Capítulo 11 #La dibuje.

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-¿Puedes creer que nuestro primer beso haya sido así? -preguntó Reagan algo distraída, mirando la televisión que tenía al frente y mirando de vez en cuando a Perrie.

Ambas estaban en el departamento de Perrie mirando una película romántica, en ese instante los protagonistas se habían besado y eso fue a lo que llevo a Reagan recordar aquel momento de la semana pasada.

-¿Cómo así? -Perrie la miró. Estaban ambas sentadas en el sofá, Reagan teniendo su cabeza recargada en el hombro de Perrie mientras tenían dos de sus manos unidas y Reagan la acariciaba de vez en cuando.

-Algo desesperado. No me mal interpretes, me gusto, claro que me gusto, pero no me lo imaginaba así. -El dedo gordo de Reagan volvió a acariciar la mano de Perrie y esta río.

-¿Acaso ya te lo habías imaginado antes?

-No puedo mentirte, claro que lo hice. Y debo confesar que la mayoría eran algo fantaseosas. -comentó aún teniendo la mirada en la televisión.

-¿Ah sí? Cuentame sobre ello. -Perrie se cómodo mejor, elevando ambas piernas sobre el sofá y cruzándolas, provocando que Reagan abandonara su antigua posición y ahora estuviera recta en el sofá. La miro y dejo de prestarle atención a la película.

-¿En serio quieres que te cuente ahora? Esta aún la película. -señaló hacia la TV con algo de diversión.

-Igual ya la habías arruinado desde que empezaste a tocar mi mano, no puedo estar concentrada así. -elevó una ceja Perrie y Reagan sonrió mirando al suelo por un momento y volviendo su mirada a la chica rubia.

-Vale. Una de esas era en el elevador y fue algo caliente. -Reagan se mordió el labio y Perrie abrió la boca, dándole de inmediato un pequeño golpe en el hombro.

-No puede ser posible.

-Oh, claro que lo fue. -Reagan río y Perrie se mordió el labio intentando no reír.

-Eres una maldita pervertida, me sorprendes.

-Créeme yo también me sorprendí, otra de esas fue la playa, lo cual fue raro por qué ni siquiera es verano. -Perrie esta vez río.

-Déjame adivinar, la tercera fue en mmm -se tocó la barbilla pensativamente, pensando en los lugares probables que Reagan habría imaginándolas dándose su primer beso -La cocina.

-Nop, esa fue la quinta opción. -Reagan se levantó divertida de su lugar, caminando hacia la cocina de Perrie, esta última solo la vio en esos pantalones negros que eran algo tentadores, pero Perrie se sabia controlar, así que solo miro hasta que Reagan volvió a aparecer con una bolsa de patatas y un recipiente para ponerlas.

-Cuando dijiste que fueron varias lo decías en serio eh. -Reagan se volvió a sentar a su lado, inclinándose hacia adelante para poner el recipiente en la pequeña mesita y abriendo la bolsa de patatas a la vez.

-Bueno, ahora sabes que no miento. ¿Quieres? -ofreció, tendiéndole el recipiente con patatas.

-Claro, dame acá. -le quitó el recipiente y empezó a comerlas, casi no dejando nada para Reagan pero a esta última no le importaba. De nuevo su atención se concentró en la película, ambas riendo de vez en cuando. Cuando se acabaron las frituras, Reagan volvió a recargar su cabeza en el hombro de la rubia y minutos después cuando pasaba una escena conmovedora en la película, Perrie sintió como Reagan se sacudía levemente, volteo a mirarla y vio que en sus ojos caían lágrimas. Perrie la abrazo por los hombros sabiendo que la película la había puesto así y así estuvieron hasta que acabo.

-Oh dios, por qué? -Reagan se tallo los ojos y Perrie se levanto para estirarse por un momento.

-¿Por qué que? -preguntó Perrie de frente a ella, Reagan aún sentada en el sofá.

La chica de mis sueños | Jerrie.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora