MALDITO AMOR, MALDITO DOLOR, MALDITO PLACER [Sehun y Tu]

¿DE QUIÉN ESCAPAS?

NARRADOR

Había sido una de esas conversaciones que no esperas tener, pero que sabes que algún día tenía que llegar. Esa conversación con Anel lo tenía en unos altibajos, estaba furioso con ella y con ______, pero a la vez sabía que todo había sido su culpa. No esperaba decirle todo a _______, como que tampoco no planea volver a buscar a Anel, pero tenía esa necesidad de buscarla... tal vez y era para cerrar esa etapa con ella, tal vez todo esto era necesario.

Estaba pagando el no haber sido sincero desde un principio ahora, estaba bebiendo sin control, escuchando lo que decían sus amigos y trataba de no prestar atención a JongIn con sus miradas fijas que lo tentaba a decir todo, también estaba las miradas de YiXing que de una manera inexplicable le brindaba un consuelo.

Y se pasaron toda la madrugada bebiendo. Sehun estaba en otra dimensión, mientras los demás riendo y discutiendo por momentos. El chiquillo de ojos miel se la había pasado viendo la hora, yendo al baño, caminando de un lado a otro, sentándose y parándose, parecía un animal en cautiverio, hasta que todo lo bebido empezó hacer efecto y no solo en él, también a los demás, pero el más afectado era Sehun, antes de irse les dijo que tenían las suficientes habitaciones para quedarse.

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Solo necesitaba saber que estaba haciendo lo correcto, le gusto estar así con él, pero por más que le dijo que si y le gusto ver esa sonrisa que iluminaba su rostro... necesitaba hablar con alguien y pues no exactamente pensó en su amigo, necesitaba a una chica, tenía dos opciones, la nana SoangMin o Marianne Graf, no estaba segura de la segunda opción, pues de ella nunca se le había dado por tener alguien a sus lado, pero _______ sabía bien que era por inseguridad de ella, siempre creía que el otro no la quería o simplemente que ella no podría querer a alguien. Le quedaba la nana, pero no quería ir a la casa de sus padres, pues la manera de despedirse no fue la mejor y ella aún seguía molesta con ellos.

Había pasado todo el tiempo en su PORSCHE, pensando en el asiento del piloto con el respaldo echado hasta que se le ocurrió ir a ese café que la llevaron a los 14años después de haber salido de exámenes a medio año, pero era lejos... eso no importo, solo quería relajarse.

Un viaje de 5 horas a Busan solo por una cafetería donde servían la mejor vainilla latte le parecía que valía la pena, pues ese era el tiempo de relajo que necesitaba, pero no llego en 5 llego en 4 y llego justo antes de que cierren.

- Por favor – junto las manos –

- Lo lamento, pero ya estamos cerrando – le dijo aquel chico que tenía un gran parecido con Sehun, solo que este era un poco bajo y con un trato más amable

- Te lo ruego – suplicó – te pago el triple, pero no hagas que mi viaje sea en vano

- Señorita por favor – la miro suplicante

- 6 veces más. Dime cuanto quieres... yo pagaré lo que me pidas – entornó los ojos, esos ojos miel suplicantes ablandaron su corazón

- Eish – se quejó dándole pase y esta sonrió

- Gracias!!! – salto y sin darse cuenta lo abrazó dejándolo pasmado, pero correspondió su abrazo

- Ya, ya... - le dio pequeños toques – qué le sirvo?

- Lo lamento. Vainilla latte con mucha espuma

- Siéntese –sonrió y se puso en marcha

- Soy ________, trátame de tu

- Luhan para servirte y de dónde vienes?

- Seúl

- Y que has venido a Busan?

- A tomar la vainilla latte – dijo de manera inocente la castaña, pero este volteó sorprendido

- Estas loca? Acaso allá no existen cafeterías?

- Si, pero no como esta, esta tiene un buen recuerdo y has ahora la mejor vainilla latte

- Bueno aquí tienes – la chiquilla con una sonrisa gigante observo la taza que posaba en la barra, tomo una servilleta y la puso en sus piernas, con suma delicadeza tomó un poco de esta

- Aja.... – esta elevo la mirada confundida – así que tengo a una niña rica sentada en mi barra

- No nada de eso – arrugo la nariz

- Pues lo saco solo de verte, tu forma de servirte, la manera delicada al hablar toda burguesa – modelo la voz haciendo reír a la ojimiel – para terminar la llave del PORSCHE

- El dinero es de mis padres – las dos últimas palabras lo dijo en susurro

- Así que te has escapado

- No

- Bueno entonces tú no tienes escuela?

-Si

- Entonces que haces aquí

- Ya te dije

- No creo que hayas venido solo un la vainilla latte – soltó el aire de manera que dejaba ver su agotamiento

- Tal vez si escape, pero no de mis padres... necesitaba pensar y quería un lugar que me trasmita buenos recuerdos

- Se puede saber de quién escapas?

- De mi prometido que ahora resulta que quiere una relación de verdad

- prometido? Te casaras con un tipo con el cual no tienes una relación?

Y así fue como le conto todo lo sucedido, se sentía tan bien contarle todo a alguien que era neutro, no diría que ella estaba en lo correcto o que Sehun lo estaba, daría su punto de vista de la forma más sincera y así fue, la ayudo mucho, se quedaron hablando de manera tendida. Él también le conto sobre su vida, como que se había ganado una beca en la Universidad de Seúl, que era todo lo que había soñado.

Congeniaron muy bien, era como si se conocieran hace mucho tiempo, él le brindo un lugar donde dormir y la vainilla latte fue por "la casa".

- A las 3 de la mañana me voy, espero no quedarme dormida

- Por qué no pones despertador?

- No quiero prender el teléfono

- Sabes que lo tendrá que haces? – esta afirmó

- Pero no quiero ahora

- Esta bien, yo te levanto

- Gracias

- Ok, descansa pequeña

Así fue... la despertó, ella le agradeció un millón de veces más, se despidieron con un cálido abrazo deseándose suerte y él advirtiéndole que no siempre la gente es buena, que no debería confiar tanto como confió en él.

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