CAPÍTULO XXVII: IRIS SIMONS

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— ¿Hablaban?


—Sí, el caballero de armadura carmesí que derrotó un Zidra con un sólo ataque.


—Sí, bueno me tengo que ir.


— ¿A dónde? ¿Por qué te vas ya?


—No debes involucrarte conmigo.


— ¿Por qué?


—Solo diré que mi cabeza tiene precio.


— ¿Qué hiciste?


—No mucho, maté a dos Guardias Imperiales, destruí la puerta de Ciudad Imperial ayudando a escapar a alguien que buscaban por atacar a unos Guardias Imperiales.


— ¿Qué? —pronunció sorprendida.


—Por eso no debes involucrarte.

Reiji se levantó de la cama y se puso sus botas, tomó su camisa y se la colocó junto a sus guantes, colocándose su gabardina y la túnica terminó de alistarse.

—Gracias por todo y adiós —dijo a Mía.


—Reiji.


—Puede que nos volvamos a ver —pronunció mientras tomaba su espada que estaba en la esquina de la habitación.


—Adiós.


—Solo una pregunta.


—Dime.


— ¿Cuál era el nombre del hombre de las hachas? —dijo al abrir su guardacabello.


—Marko y si necesitas un favor para compensarte tu ayuda lo haré, haré cualquier cosa que pidas.


—Marko, bueno.

Aquél hombre de cabello y barba negra era el mismo que estaba en la foto mágica del guardacabello, el hombre que aparentemente era su padre. El chico salió de la habitación de Mía y se dirigió a la de él, ya que no podría iniciar su viaje a estas horas.

1 de marzo

Ya habían pasado quince días desde que Reiji luchó en Pueblo Icekas, ahora estaba entrenando para dominar los elementos de Ophis, durante el transcurso de esos quince días dominó por completo el elemento hielo, gracias al abundante frío del norte mientras regresaba.

El segundo elemento que logró dominar era el fuego, había sido un poco más fácil por el hecho de que estaba familiarizado con éste elemento gracias a Lyon.

14 de febrero

Fortaleza Flotante

Marko y Laam habían llegado a la fortaleza de Lord Vragas por medio del teleportal, habían sido derrotados de manera humillante, perdieron a los monstruos, el guante de Kazer, soldados, no consiguieron el arco y Laam fue derrotado.
Ambos tuvieron una audiencia con Lord Vragas.

— ¿Así que los derrotaron? —dijo Vragas enojado.


—Mi Lord, lo siento —dijo Marko, Laam y Marko estaba de rodillas frente a su Lord.


—Laam, que tú fueras derrotado y que perdieran el guante izquierdo de Kazer.


—Lo sé mi Lord —respondió Laam.


—Lo sabes ¿no? Por tu pérdida tu hermana será azotada veinte veces —dijo Vragas.


—Mi Lord, castígueme a mí, fui yo el que cometió el error.

Lighgon y las Armas del Dragón [Editando]Where stories live. Discover now