capitulo 3

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Después de que se fue Daniel anoche de mi casa, me senté un momento en la sala, tome mi cuaderno de dibujos y empecé a dibujar lo primero que se me vino a la mente, trazaba, borraba y volvía a trazar líneas en mi cuaderno, después de unos minutos lo levante para ver aquello que mis manos habían dibujado y ante tal sorpresa, mi cuaderno resbalo de mis manos. No podía ser peor, no de nuevo, ni mucho menos él; a pesar de que no tenía color sabía perfectamente de quien eran esos ojos que se plasmaron en mi cuaderno, bueno que en realidad yo plasme.

La imagen de los ojos de Ian cuando me pedía el balón y cuando se presentó en la residencia de Laura (y en algunos días mía) no salían de mi cabeza; no es posible, si no paro de repetir que quiero concentrarme al cien por ciento en mi carrera universitaria y llega este chico de cabello castaño, sonrisa perfecta y ojos verdes y lo derrumba todo, todo lo que he construido por años y que se supone que nadie podía pasar "se supone".

Miro mi muñeca con la pulsera que Daniel me ha regalado y el pequeño dije de corazón se mece cuando levanto mi mano, un corazón, que pueden reparar, ¡No! No debo dejar que nadie lo repare, después lo vuelven a romper, debo de ser yo misma quien lo haga así nadie podrá romperlo, y con ese pensamiento subo a mi habitación, casi vacía, y finalmente caigo en un profundo sueño.

Mi alarma suena y suena, aunque no quiero despertar debo de hacerlo tengo muchas cosas en mi agenda para hoy, sobre todo tengo que regresar al campus de la universidad porque dejare un par de cajas, creo que he empacado muy poco así que quiero estar segura de cuanto más puedo llevar, no me gustaría que al final quedara el mueble medio vacío o muy lleno y mis cosas terminaran en el piso. Tomare el auto de mamá para dejarlos y regresar no pretendo tardarme mucho. Empiezo a cambiarme como de costumbre: mi falda plisada color rosa palo, mi blusa perfectamente planchada, mis zapatillas y el cabello perfectamente arreglado en una coleta; me miro por última vez al espejo antes de decidirme a tomar una caja, pero algo me detiene, tomo el brillo labial y coloco solo un poco en mis labios ¿brillo labial? Supongo que no está mal de vez en cuando.

Finalmente le pido el auto a mi madre, hoy es su día libre así que no lo usara, y me dispongo a subir las seis cajas, que había en mi habitación, al auto y finalmente subo para emprender mi camino a la universidad, hoy es sábado así que este será mi último fin de semana con mi madre y pretendo desocuparme lo más pronto posible, miro mi celular "12:15" tiempo perfecto para lo que tengo planeado, después de una hora y cinco minutos de camino dejo el auto en el estacionamiento y empiezo a sacar las cajas, para cuando tengo todas fuera del auto y me dispongo a subirlas, me doy cuenta de que soy demasiado pequeña para subirlas yo sola.

-Hola de nuevo Anne-

Detrás de mí una voz que reconozco fácilmente me saluda, de nuevo.

-Hola Matt-

-¿Necesitas ayuda?-

Mira a las cajas junto a mí y después dirige su mirada hacía mí.

-Te lo agradecería mucho-

En ese momento toma cinco cajas de un solo movimiento y yo me quedo petrificada ¿No es mucho peso para él? Tomo la caja restante y al parecer Matt se sabe el camino de memoria a mi residencia y me pregunto ¿Cuántas veces habrá visitado ya la habitación? Supongo que ya bastantes como para saber el camino y además es amigo de Laura. Me adelanto un poco para poder abrir la puerta y que él entre sin problemas; cuando finalmente Matt deja las cajas en el piso le doy las gracias, pero noto que Laura no está.

-¿Sabes dónde puede estar Laura?-

-Es muy probable que este en la casa de fraternidad con Nathan, casi siempre se queda con él después de las fiestas-

-Vale-

Es todo lo que sale de mi boca, yo en mi vida me he quedado a dormir en la misma habitación que un chico, ni siquiera he ido a una fiesta, bueno la de graduación pero no fue la gran fiesta, al parecer es muy común quedarse en la habitación de alguien más y las fiestas cada fin de semana.

-¿Hacen muchas fiestas por aquí?-

-Todos los fines de semana en la casa de la fraternidad, es muy raro cuando eso no ocurre-

-¿Laura va a todas?-

-Sí, nunca se pierde una ¿Por qué?-

-No nada, solo preguntaba-

-Vale-

Empecé a desempacar las cosas y acomodarlas en el que ahora sería su nuevo sitio, Matt me ayuda a sacar lo de las demás cajas mientras las pone en mi cama.

-¿Te quedaras hoy?-

-No, tengo el auto de mi madre y en dado caso de que le llamen de su trabajo lo necesitara así que tendré que volver, pero me instalo aquí oficialmente el lunes-

-Eso es genial si gustas yo puedo enseñarte el campus con calma...-

Antes de que termine de ofrecerse a enseñarme el campus su celular suena y me hace el gesto con la mano para que lo espere unos minutos, al parecer alguien lo busca porque solo escucho: "en la habitación de Laura y Anne" dos segundos después vuelve a mí

-Lo siento como te decía, puedo mostrarte el campus igual mis clases empiezan la siguiente semana, así que tengo todo el día libre-

-Te lo agradecería mucho Matt-

-No es nada-

Unos minutos después alguien llama a la puerta y Matt se apresura abrir, cuando Matt se quita de la puerta para permitir el paso me doy cuenta de quién es. Es el chico que se ha metido en mi cabeza en estas últimas horas, el dueño de aquellos ojos plasmados en mi cuaderno de dibujo, el chico de los ojos verdes, Ian Hemsworth.

-No sabía que estabas con la chica de las faldas plisadas-

Este chico me va a volver loca, es la segunda o tercera vez que nos vemos y en todas las ocasiones se burla de mi vestimenta, es solo una falda dos o tres dedos por encima de la rodilla ¿Qué tiene eso de malo?

-Bueno me la encontré en el estacionamiento y necesitaba ayuda con unas cajas-

Bueno en realidad Matt no está diciendo mentiras, pero lo dice de una manera como si yo le hubiera rogado por su ayuda.

-Vale, entonces ¿Anne?-

-¿Qué?-

No suelo contestar así pero este chico engreído y grosero, que entra en mi habitación como si fuera suya, saca lo peor de mí.

-¿Siempre sueles llevar las faldas plisadas?-

Y con su perfecta pero arrogante sonrisa me mira a los ojos, se acabó, odio a este chico


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