MALDITO AMOR, MALDITO DOLOR, MALDITO PLACER [Sehun y Tu]

ATENCIÓN

- los resultados los tenemos – dijo la doctora mientras los chiquillos se sentaban y se ponían aún más nerviosos – no sé cómo lo van a tomar... pero... no estas embarazada – los chiquillos soltaron todo el aire que contenía dando a tender la tensión que estaban teniendo- sin embargo tu nivel de hemoglobina tiene una cantidad baja de glóbulos rojos por eso es la falta del periodo. Sé que tienes cita con el Dr. Shin él te explicara mejor la situación – escribía algunas indicaciones en el recetario – Ten esto... una crema que la tienes que ponértela en todo el conducto vaginal, ayudara a terminar la cicatrización del desgarro – la castaña la veía confundida ¿Cómo se aplicaría la crema?, pero no hizo falta preguntar pues la Dra. Le explicó – tiene un aplicador, se parecen a las jeringas, pero sin la aguja. Eso es por una semana solo en las noches y lo otro son anticonceptivos. Cuando empieza tú periodo hasta que termines con las 21 capsulas a la misma ahora, descansas 7 días y vuelves a empezar. Sé responsable con el horario para no ampliar el margen de error. Eso es todo. Encantada de conocerlos, si necesitan en otro momento de mis servicios estoy a su disposición.

Sin más los chiquillos se retiraron y se mantuvieron en silencio todo el camino al consultorio del Dr. Shin. Por alguna razón el saber que no estaba embarazada los había entristecido, pero también relajado. Sus sentimientos eran contradictorios, pero era muy decepcionante.

Sin haberse dado cuenta ya habían estado planeando un futuro, pero que queda de todo eso? NADA, ilusiones tontas y desmedidas... bien sabían que un niño a esa edad no era lo ideal... Qué tontos!

- Siéntense chicos – los saludaba con una sonrisa, pero el humor de estos se leía que no estaban de los contentos – bueno tengo tus resultados... enhorabuena que no estas embarazada – a la chiquilla se le aguó los ojos y Sehun le dio una mirada intimidante haciendo que este baje la mirada – oh! Lo lamento mucho... yo... - era tan incómodo y raro ese momento para aquel médico de renombre. Nunca en la vida se hubiera imaginado tener que disculparse con unos niños por no ser futuros padres, pero de eso se trataba su profesión... sorprenderse con diversas cosas y una de esas era ese momento

- Bueno que tiene que decir – dijo de manera cortante el castaño – no tenemos exactamente todo el día

- Eh.. si, lo que pasa que tiene la señorita Grewd es anemia. Está falta de hierro y deshidratada. Tiene que empezar una dieta con alimentos que contenga mucho hierro y unas vitaminas, la deshidratación es algo que ella tiene que manejar por lo visto no se está alimentando bien por lo tanto sus sistema inmunológico también es decadente. Te podremos suero, pero eso es solo por hoy. Después tendrás que cumplir con la dieta, tomaras hidratantes y aparte de las vitaminas un regenerador de la flora intestinal - ¿no se había estado alimentando? El chiquillo había estado furioso, no solo con ella por descuidarse, también con él... porque él también tenía que haber estado cuidando de ella, peor lo único que hace es escapar de todo y una de las consecuencias era esta - ________ necesitas alimentarte. No es un juego el estar sin comer – ella solo asintió y quiso soltarse del agarre de Sehun, pues sabía que estaba molesto porque se había tensado y le estaba apretando con más fuerza la mano - Bien eso es todo. Toma esto y síguelo al pie de la letra en dos semanas vuelves para volver hacer los análisis. Una enfermara te llevará para ponerte el suero. Espero que todo mejore. Un gusto servirles.

La enfermera la dejó recostada con la vía y el suero entrando a su sistema mientras el chiquillo estaba sentado a un costado tratando de tranquilizar su enojo, pero bien se sabía que él no era de los que estaban tranquilos y pues si no lo sacaba iba a ser peor.

- ¿por qué demonios no has estado comiendo? – dijo entre dientes y lo más bajo que pudo. Ella se quedó mirándolo y no sabía que responder... solo se le había ido el apetito y no pensó que tendría esa consecuencia – ¡Contesta! – alzo la voz mientras la fulminaba con la mirada. Se encogió de hombros la chiquilla y susurró un "no lo sé" - ¿Cómo demonios no vas a saber? Por favor dime la verdad y no me hagas perder la paciencia