viaja al escritorio, las fotos que me tomé con Harry en Holmes Chapel están en marcos, lo extraño como la mierda.

Siento como los ojos se me llenan de lágrimas, quiero escuchar su voz.

Sin pensarlo más tomo el celular de la mesita de noche para llamarle. Pasan varios tonos hasta que me manda al buzón. Intento nuevamente, pero ahora dice directamente que el número está fuera del área de servicio o está apagado.

¡Eres una estúpida!

Me gritó mentalmente. No lo reprimo más y dejó salir las lágrimas.

Entro al baño, aún llorando, abro la llave del agua caliente y quitó mi ropa para darme una ducha. Cuando el agua cae sobre mi pego mi espalda a los azulejos, ignorando el escalofrío, y me dejó caer al piso para seguir llorando.

Por más cliché que lo parezca, lloro y sigo llorando hasta que siento que ha salido todo.

No puedo seguir con Zayn. No puedo imaginar de lo que sería capaz cuando seamos marido y mujer. Cepillo mi cabello lentamente frente al espejo, tengo unas ojeras grandes, la punta de la nariz roja y los labios resecos. Justo ahora no me importa mi apariencia.

La cena con los padres de Zayn fue hace un par de días. Trisha y mi madre estaban tan emocionadas, comenzaron a divagar sobre la boda, Zayn y ellas estuvieron de acuerdo en adelantarla. En dos meses, para ser exactos.

Las náuseas vuelven a invadirme, no hago el mínimo esfuerzo por correr al baño, no he comido nada en días.

Llevo un feo vestido ampón de color rosa pastel. Me miro en el espejo y me siento ridícula, el vestido fue un regalo especial por parte de mi madre para esta noche. Para ser una diseñadora, este vestuario era horrendo.

No me importa, siendo sincera. La emoción de la boda no invade ninguno de mis sentidos, no por la pelea reciente con mi novio, desde el momento en que me lo pidió no se sentía correcto. Escucho el timbre sonar, empiezo a hiperventilar, las manos me sudan, las rodillas me tiemblan y los ojos se me llenan de lágrimas.

Dado el motivo de la cena, tanto las hermanas de Zayn como Violet, no están presentes. Revuelvo la comida en mi plato, sólo he probado Un par de bocados. El pescado nunca ha sido mi favorito, Zayn está a mi lado, baja su mano a mi muslo dando apretones, me siento incómoda, no quiero que me toque. Tuve que poner maquillaje sobre mi muñeca para evitar dar explicaciones.

Estamos comiendo el postre cuando Yaser se aclara la garganta llamando la atención de todos. —Frank, Marie, —habla tranquilo, con una sonrisa en el rostro. —Creo que todos sabemos el motivo de esta cena. —Toma la mano de Trisha, —Zayn quiere casarse con Jane, y sería un honor que nos permitieran formar parte de su familia. —Hace una estúpida pausa dramática, me doy el lujo de observar los rostros de todos. Mamá sonríe, Zayn... Él ni se diga, sus padres están extasiados, mi padre, nuestras miradas se cruzan, tiene el ceño fruncido. Vuelvo a bajar la mirada. —Ellos llevan bastante tiempo de novios y no nos cabe duda de que Jane es la mujer perfecta para él.

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