2.

8.3K 801 539
                                    

Pasé toda la primera clase del día, pensando en cómo sería mi tortura con el chico ese, Hoseok, hasta que una gran palmada en mi espalda irrumpió mis pensamientos.

-Auch! -vociferé molesto, girándome para encontrar al responsable del ardor que ahora tenía.

-Lo siento, amigo -se disculpó riendo- pero es que no me estabas escuchando, ¿en qué piensas tanto Bro'?  -lo miré con una ceja alzada.

-Solo en un asunto que tengo pendiente -dije frunciendo el ceño. Prácticamente fruncía el ceño todo el tiempo.

-Asuntos pendientes, ¿eh? -molestó, rodé los ojos y bufé.

-Hoy estas insoportable, Park Jimin -hizo un puchero.

-Que malo eres, hyung -nos codeamos mutuamente y frente a nosotros apareció Jin hyung.

-Hola, tortolitos -saludo con una sonrisa,sentándose sobre la mesa de enfrente, y yo, fruncí el ceño.

-¿Qué es eso de 'tortolitos'? -pregunté y vi como Jimin se sonrojaba, ¿Qué?

-Yoongi, ustedes dos son un amor juntos -sonó a esas tontas fangirls y un escalofrío recorrió mi espalda, miré de reojo a Jimin y este tenía una tímida sonrisa en el rostro. ¿Qué mierda?

-No hables estupideces Jin -dije molesto, Jimin mordió su labio inferior- Con Jimin somos mejores amigos, ¿entiendes? Deja de fangirlear -él rió un poco, entretenido con mi enojo, así como a todo el mundo parecía darle gracia cuando yo me molestaba con algo o alguien. Jimin rió forzudamente, lo noté porque llevamos años riendo juntos y su sonrisa sincera es la mejor- ¿y a ti qué te sucede? -le pregunté sin rodeos y frente a Jin hyung, me miró nervioso y desvió la mirada.

-Nada hyung... -respondió, no me lo tragué- sólo que-

Intentó decir algo pero lo interrumpí chasqueando la lengua y levantándome de mi asiento.

-¿Sabes qué más? Lo hablaremos luego, tienes más claro que el agua que odio cuando divagas para evitar decirme algo. Sabes que odio que me ocultes cosas -tragó saliva, lo supe por el movimiento de su manzana.

-¿A dónde vas? -preguntó Jin, quien observó atento y en silencio toda aquella escena, me encogí de hombros.

-Yoongi hyung, espera -pidió Jimin, arrepentido de hacerme enojar, pero claro, yo ya estoy molesto, no hay vuelta atrás.

-Vete a la mierda por hoy, por favor -esa era mi forma de decirle que si hablaba de nuevo iba a explotar, así que bajó la mirada apenado y yo me fui.

Llegué a los baños de la universidad y suspiré.¿Qué mierda fue todo eso? ¿Por qué a Jin le gusta joder tanto? ¿Jimin y yo? Me estremecí al pensarlo si quiera. No, no era posible. Jamás estaría con mi mejor amigo, solo somos eso, amigos. Además yo lo siento como si fuese mi hermano, todo el mundo lo sabe, incluyendo a Jin, y por eso lo aborrecía cuando comenzaba a decir esas idioteces.

El resto de las clases pasaron, sentía la mirada suplicante de Jimin sobre mí a cada momento, sabía que esperaba a que yo le devolviese aunque fuera una sola mirada. Pero no lo hice en ningún momento. No quise.

Al terminar por fin con mi ajetreado día de universitario, me dirigí al supermercado para comprar las cosas para la bendita cena que tendría hoy. Llené un carro con verduras, sopas, algo de carne, saborizantes, arroz y otros víveres que ya estaban haciendo falta en casa. Fui a la caja, pagué, tomé el montón de bolsas, y salí. Al llegar a casa, entré dejando las compras sobre la mesa y buscando entre ellas lo que usaría para cocinar.

terminé haciendo un estofado de carne y una ensalada mixta. El timbre sonó y creí por un momento que sería Minah, pero ella tenía una llave,y si se olvidaba de llevarla o la perdía, sabía también de la existencia de la llave de repuesto escondida en la maceta, por lo que descarté la idea, abriendo la puerta, para encontrarme nuevamente con aquella sonrisa socarrona del cara de caballo novio de mi hermanita.

