2 "El cazador y el Genio"

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Aquella mujer me observaba de un modo espeluznante y era bastante molesto... Olvidando por completo la mirada de aquella chica, me levanté dirigida hacia Jason quien aun se encontraba fuera del bar, dejando a Chelsea y Albert solos conversando sobre sus planes de este fin de semana.
Estaba poyado en el cristal de afuera del bar y soltando el humo de su boca sin quitar los ojos de una antigua moto aparcada enfrente suya.

-Es preciosa. -comenté y me apoyé a su lado.

-BMW R 50, todo un clásico. -sonrió él tirando la colilla al suelo y pisándola.

-Aun que yo soy más de coches... -me atreví a decirle. -Mataría por un Cadillac.

-¿Enserio? -preguntó asombrado. -No dejas de sorprenderme Kim.

Le sonreí cohibida y al segundo apareció Chelsea colocándose su gabardina roja.

-¿Y la cuenta? -pregunté confusa.

-Hoy invito yo. -aclaró la otra con una media sonrisa.

-No hacía falta... -bufé por lo bajo. -Muchas gracias. -la abracé con fuerza.

-Te lo agradezco Chelsea porque si no hoy no tendría dinero para nuestra cena. -explicó Jason volteando los ojos hacia mí.

-No dejaré que la pagues tú. -me crucé de brazos mirándole y él rió.

-Ya estáis discutiendo antes de empezar a salir, vaya parejita... -Chelsea puso los ojos en blanco.

Ante el comentario de nuestra amiga, los dos nos dedicamos una mirada tímida y Jason cambió de tema rápidamente. De camino a la guardería me imaginaba como iba a ser la cena con Jason, aunque estaba segura que más que perfecta. Aun no había decidido del todo la ropa que iba a llevar, tal vez un vestido o algo más simple como unos vaqueros ajustados, una camisa blanca de escote con un abrigo beige y unas deportivas blancas, es decir igualita a la vestimenta que llevaba puesta en estos momentos... Maldije para mis adentros - no tenía casi ropa interesante para estos casos, debía renovar mi armario urgentemente. En la guardería, mientras Jason se ocupaba de abrir las puertas principales de nuevo, Chelsea y yo nos encargábamos de recoger el desastre originado por los niños hace más de una hora. Pasaron quince minutos los cuales sucedieron deprisa y una oleada de gritos volvió a inundar el "Sunny Cloud". Me encontraba jugando con los pequeños recopilando en mi mente las conversaciones que podría sacar sobre la cena de esta noche, y Chelsea entretanto hacía el esfuerzo por no dormirse durante las dos últimas horas que nos quedaban de trabajo.

Ya tan solo faltaban los últimos 60 minutos y mi yo interior no hacía más que dar saltitos de alegría por ahí dentro, pero un Chevrolet Impala negro del 67 me distrajo de mis pensamientos. Me asomé de prisa hacia la ventana al verlo pasar cerca de la puerta de la guardería. Aparcó en el parking y entonces supuse que sería alguno de los padres de uno de estos niños, aunque juraría no haber visto aquella preciosidad de coche nunca por aquí. Pasó al menos media hora y el vehículo seguía ahí parado pero nadie salía de ahí, aunque pude ver la silueta de un hombre dentro de él. Me producía bastante curiosidad aquel tema.

Pasaba poco a poco el tiempo y la mayoría de los padres venían a recoger a sus hijos, por fin... Mientras Chelsea se divertía con el par de niños que quedaban, yo miraba de reojo a Jason, quien se encontraba en su pequeña recepción buscando unos papeles. Estaba tan guapo con aquel pelo moreno revuelto... Nos despedimos de los dos últimos familiares de los niños hasta la semana que viene. Y entonces una apresurada Chelsea salió disparada de la sala de juguetes.

-Yo me voy a descansar unas horitas que esta noche he quedado. -me dio un beso en la mejilla y con un gesto de mano se despidió de Jason. -¡Pasarlo bien! -gritó saliendo de la guardería.

Contigo Aprendí | Dean Winchester Donde viven las historias. Descúbrelo ahora