La mujer que se encontraba en el piso de abajo era mi madre. Mi estúpida y odiosa madre. La mujer que nunca creí que iba a ver.

Luego de maldecir tantas veces a Susan, terminé durmiéndome.

*

Pasé todo el día en mi habitación caminando de una punta a la otra. Muchas veces Sienna había tocado la puerta pero decidí no dejarla entrar. No estaba de humor para hablar con nadie, sólo quería dormir y pensar que fue todo una pesadilla pero desgraciadamente no lo era.

Mi padre ingresó a mi habitación sin tocar la puerta y se sentó en el borde de mi cama.

-Debes tocar antes de entrar-Exclamé con los brazos cruzados.

-No me interesa, siéntate que tenemos que hablar-Hizo una palmada en un lugar a su lado para que me sentara.

-¿Tú eres el que estas enojado?-Espeté entre dientes sentándome a su lado.

El llevó ambas manos a su rostro y suspiró-Se que estas enojada, que me odias y que no quieres ver a tu madre.

-Susan-Corregí-¿Por qué la trajiste a mi vida?-Pregunté tratando de contener las lagrimas.

-Ella me llamaba, cuando fue el cumpleaños de Sienna quería venir aquí a saludarla pero sabía que eso no era lo apropiado. Yo no he vuelto ayer de Francia, volví hace una semana y pase tiempo con ella. La consolaba cuando lloraba todas las noches por lo mucho que las extrañaba. Ella realmente vino aquí a pedirte perdón porque de verdad lo siente, Jade.

-¿Vino a pedir perdón?-Reí irónicamente-Un simple perdón no va a compensar diecisiete años de abandono-Suspiré-Papá, pedir perdón no es algo tan facil, ¿sabes? un maldito perdón no puede reparar todo el daño que me hizo. Ella tiene que realmente estar dispuesta a arreglar todo lo que hizo y recién ahí puede pedir perdón. Pedir perdón no alcanza en algunas ocasiones, y esta es una de ellas.

La verdad Jade, no sé de dónde has sacado tu lado filosófico.

Mi padre me abrazó en silencio y se quedo callado por unos segundos-Te amo-Besó mi mejilla.

-Yo también-Contesté.

*

Me senté en mi cama sintiendo la cabeza girarme, miré el reloj: Las doce de la noche. Mierda, si que había dormido. Caminé hacia el baño, abriendo la casilla detrás del espejo sobre el lavabo y tomé unas aspirinas. Tragué las pastillas con fuerza y cerré la puerta comenzando a desnudarme.

Intenté despejar mi mente debajo del chorro de agua caliente. Terminé pronto y salí envuelta en una toalla, volví a mi habitación tiritando de frío y cerrando la puerta. Caminé a mi armario buscando algún pijama decente para ponerme. Unas manos rodearon mi cintura y me congelé sintiendo una respiración chocar contra mi cuello. Pero entonces aquel olor a su perfume me envolvió y mi cuerpo se relajó.

-Eres más linda cuando sales de bañarte ¿Sabes?-Su voz ronca susurrándome al oído me hizo temblar no por el frío, sino por la cercanía de nuestros cuerpos.

¿Por donde había entrado? 

Volteé y vi la ventana abierta. Reí al imaginármelo trepando pero mi sonrisa se borró cuando recordé que solo traía una toalla puesta.

-¿Qué haces aquí?-Cuestioné bajito y él me giró para mirarlo. Sostuve la toalla mas fuerte contra mi cuerpo para que no ocurra un accidente.

Sentí su rostro aproximarse al mío, su respiración chocaba con la mía y aquella sonrisa satisfecha se encontraba en su rostro. Sus ojos oscuros brillaban y me atraían cual imanes.

Sus labios se posaron sobre los míos, apenas como una caricia, y los presionó. No me había dado cuenta que tenía los ojos cerrados hasta que los abrí, encontrándome con su mirada pacífica. Él se había alejado de mí y me observaba con una sonrisa divertida en sus labios.

-Linda-Me dijo, dejándome con ganas de otro beso-¿Estás bien?

Demonios, Zac sabía lo que me había pasado.

-¿Como lo sabes?

-Dylan me lo contó y no podía esperar para venir a ver como estabas.

Torcí la boca-No estoy bien, realmente. ¿Podrías esperarme? Quiero cambiarme.

Su sonrisa se hizo más grande-No me molestaría observar.

-Cállate-Rodeé los ojos guiándolo hacia el baño y cerré la puerta.

-No te tardes-Me gritó del otro lado.

Me dirigí a mi armario, sacando un par de ropa interior negra y un pijama rosa que consistía en un short y una blusa con mangas. Escurrí mi cabello con la toalla y me dirigí al baño abriendo la puerta.

Zac me recorrió con la mirada de arriba a abajo una vez que estuve fuera haciendo que me ponga nerviosa. Caminó hasta mi cama y se sentó en ella. Lo seguí y cuando estaba por sentarme a su lado el rodeó mi cintura con sus brazos haciendo que me sentara en su regazo.

-¿Quieres contarme todo?-Dijo acariciando mi espalda.

Lo bese en la mejilla y tome aire para comenzar.

-Mi madre ha vuelto, pero no quiero verla. No quiero saber nada relacionado con ella. La odio-Las lagrimas amenazaban con volver-Mi padre dijo que estaba arrepentida y que quería que la perdonara, pero no me interesa su estúpido perdón.

Zac se quedó callado por unos segundos y me miraba fijamente a los ojos.

-Debes perdonarla-Murmuró.

-¿Estás loco?-Rápidamente me levanté de la posición que estaba y me pare frente a él.

-No, no lo estoy.

-No la perdonare, jamás-Grité en voz baja tratando de no despertar a mi padre.

-Ella es tu madre, quieras o no, y debes agradecer que está tratando de volver a tu vida. Porque cuando menos lo pienses puede ser muy tarde para todo.

No sabía que estaba llorando cuando sentí el gusto salado de las lágrimas en mi boca. Lo que había dicho Zac realmente había tocado mi corazón. Era verdad, él no tenía a sus padres y yo me comportaba como una niña diciendo esto.

Nos miramos por unos segundos y sus ojos estaban brillosos. Si mi día era horrible ver a Zac llorar iba a convertirlo en el peor día de mi vida. Él parecía tan fuerte, pero por dentro sabía que había un chico sensible.

Me acerqué a él rápidamente y lo abrace. Lo abrace como si el mundo dejara de existir, solo éramos él y yo. Nadie más...

--

ZAC TE AMO MAS QUE A MI VIDA

AYER LA NOVELA ERA #781 EN JUVENIL Y HOY ME DESPERTE Y ESTA EN #528 :D

GRACIAS A TODAS LAS QUE LEEN LA NOVELA. YA LLEGO A LOS MIL VOTOS!!! ESTOY RE FELIZ GRACIAS

QUE OPINAN DE ESTE CAP?



ColdWhere stories live. Discover now