uno

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-blanco-

-Imposible.- Negué con mi cabeza después que Chloe había terminado de hablar. -No lo haré.- Volví a negar con mi cabeza.

-¡Oh Maggie! No seas así.- Lloriqueo Chloe. -Esa puede que haya sido la mejor idea que se me ocurrirá en años ¡Y tú la rechazas!-
Bruce río apenas sin despegar la mirada de su celular. Lo miré ceñuda.

-Ey, suelta ese aparato y presta atención a tus amigas.- Hablé. Bruce levantó su cabeza mirándome y sonrió.

-Esta bien, esta bien.- Dijo mientras guardaba su celular en el bolsillo de su pantalón. -Ahora si.- Aclaró su garganta y acomodó su posición. -Deberías hacerle caso a Chloe.- Esta gritó en forma de victoria y yo me limité a reír.

-¿Lo ves? Hasta Bruce sabe que tengo razón.- Dijo Chloe mirándome con sus ojos miel abiertos como platos. Yo rodeé los míos mientras sonreía.

Mis ojos se encontraron con un rostro que nunca antes había visto. Una chica de pelo blanco se encontraba apoyada en una pared. Estaba en ronda con sus amigos mientras tocaban y cantaban. Había una guitarra, unos tambores pequeños y una flauta. Ella, la del pelo blanco, estaba cantando mientras rasgueaba las cuerdas de un ukelele. De repente me sentí completamente intrigada por esta chica, se veía tan... Interesante. Dios... Quisiera ser como ella.

-Oigan, miren.- Señale a la muchacha haciendo que mis amigos giraran para verla. -¿Acaso no es la chica más genial y cool que vieron en sus vidas?-

-Su pelo es tan sedoso oh Dios...- Habló Chloe agarrándose la cara. -Hace que quiera ir corriendo a arrancárselo.-

-Oye, yo amo tu pelo lila.- Dije mientras acariciaba un mechón de su pelo. No mentía, el pelo de Chloe era alucinante, le llegaba hasta un poco más abajo de sus hombros y estaba teñido de un color lavanda que hacia que sus ojos resalten increíblemente. Además, era extremadamente suave, nunca se enredaba, podía jurar que si un puñetero huracán pasaba ahora mismo por su cara, su cabello seguiría estando completamente desenredado.

-¿Estás hablando de la chica con pelo blanco?- Preguntó Bruce. Asentí sin dejar de mirarla, mierda, ¿Por qué no podía ser tan mona como ella? -Es Alex, he hablado con ella un par de veces en alguna que otra fiesta, es amigable.- Se encogió de hombros. -Además que tiene un cuerpo de puta madre.- Le pegue un codazo que solo hizo que levantara sus manos mostrando las palmas para luego decir. -Es la verdad, lo siento.- Los tres nos reímos y comenzamos una nueva conversación.

Cuando el almuerzo acabó, había perdido a Chloe y Bruce en el trayecto hasta los casilleros. Suspiré cuando no los encontré por ningún lado.

Mierda. Pensé.

Comencé a caminar por los pasillos haciéndome lugar entre la gente, iba con la vista perdida sin mirar nada en especial. Al doblar en una esquina me choque con un torso familiar, levante la cabeza hasta que mi mirada se encontró con la cara de la persona, mi estómago dio un vuelco generando un nudo en mi garganta.

Era mi ex.

Me quede estática, habíamos cortado hace un par de días, quizá una semana, y desde entonces evite topármelo, pero ahora estaba aquí, en frente mío, sonriéndome.

-Hey.- Habló dulcemente. De repente me inunde de recuerdos que comenzaban a nublarme. Antes de perderme en ellos alcancé a contestar un débil.

-Hey.- Acomodé un mechón de mi pelo por detrás de mi oreja y comencé a caminar hacia los baños a medida que las lágrimas llenaban mis ojos.

' fucking mess ' ‹ girlxgirl ›Donde viven las historias. Descúbrelo ahora