XXXV

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Llevábamos ya unos cuantos minutos caminando. La mayoría de los habitantes caminaban y charlaban alegremente, mientras que otros solo se limitaban a caminar en silencio.

—¿puedo hablar contigo?—Thomas marchó a mi lado.

—No sé si sea buen momento.—solté sin voltear a verlo—. Además... esa mierda anda cerca ¿verdad?—

—Teresa está al final de la fila, con los docs.—

—No la quiero a menos de 5 metros de distancia, mantenla lejos si no quieres que le dé otra paliza.—

—Entiendo que estés enojada con ella... yo también lo estoy ahora.—volteé a verlo.

—Ahora lo sabes ¿verdad?—Thomas asintió.

—Pude ver parte de mis recuerdos mientras dormía y... todo lo que tú me contaste... Tenías razón.—

—Genial, Thomas. Me alegra que hayas recuperado tus recuerdos... justo después de haberme mandado al diablo por segunda vez para proteger a esa basura.—solté con algo de sarcasmo.

—Aquel día... yo me quedé dormido.—lo miré—. Quise alcanzarlos pero Sartén me recomendó que no lo hiciera, que seguramente me perdería entre los pasillos del laberinto.—

—Así que sí querías venir con nosotros...—

—A donde tú vayas, yo también iré.—Thomas sonrió, y en esa sonrisa pude ver que no estaba mintiendo.

—Diablos...—lo abracé con fuerzas—. Estás perdonado.—

—Prometo no volver a dudar de ti.—

—Ya me habías prometido eso antes...—

—¿esta es la... definitiva?—los dos sonreímos.

Minho apareció a nuestro lado.

—O me das uno de esos o apuran el paso.—

—No te pongas celoso ¿si? Aquí tienes tu abrazo.—me colgué de su cuello por detrás.

Mientras Minho me hamacaba sujetándome de los brazos, pude divisar a Teresa muy cerca mío. Me solté del agarre de Minho.

—¿qué tanto miras? Por si no lo conoces, esto se llama A-MIS-TAD. Pero claro, una basura como tú nunca ha escuchado de eso.—

—Eso fue malvado...—susurró Minho divertido.

—Tienes suerte de que te quiera, shank.—

—¿más que a Newt?—preguntó emocionado.

—Tampoco exageres, tonto.—

—Ya la escuchaste, Minho. Me quiere más a mi.—Newt se puso a nuestra par, sonriendo divertido.

—Hey, larchos. Dejen de jugar.—intervino Winston—. ¿aquella es la puerta de la que hablaban?—

—Sí, es esa.—Minho se adelantó—. Sigamos marchando y-

—¡cuidado!—

Winston gritó alertando a todos.

Era un penitente.

Todos los habitantes comenzaron a correr aterrados en todas las direcciones.

—¡Escuchen todos!—grité mientras corría junto a Minho—. Debemos deshacernos de los penitentes. En el interior de la gran puerta hay un estrecho camino y debajo un precipicio. Traten de empujar a los penitentes hacia allí ¿entendido?—

Éramos 20 personas y los penitentes eran 10, así que estaríamos bien... o eso esperaba.

Al cruzar la gran puerta se nos hizo algo complicado acomodarnos en el estrecho camino, pero logramos entrar todos. Los habitantes trataban incansablemente de empujar a los penitentes, los que ya habían empujado a uno, se acercaban a ayudar a otros.
Yo estaba con Thomas encargándome de un penitente y, después de un fuerte forcejeo, logramos tirarlo por el acantilado.

—Bien hecho, Tommy.—solté algo agitada.

—Vamos a ayudar a los otros y-

En ese momento el penitente que habíamos empujado salió a la superficie nuevamente y lanzó a Thomas algo lejos de nuestra posición.

—¡Thomas!—

Intenté atacar a la bestia con una lanza, pero un latigazo de su cola fue suficiente para destrozar el palo y tumbarme.
El penitente me tenía arrinconada.
Todos los habitantes estaban ocupados con sus propios problemas, así que ninguno podía ayudarme.
La criatura levantó su enorme aguijón y lo lanzó hacia mi.
Cerré los ojos esperando el dolor, pero este nunca llegó.

¿Qué sucedió?

Abrí los ojos nuevamente y lo vi. Era Chuck.
El pequeño se paró frente a mi para recibir la picadura pero el aguijón del penitente era tan grande que destrozó su pecho.

—Chuckie...—

Thomas se acercó corriendo y clavó una lanza en la cabeza del monstruo.
Como pude, saqué el aguijón de Chuck y lo acosté lentamente en el suelo. Ya todos los habitantes habían terminado con los penitentes.

—____... yo-

—No hables, amiguito. Relájate, yo... yo te curaré ¿si? Juntos... juntos cruzaremos...—

Se me hacía imposible hablar.
Las lágrimas me nublaban la vista y un nudo me bloqueaba la garganta.

—Gracias por ser mi... amiga... tal vez... no logre ver el mundo... con mis propios ojos pero... lo haré a través de los tuyos.—Chuck tosió un poco de sangre y sonrió. Ya no respiraba.

—¿Chuck?... ¡Chuck, CHUCK! ¡Despierta!—

No... no podía perderlo a él también.

—Se fue, ____... se fue.—Newt apareció y me abrazó.

Los habitantes miraban tristes a Chuck, seguramente lamentándose por haberlo tratado tan mal en el pasado.

Chuck, espero que ahora estés en un lugar mejor... nunca te olvidaré, amiguito...

~°You're My New Reason (NEWT Y TU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora