~°You're My New Reason (NEWT Y TU)

II

El impacto repentino del sol hizo que me llevara las manos a la cara, intentando frenar esa cegadora luz.
Cuando sentí que era seguro abrir los ojos, aparté la mano y parpadeé lentamente. Me sorprendí al ver unos 20 chicos observándonos.
Di media vuelta, notando que el chico que vino conmigo estaba igual de desorientado que yo.
Comenzaba a asustarme, cuando un joven de tez morena apareció entre los chicos y me tendió la mano para que pueda salir del ascensor. Dudé un poco, pero terminé aceptando su ayuda.

—Hola, larchos... Bienvenidos al Área.—ayudó al otro joven—. ¿cómo se llaman?... ¿lo recuerdan al menos?—sonrió con burla.

—____ ... me llamo ____ ¿Tú quién eres?—

—Alby, un placer.—el moreno desvió la mirada al castaño—. ¿y tú eres...?—

—Thomas.—soltó distraído el joven que vino conmigo mientras observaba el lugar—. ¿dónde... dónde estamos?—

Finalmente me dispuse a examinar el lugar.
Era un enorme campo rodeado de 4 muros cubiertos casi por completo de enredaderas.

—Tranquilos, novatos. Estamos a salvo aquí. Mañana les daré un recorrido por el Área pero por ahora sería bueno que descansen. Llegaron bastante tarde... Chuck les mostrará dónde podrán dormir.—

Un muchachito regordete se acercó con una sonrisa.

—Hola, soy Chuck. Síganme, les mostraré sus camas.—Thomas y yo lo seguimos en silencio.

°•°

—¿Qué es este lugar? ¿Por qué estamos aquí?—

Las repentinas preguntas de Thomas rompieron el silencio.

—Eso se los dirá Alby mañana, yo no sé más que ustedes. Era el novato hasta que llegaron.—Chuck miró a Thomas—. Oigan... ya que los tres somos novatos... podríamos ser amigos ¿verdad?—

La emoción que tenía al decir eso me hizo soltar un "claro que sí, amigo", a lo que Chuck respondió con una sonrisa. Luego dirigió su vista hacia Thomas el cual solo asintió.

—Aquí están sus camas.—

El de rulos señaló unas hamacas de tela algo precarias.

—Se ven... muy cómodas.—Thomas las miró algo desconfiado.

—Aunque no lo parezcan, son geniales... Bueno, nos vemos mañana, "Amigos".—Chuck sonrió al decir la última palabra mientras salía de la choza.

—Adiós, Chuck. Descansa.—lo saludé con un vago gesto de mano.

—¿estás bien?—Thomas me miró, a lo que me encogí de hombros.

—Estoy respirando, creo que eso es suficiente.—me tumbé en la cama—. ¿Qué crees que hacemos aquí?—

—No lo sé, pero este lugar me parece familiar ¿a ti no?—

—Sí, siento que ya estuve en un lugar así antes.—

Thomas no dijo nada más, sólo se acomodó dispuesto a dormir.
La verdad no creo que ninguno de los dos pueda pegar un ojo, espero que mañana nuestras dudas sean aclaradas.