03: Cinismo.

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El almuerzo en casa de los Hemmings hasta ahora era la cosa más incómoda que podía haber vivido Clarity en meses. Y no era por exagerar. Ella solo quería levantarse de su asiento y salir corriendo de esa bien decorada casa.

-¿Y qué haces en Alemania, Clarity?- preguntó Ben, el primero de los hermanos Hemmings. Como los otros dos hermanos, también poseía cabello dorado y ojos brillantes azules. Para ser el mayor, era el más bajo, pero aún así seguía siendo alto, pues medía poco más de metro ochenta.

-Estudio allá -respondió la chica viendo fijamente su plato. No había tocado su carne en lo que iba de la comida. No les había dicho que era vegetariana. Sabía que la señora Hemmings cocinaba muy bien, aunque no por eso dejaría su promesa de no comer carne.

-¿Qué estudias? -intervino Andrew, el padre de Luke. Sus ojos azules se fijaron en la antigua mejor amiga de su hijo.

-Diseño gráfico. Es una buena carrera. -Levantó la mirada de su plato.

Luke sonrió para sí mismo, siempre le había dicho a Clarity que ella iba a terminar estudiando eso, pero ella insistía que medicina sería su carrera ideal. Él no pudo evitar recordar todas las veces en las que Clarity tomaba sus libretas en plena clase solo para comenzar a dibujar cualquier cosa que le viniera a la mente.

-¿Por qué no comes? -Liz, tan observadora como sólo ella podía ser, se preocupó al notar que la joven no terminaba de comer aun.

-Ella es vegetariana, mamá -se anticipó Luke, sabiendo de antemano que a Clarity le daría pena tener que rechazar la comida directamente

-Oh, ya -fue todo lo que dijo Liz.

***

Había quedado con hambre, ¿para que mentir?

A penas saliera de esa casa iría a una pizzería a comerse una pizza con maíz, su favorita. Solamente un montón de queso con mucho maíz, además de toda la pasta de tomate le hacía agua a la boca, aún más luego de haber tenido en su plato una carne bien sazonada que no tocó ni para hacerla a un lado en el plato.

-¿Podemos hablar? -la voz de Luke hizo que se diera vuelta. Ya Clarity se disponía a irse después de agradecer por la comida, aceptando las disculpas de Liz. Mientras giraba sobre sus talones se preparó mentalmente para responderle.

-Ya lo estamos haciendo -respondió obvia. Luke evitó rodar solo para no ser descortés.

-Me refiero a hablar de verdad -señaló, como si fuese la cosa más obvia del mundo-. Si quieres puedo acompañarte al sitio al que ibas tan apurada. Así no llegas tarde y hablamos.

Clarity se encogió de hombros, fingiendo totalmente indiferencia. Luke podía acompañarla, pero ella no daría su brazo a torcer tan fácilmente, ya había esperado una llamada o mensaje de él durante mucho tiempo. Por más de dos años había añorado una señal de Luke, algo que le asegurara de que su mejor amigo seguía ahí para ella, pero esa señal nunca llegó.

Al tercer año Clarity estaba decidida a que ya nada sería igual con Luke.

Dos minutos caminando y ninguno de los dos hablaba. El ambiente se sentía tenso.

-Insististe en acompañarme, ¿algo de lo que quieras hablarme? -Clarity, harta del silencio, detuvo de manera brusca su caminar observando a Luke detalladamente.

Si antes le había gustado de Luke por su personalidad y no por su físico, ahora podría enamorarse de él con solo mirar su foto. Su rostro de adolescente había desaparecido; su mandíbula estaba más cuadrada y llevaba un piercing en su labio inferior, un ligero rastro de barba también se hacía presente, además de que su cabello decía a gritos necesitar un corte. Y ni hablar de su cuerpo, de notaba que había estado ejercitando, cosa que a Clarity le sorprendía, pues Luke en la preparatoria había sido el que se saltaba las clases sólo porque odiaba trotar.

-¿Serás así de cortante cada vez que hablemos? -por fin Luke habló, sonando un poco más rudo de lo que planeó.

-No planeo hablar mucho contigo tampoco, si te soy sincera. -Cruzó sus brazos sobre su pecho. Una mirada perspicaz se instaló en su rostro.

-¿Y por qué piensas eso? -Luke la conocía lo suficiente como para saber que Clarity estaba punto de comenzar a decir todo lo que le molestaba. Solo tenía que lograr irritarla un poco más. Solo un poco más.

-Porque realmente no me interesa hablar con gente que no es sincera -sonrió cínicamente.

-¿Qué estás insinuando, Sparks? -el rubio frunció el ceño. Dio un paso hacia ella, retándola con la mirada.

-¿Que qué insinuó? ¡Maldito cínico, Luke! -estalló con rabia, su voz subiendo unos cuantos decibelios.

Ya un par de personas los habían comenzado a ver raro. Dos señoras que pasaban se dieron cuenta de quiénes eran los dos jóvenes, ellas siempre los habían visto juntos años atrás. Cuchichearon mientras los veían de reojo a la vez que se alejaba poco a poco de los jóvenes

-¿Estás enfadada conmigo? -el tono de voz de Luke esta sonaba sinceramente arrepentido. La altivez que había usado anteriormente, ya no había rastro de ella.

-Enfadada es poco. Tengo ganas de matarte, luego cortar tu cadáver en pedazos y para finalizar, quemar lo que quede para que no te puedan reconocer -la castaña soltó las palabras de una manera venenosa-. Y puede que me quede corta con todo eso justo ahora

-Ya entendí, me odias justo ahora. Y no tienes idea de cuanto lo lamento, Clarity -le dijo atropelladamente, sus palabras salieron una detrás de la otra tan rápido que casi no se le entendió.

-Tus disculpas son vacías para mí, si te soy sincera. Hazme un favor y no me hables más, Luke, ya que aparentemente eres muy bueno en eso, en no hablarme. -Y con el orgullo que aún le quedaba, se dio la vuelta y comenzó a caminar en dirección a su casa. La pelea con Luke le había quitado el apetito.

-Vamos, Sparks, ya estamos un poco grandes para este tipo de peleas. Podríamos hablar tranquilamente -le dijo Luke antes de que ella se alejara lo suficiente como para que no la oyera.

-No me interesa. -Giró su cuerpo en dirección al rubio mientras seguía caminando solo que de espaldas-. Y tampoco me interesas ni un poco tú, así que puedes regresar con tu banda a hacer lo que supuestamente llaman música -dicho estas palabras siguió caminando a su paso normal.

Pudo sentir las lágrimas formarse en sus ojos. No, no podía llora por Luke, no de nuevo. Se supone que ya había superado esa etapa, ya había superado su primer corazón roto y no planeaba volver a sentirse de esa manera.

Debía ser fuerte. O al menos intentarlo.

Pozo Del Olvido |Luke Hemmings|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora