Dueño De 6 Perritos Guardianes [CANCELADA]

Preparados para la Guerra

*Pov Escritora*

Kuroko echó a correr lo más rápido posible de allí, no le importaba nada en ese momento, seguía en estado de shock, corrió y corrió, había veces en las que casi era atropellado pero no le importaba lo más mínimo.

Al llegar a casa de su amigo Himuro tiró su mochila sin importarle verdaderamente si se dañaba algo. Se sentó en el suelo y recapacitó. Recodó todo lo que había pasado, se sentía inútil, incapaz de defenderse, tenía rabia por no haber hecho nada al respecto.

Después de calmarse decidió tomar una ducha, pues no conseguiría nada enfadándose. Al llegar al baño fue desabrochando uno a uno los pequeños botones de su camisa dejando finalmente su pecho al descubierto, se desabrochó el pantalón y por último se deshizo de su ropa interior. Mientras iba calentando el agua se dio cuenta de una cosa......Himuro

Pensaba en qué excusa le pondría por irse a casa sin avisar siquiera.

Cuando el agua tenía una temperatura tibia se metió en la ducha y decidió no pensar más por un rato, al menos para despejarse.

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Cuando salió de la ducha, se puso una camisa de manga larga blanca y un pantalón negro.

Se colocó una toalla en la cabeza ya que su pelo goteaba y finalmente salió del baño. Al entrar en la habitación cogió su móvil, fue entonces cuando se dio cuenta de la cantidad de mensajes que tenía, y como no, todos eran de Himuro

Kuroko hizo caso omiso a todos aquellos mensajes y llamadas perdidas y simplemente le mandó un mensaje diciendo:

"Ya estoy en casa, siento no haber avisado"

Guardó su teléfono y prendió el televisor

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Cuando Himuro entró en el piso (más o menos sobre las 9 de la noche) estaba enfadado, claro, y quien no se enfadaría si estás esperando por una persona por al menos dos horas.

Tenía decidido echarle un sermón a Kuroko, pero cuando entró en la habitación vió a un pequeño peliceleste durmiendo plácidamente y Himuro decidió no despertar a su amigo

Tenía una expresión serena y muy linda desde el punto de vista de Himuro. El mayor apagó la televisión, tapó con una manta a Kuroko y aprovechó que este dormía para depositarle un tierno beso en la frente

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A la mañana siguiente, se despertaron los dos. Himuro estaba preocupado por Kuroko, es cierto que el pequeño era de pocas palabras pero el no haber dicho absolutamente nada desde ayer ya era demasiado.

De camino al Instituto Himuro se dispuso a entablar conversación con el peliceleste, pero no sabía cómo empezar. Así que decidió que esperaría a que Kuroko volviera a ser el de siempre

Lo conocía desde hace muchos años y sabía que no le gustaba que se metieran en sus asuntos, además de que era muy orgulloso y por lo tanto, no aceptaría ayuda de nadie fuera cual fuera la situación.

Al llegar, cada uno se fue a su respectiva aula. Himuro se despidió de Kuroko y éste sólo asintió levemente sin expresión alguna y se fue.

*Pov Kuroko*

Al entrar en clase me saludaron algunas personas, pero yo los ignoré completamente, no tenía nada en contra de ellos pero no estaba de humor.

Me senté en mi sitio y mire por la ventana. No tenía ni idea de cómo iba a reaccionar al ver de nuevo a Aomine, no sabía que iba a hacer.