-Un verdadero gusto volver a apreciar su magnífico rostro -dijo mostrando sus dientes, fruncí el ceño.

-¿Por qué tan temprano? -recién eran las seis y media, se encogió de hombros y pasó sin permiso alguno, abrí mi boca incrédulo.

-Algo en lo que pueda ayudar? -preguntó dejando la mochila que traía sobre el sofá, cerré la puerta y me apoyé en esta cruzando los brazos y alzando una ceja.

-Puedes poner la mesa -ofrecí molesto con su presencia, observándolo tomar todas las bolsas que aún tenían las compras y bajarlas de la mesa- deja eso sobre el mueble de la cocina -asintió con una sonrisa en sus labios, ¿cómo mierda se las arreglaba para siempre sonreír?. 

-¿Dónde guardan los servicios? -preguntó asomando su cabeza desde la cocina.

-en el segundo cajón del mueble de la cocina, a la izquierda -indiqué, asintió obedientemente y desapareció por un momento, volviendo a aparecer con tres tenedores, tres cuchillos y tres cucharas.

-¿Puedo suponer que los platos y vasos están en el mismo mueble? -asentí con una mueca.

Al rato la mesa se encontraba impecablemente puesta, mi celular sonó antes de que él pudiese decir algo, que se guardo rascando su nuca y caminando frente a mí para tomar asiento en el sofá, al lado de su mochila.

-Minah? -dije al responder.

-Oppa, voy atrasada, tuve que hacer un trabajo de último momento y luego me castigaron, en casa te cuento que sucedió. El punto es que el profesor me tuvo reflexionando durante toda una hora haciendo trabajos y recién voy a salir del colegio.

-Ya se me hacia extraño que aún no llegaras, apresúrate y cuídate -suspiré antes de colgar.

-¿Qué le sucedió? -preguntó desinteresado, lo cual me molestó un poco.

-No parece importarte -dije alzando una ceja, él sonrió nuevamente, de forma amplia.

-Probablemente eso sea verdad -volví a fruncir el ceño, él se levantó y caminó hacia mí.

-¿Qué mierda dices? ¿Por qué estás con ella entonces? -terminó de acercase quedando frente a mí y apoyó sus manos a ambos costados de mi rostro.

-No lo sé, ¿quizás debería terminar con ella justo cuándo estoy siendo presentado formalmente a su única familia? De todas formas serás tú el que seque sus lágrimas luego -apreté mi mano en un puño, dispuesto a golpearlo por lo que había dicho.

-No te creas tan importante, mocoso -gruñí.

-Si que me creo importante, porque tu querida hermanita tiene gente con los dedos contados. Tú, su amiguita esa, y yo, su primer novio -bufé.

Se acercó a mi rostro y fruncí más mi ceño.

-¿Que intentas hacer? -sonrió a centímetros de mis labios, mi corazón se aceleró repentinamente, ¿Qué mierda?

De pronto escuché la llave de Minah entrando en la cerradura y me alteré empujando por fin lejos el cuerpo de aquel chico. Sonrío con sorna y fue a sentarse como si nada. Entonces Minah entró.

-Hola oppa, lamento llegar tarde -me dio un beso en la mejilla al cual no reaccioné y ella miró el living fijándose en él- ¡Oppa! ¡Te dije que llegaras a las siete! -gritó horrorizada, alternando su espantada mirada entre él y yo.

-Pero si son las siete, princesa -sonrió de medio lado, ambos nos volteamos al reloj, confirmándolo.



El novio de mi hermana {YOONSEOK}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora