Manicomio [One Shot]

Capitulo 2..

  - n-no-te-ten-g-go-mie-do –tartamudee.

Una fuerte golpe en mi mejilla me hizo caer de manera brusca al piso, mi mejilla estaba dolida y con toda esta cituacion mis ojos no habían podido aguantar las ganas de soltar algunas lagrimas. Las manos de aquel hombre sostuvieron mis muñecas contra el piso para luego acercar su rostro a mi cuello y rozar su lengua, las ganas de vomitar me invadieron. Quiero salir de este lugar.
Al sentir sus labios sobres los mios, pude percibir una fuerza nacer desde muy dentro de mi para lograr tomar el valor y golpear la zona baja de aquel enfermo asi lograría distraerse y yo podría zafarme de su agarre para correr lejos de él.

(...)

Me habia escondido en una habitación que de seguro seria el cuarto de vigilancia debido a que las pantallas mostraban las habitaciones de los pacientes. Me sente en una esquina y abrace mis piernas para soltar algunos cuantos sollozos. No puedo creer que todo esto estuviera pasando, que ahora me encontrara encerrada en una habitación de 10 por 8 metros cuadrados, cuyas paredes estaban con algunnos rastros de sangre y que al fondo un cadaver de un guardia me acompañará. La sala no tenia ventanas, solo un compuerta de ventilación. Me acerque al escritorio y pude ver la hora, eran las 7:47 pm, la tarde habia pasado demasiado larga. Mire los monitores y logre ver como muchos de los pacientes volvian a sus habitaciones, gran parte de ellos ya estaban dentro debido a que no fueron liberados. Mi vista se dirigio a la camara 17, mi padre estaba ahi segun uno de los registros que habia en la carpeta azul; busque por todos los angulos pero el no estaba. Volvi a mirar el registro y vi el paciente numero 1, se encontraba en aislamiento debido a que era peligroso, me asuste demasiado asi que mire la camara 63 y pude verlo acostado, en una esquina con aquella camisa de fuerza que rodeaba su torso, se encontraba con la cabeza abajo pero vi como la subio al sentir un ruido; voltee la camara para saber que ocurria, encontrandome a una chica, quizas de mi edad, estaba parada en la puerta, su pelo estaba desordenado y su ropa con sangre. Mire a aquel chico que segun el registro se llamaria JaeJoong, su rostro tenia una sonrisa llena de maldad, la misma maldad que se podia reflejar en aquellos ojos castaños.

La joven se acerco y solto cada una de las correas que apretaba la camisa contra su cuerpo. Finalmente quedo libre, y un escalofrío recorrio mi columna vertebral tras notar como él miraba la camara, como si supiera que yo estaba ahi.

(...)

Estaba cansada, ya eran las 1:35 am y no podia consiliar el sueño, ni siquiera unos minutos. Sentia algunos pasos por los pasillos pero me negaba a ver quien era, solo queria salir de este lugar.
De pronto un fuerte sonido en la puerta me hizo sobresaltar, alguien la golpeaba con fuerza, con ganas de tirar la puerta. El miedo me invadio, sabia que el pestillo no era lo mas seguro asi que comencé a pensar algo para salir con vida de este lugar.

- hey, por aqui -susurro una voz. Voltee a ver de quien se trataría, tenia miedo de que otro enfermó me hubiera encontrado. Al ver el ducto de ventilación encontre a un chico palido de ojos miel. Me asusté, su pelo desordenado y ojeras bajo esos adorables ojos mostraba que pertenecia a este lugar.
- alejate -amenace luego de tomar una de las pistolas electricas que llevaba el guardia muerto.
- tranquila. Quiero ayudarte -respondio de manera sincera, se le veía creíble lo que decia.

La puerta volvio a ser golpeada con fuerza y estaba segura que con un golpe mas esta caería. Acepte la ayuda de aquel desconocido chico, tomando su mano para subir al ducto y comenzar a huir. El sonido de la puerta abrirse de golpe me sobre salto un poco, pero no me detendria hasta llegar a algun lugar seguro.

Finalmente salimos de los ductos, llegando a una habitacion algo oscura, esta habitacion era de un paciente, seguramente de aquel chico. Aun asustada de que se tratara de otro loco que intentara matarme saque la pistola eléctrica y le apunte.

- ¿por que me ayudaste?
- te escuchabas asustada. He escuchado tus llantos durante horas, he podido notar lo tensa que estabas cuando veias las camaras de vigilancia
- ¿como sabes todo eso? -pregunte asustada.
- te he visto, desde que llegaste al cuarto de vigilancia vi cada cosa que hiciste -se sentó en la cama- yo no quiero hacerte daño, no soporto la violencia. Y es por eso que me gustaria que bajaras esa pistola, alguien podria salir herido -su voz tan relajante, llena de paz y armonía te hacía sentir segura, pero aun asi era un paciente de este manicomio.
- no lo hare, quien sabe que eres. De seguro tratas de tomar confianza y luego atacar
- no quiero eso, sin embargo es dificil convencerte si estas tan alterada. ¿por que no duermes un poco? Aprovecha que hay una cama y que nadie sabe que estas aqui -se alejo para dejarme la cama- yo prometo no hacer nada y si no me crees, tienes la pistola para detenerme.
- no - respondi sin moverme, estaba tan cansada que quizas no sentiria nada, posiblemente el me atacaria y mataría.
- soy un psicópata no un asesino, me gusta observar a la gente sin que se de cuenta, amarla en secreto y seguirla pero jamas en mi vida he matado a alguien -se sentó en una esquina- de aqui no me movere, puedes estar segura.

Le hice caso y me recoste en la cama, mantuve el arma en mis manos en caso de cualquier accion que se le ocurriera hacer. Mi cuerpo al sentir la suave almohada se desconecto completamente y ahi cai en un profundo sueño.