Capítulo 49.

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Zayn vuelve esta tarde, por fin. En realidad solo ha estado fuera una semana, pero para mí ha sido eterna. Me ha contado que ha recuperado la memoria. No completamente, algún tiene lagunas, pero es mucho más de lo que él esperaba. Creo que no tenía ninguna esperanza de recuperar sus recuerdos. No ha querido contarme muchos detalles sobre los últimos días, ha dicho que prefería contármelo todo en persona.

Mis padres, Diego y yo nos subimos al coche para ir a recoger a Zayn al aeropuerto. La verdad es que les dije que podía coger un autobús e ir sola, pero los tres querían acompañarme.

Llegamos en media hora, y aún falta otra media para que llegue Zayn. Estoy nerviosa. Muy nerviosa. Tan nerviosa que no me he acordado de traer el álbum de fotos que hice con Eli, pero bueno, seguramente es mejor dárselo cuando lleguemos a casa.

Me siento en un banco dentro del aeropuerto junto a mi familia. Todos intentan darme conversación pero tengo la mente en blanco. No les he contado casi nada sobre Zayn, es muy personal, y si quiere, puede contárselo él mismo.

-¡Zayn! -grito cuando lo veo a lo lejos, perdido entre un montón de maletas.

Echo a correr hacia él antes de que a mis padres les de tiempo a reaccionar. Cuando solo nos separan unos metros, el chico me ve, se le ilumina la cara y corre hacia mí. Suelto una carcajada cuando, al abrazarnos, él me levanta en el aire y da vueltas.

-¿Estás bien? -le pregunto cuando me deja en el suelo y consigo coger un poco de aire.

-Estoy mejor que nunca -dice, y vuelve a abrazarme-. No me voy a separar de ti nunca más.

Sonrío otra vez. ¡Por fin ha vuelto!

Le ayudo a encontrar su maleta y caminamos hacia mi familia.

Mi madre sonríe y le abraza cuando llegamos hasta ellos, y lo mismo hacen mi padre y Diego.

Llegamos a casa a las nueve de la noche, y mientras mi padre pone la cena, Zayn saca de la maleta una bolsa.

-Esto es para ti -dice, sacando una sudadera gris en la que pone "I ♥ London" de la bolsa, y tendiéndosela a mi madre-. Seguro que te queda bien, Ana.

-Hala, ¡muchas gracias! -dice mi madre sorprendida sonriendo-. ¡Qué bonita! Así que has estado en Londres...

-Sí -responde Zayn mientras saca una camiseta de un equipo de fútbol y se la entrega a mi hermano-, aunque sólo de paso.

-¡Gracias, tío! -exclama Diego muy contento. Pocas cosas les gustan tanto como el fútbol a los hombres de mi familia.

-Esta para ti... -saca otra camiseta igual que la de mi hermano pero con otro número y se la da a mi padre.

-Gracias, Zayn, me encanta, pero te habrás gastado mucho dinero...

-No hay de qué, es lo menos que podía hacer -dice Zayn sonriendo-. Y para ti... -dice acercándose a mi- ...toma.

Me entrega una pulsera pequeñita de plata, con una calavera en medio, y un cuaderno cuya portada es una foto de una carretera junto a una playa.

-Gracias -digo, y le abrazo-. Me encanta.

Cuando terminamos de cenar, mi madre nos obliga a Zayn y a mí a irnos a dormir, y me impide estar con él porque "estará muy cansado del viaje", pero en cuanto ella se despista, ambos nos escabullimos.

Zayn me envía un mensaje para decirme que no está en su habitación, sino en el ático. Sonrío al leerlo. Cojo un par de almohadas, varias mantas y el álbum de fotos que voy a regalarle y, cuando compruebo que mi madre no está al acecho, subo rápidamente para reunirme con Zayn.

Él se ríe al verme aparecer por la trampilla.

-Qué poco has tardado -dice.

-Ya estaba preparada para subir cuando me has mandado el mensaje. Por cierto -digo haciendo una mueca-, yo te iba a hacer un regalo, pero...

-¿Pero? -pregunta Zayn con media sonrisa.

-Pero es que ahora, al ver lo que me has comprado tú, pues lo mío es muy cutre...

-¡Venga, anda! -el chico se ríe-. Dámelo ya -dice extendiendo una mano.

-Mejor no... -digo intentando no reírme. Sé que voy a acabar dándoselo, pero también sé que Zayn tiene ganas de reírse, y yo también, así que me voy a hacer de rogar un poco...

-Claudia... -dice sonriendo de lado y levantando una ceja.

-¿Qué? -digo poniéndome de pie y escondiendo el álbum detrás de mi espalda.

-¿No me lo vas a dar? -pregunta. Y me mira así, como siempre que está a punto de decir o hacer alguna tontería solo para que yo me ría, con esos ojos que me vuelven loca. Yo niego enérgicamente con la cabeza y disimuladamente doy un paso hacia un lado, alejándome de él. Zayn se da cuenta, y avanza un paso hacia mí -. Entonces tendré que cogerlo yo...

Salgo corriendo en cuanto veo que él se lanza sobre mí e intento no hacer ruido para que mis padres no nos oigan desde abajo. Cuando no he recorrido ni la mitad del ático, Zayn cierra sus brazos a mi alrededor, se tira al suelo (que por suerte es la zona blanda en la que practicamos boxeo) y me arrastra con él. Caigo de espalda sobre su pecho, y aunque intento rodar hacia los lados para huir, sus brazos me lo impiden.

-¡No! -grito riéndome-. ¡Suéltame!

-¡Dámelo! Te he pillado, tienes que dármelo -me dice al oído.

-¿No hay más opciones? -pregunto haciendo un puchero.

-No -sonríe. Me rindo y me suelta para coger la bolsa de plástico en la que pone "Bienvenido" que tengo en las manos-. A ver... -dice sacando el álbum del interior de la bolsa-. ¡Es un álbum! -dice sonriendo, y yo también sonrío. Nos ponemos de pie y caminamos hasta el sitio donde he dejado las mantas y almohadas, y nos sentamos.

-No es gran cosa, ¿vale? -digo tapándome la cara con las manos.

-Eso lo dirás tú -dice el chico abriendo el álbum.

En la primera foto salimos Zayn y yo, en la habitación en la que dormimos, en la casa de mi abuela. El día después de que aquel tío entrara en mi casa y todo ese lío. De eso hace ya mucho tiempo. La foto nos la hizo mi padre, cuando acabábamos de despertarnos. Estamos en pijama, y yo tengo fatal el pelo, pero creo que no importa. Es una de mis fotos favoritas.

Debajo de la foto he escrito: "En casa de la abuela de Clau, era casi la hora de comer, pero todavía no nos habíamos levantado".

Miro a Zayn mientras observa la foto y lee la descripción con una sonrisa en la cara. Me mira y pasa a la siguiente página mientras yo sigo esperando su veredicto.

La segunda foto nos la hizo mi hermano desde el hueco de la trampilla, porque no le gusta subir al ático. Salgo tumbada en el suelo, poniendo una cara tonta, delante de la pared que tiene pintado el graffiti, y Zayn está a un lado, en cuclillas, sacando la lengua y con los pulgares hacia arriba. "Haciendo el tonto en el ático".

Zayn murmura algo en voz muy baja, pero no le entiendo.

-¿Qué? -pregunto. Aparta la vista del álbum y me mira.

-Que me encanta -dice sonriendo. Y sé que lo dice de verdad.

Amnesia. [Zayn Malik]Where stories live. Discover now