El secreto de Marinette

Capítulo 2

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Adrien estaba en una pequeña mesa, esperando que Marinette bajara para comenzar a hacer el trabajo. Mientras esperaba comenzó a pensar en su querida Ladybug.

Adrien: "¿Qué estará haciendo ella en estos momentos?"

Por más que pensara, no sabía. Nada se le venía a la mente, no tenía idea de la vida detrás de la máscara de Ladybug.

Comenzó a mirar el cielo que tanto le recordaba a sus ojos, cuando de repente entre los tejados de las casas vio saltar esa familiar figura delgada vestida de color rojo y parándose, procurando que nadie lo viera, se transformó.

Adrien: ¡Vamos, Plagg!

Saliendo rápido de la pastelería, le alcanzó el paso a Ladybug y corrió junto a ella.

Ladybug: Reaccionas rápido.

Chat Noir: Meow, ¿es un cumplido? Es que tu figura llamó mi atención, y no pude evitar seguirte.

Ladybug: Sí, sí. ¿Me podrías ayudar a terminar pronto por favor?

Chat Noir: ¿Asuntos pendientes? ¿Tiene que ver a algún chico que no sea yo, My Lady?

Al pensar en aquello Ladybug casi perdió el equilibrio, y Chat Noir quedó parado, un poco molesto. No le agradaba demasiado el pensar que aquello si fuera la verdad.

Lanzándose al aire, enrolló al akuma con su yo-yo, dejándolo inmóvil. Se trataba de un jugador de fútbol que por no meter un gol decisivo, fue molestado incontables veces. Sus brazos eran dos máquinas dispensadoras de balones, con una precisión increíble lanzaba balones a quien se lo propusiera. La fuerza que poseía su formado cuerpo hizo fácil que se deshiciera del enredo de Ladybug, así que la tomó y la lanzó lejos.

La chica de cabello azul usó sin dudar su "Lucky charm", que le dio un corazón de plástico.

Ladybug: ¿De qué me sirve esto?

La chica estaba un poco molesta, quería irse, no deseaba hacer esperar a Adrien, el tiempo con él se le hacía preciado.

Chat Noir: ¿Tal vez sea para que te me confieses?

Ladybug: Lo que digas.

Usando los cables de electricidad como resortes, tomó el corazón de plástico y tapó el agujero de donde salían los balones, haciendo que la máquina se sobrecalentara y finalmente explotara. Ladybug purificó a aquel ser, pero cuando quería irse Chat Noir se colocó en frente y la acorraló contra la pared.

Chat Noir: Estás de muy mal humor, My Lady.

Ladybug: Y no querrás cruzarte en mi camino estando de malas, gatito.

El rubio la quedó mirando fijamente y acercó a ella, la miraba con cara de interrogación, hasta que en su cabeza apareció el recuerdo de la realidad, la tarea, ¡Marinette! Dio un gran salto hasta llegar al tejado, y Ladybug tampoco desaprovechó la oportunidad de correr.

Adrien entró nuevamente a la pastelería, y vio allí sentada a Marionette, con el cabello un poco desordenado, pero sí ropa muy linda.

Marinette: ¡B-Bienvenido! V-Ven..., siéntate.

La chica se extrañó al ver que Adrien traía un aspecto de cualquier persona agotada.

Se concentraron en su trabajo, tenían que preparar un vestuario completo. Se fijaron en que ambos hacían un gran equipo así que no demoraron mucho.

Marinette: ¡Ah, quedó linda...! E-Es, ah... Perdón, g-grité.

Adrien: No, yo también estoy feliz. No pude haber tenido mejor compañera.

Marinette se sonrojó levemente, y al voltear, se dio cuenta de que en la mesa habían dejado una pulsera que había hecho Adrien con sus propias manos, aunque si la agregaban, no combinaría del todo. La chica se preocupó, tal vez él se sentiría mal.

Adrien: No pongas esa cara. No te preocupes de eso, sólo sobró.

El chico tomó la pulsera y se acercó a Marinette.

Adrien: Dejémoslo como un recuerdo, te la doy. De seguro se verá mejor en tu brazo que en un muñeco.

Marinette: P-Pero es muy linda, tiene perlas azules y todo...

Adrien: Me alegra oír eso. La hice pensando en alguien especial...

Al decir aquello se sonrojó y se tapó la boca. Marinette lo quedó mirando anonadada, y bajando la vista le habló.

Marinette: Tú... ¿Estás enamorado de alguien, no es cierto?

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