¡... ODIO POR MI!

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NARRADOR

Todo había sido inesperado, pues no había pasado ni una semana de lo sucedido… Se reunieron los Grewd con los Oh, aparentemente era una cena de confraternidad y era solo para arreglar los inconvenientes. Los días anteriores sus padres estaban más que dispuesto a pagar el precio que sea para que se desaparezca esos hematomas del rostro – cremas y masajes en la zona para que reduzcan las marcas como solución -  habían ido a buscar vestimentas que vayan de acuerdo con un coctel, todo eso se les hizo raro a los chiquillos pues que ahora vestían en las mejores pintas.

Sehun estaba esperando en el lobby con un imponente traje sin corbata, la camisa con los tres primeros botones sueltos marcando bien el cuello y clavícula, un pañuelo de seda en el bolsillo del saco, todo en negro, menos los accesorios, un Rolex Tourbillon hecho en oro por completo y los gemelos. Le habían dicho que tenía que recoger a _______  a las ocho de la noche y que los esperarían en una sala privada del hotel “The Shilla Seoul” . La castaña caminaba nerviosa de un lado a otro, Jean la había terminado de arreglar a las ocho menos tres, un vestido negro de estilo vintage, pegado hasta la cintura y la parte de abajo era como una falda redonda, pero un poco más elevada, zapatos de tacón alto con plataforma del mismo color, el cabello recogido en una cola que caía en ondas, unos pendientes largos, un reloj Hubolt y un brazalete de Cartier, todo hecho en oro los accesorios para completar le habían dado un bolso “sobre” negro con broches dorados, el maquillaje no era cargado, lo más llamativo eran sus labios carmesí opaco.  Si, los habían hecho vestir con el mismo estilo, tenían que reflejar la elegancia en conjunto, una pareja como nunca la habían visto, eso querían que los demás vean, pues lo habían logrado.

Una vez más pasaba por esos nervios de como la verían, esta vez estaba solo Sehun, todo era un misterio, pero le habían pedido que se porte a la altura – recta, vista en alto, una sonrisa y tomar el brazo del castaño – pues así lo haría. Dio un buen respiro y se encamino a las escaleras, pero en ese momento se quedó sin aire, él estaba de espalda, pero aun así se veía imponente, ese traje hacia ver la espalda más ancha, las caderas pequeñas, una “v” perfecta, una mano en el bolsillo que hacia deslumbrar el reloj de oro que llevaba, estaba recargado en una pierna, se veía aún más varonil de lo que era con ropa informal – el corazón le latía más rápido y hasta se había olvidado de respirar – trago fuerte y se dio valentía

- Ho... Hola – dijo entre cortado para que este voltee y así lo hizo, en la otra mano había estado con el teléfono entreteniéndose – lamento hacerte esperar – el chiquillo estaba con la boca abierta, “la espera valió la pena” pensó

- Ah... Ah, esto – le mostro el teléfono – no es nada, ¿estas lista? – ella afirmo con la cabeza mientras fue bajando las escaleras, este le estiró la mano para ayudarla

- Gracias – dijo sonrojada

- Esta bien – era notorio el nerviosismo entre ambos – ¿tu abrigo?

-  En que estoy pensando – dijo entre dientes - ¿BoYeon? – aquella chica de cabellos color negro azabache se apersono, al darse cuenta del castaño se quedó con la boca abierta, este le regalo una sonrisa que hizo que agachara la mirada y tomo color sus mejillas, _______ se dio cuenta, la entendió perfectamente, era la típica sonrisa “quita bragas” agacho un poco la cabeza buscando la mirada de esta – podrías traerme el abrigo negro con vuelo – esta asintió – lo deje en la habitación de mis padres

- Ahora lo bajo señorita – la castaña frunció el ceño mientras la pelinegra daba una reverencia manteniendo los ojos en el suelo, el color no desaparecían por completo de las mejillas de esta

- ¡BoYeon! – la riño haciendo que esta de un respingo, elevando la mirada que no la sostuvo – sabes que odio que me digas señorita, soy _______ - la pelinegra por fin levanto la cabeza, pero con los ojos sobre abiertos mirándola y después mirando al castaño que la miraba con una ceja elevada, que hizo que nuevamente baje la cabeza – Mírame – pero esta no hizo caso haciendo que _______ la tomara de la barbilla le levantara el rostro, se acercara y le ponga una mano en la espalda para que esta se enderece – mmmmmh así está mejor, llámame ______, ya sabes – esta volvió a ver a Sehun -  Ya veo, no te preocupes por el “Joven Oh” – dijo en un tono sarcástico – él no dirá nada – lo miro, el castaño que la miraba con una sonrisa amplia - ¿ciert…to? – esta se sonrojo y redirigió la mira sin dar el tiempo de mirar como él afirmaba con la cabeza– Va hacer nuestro secreto, ve a traer por favor – en un abrir y cerrar de ojos la pelinegra ya no estaba, dando la oportunidad perfecta para poner nerviosa a la castaña

MALDITO AMOR, MALDITO DOLOR, MALDITO PLACER [Sehun y Tu]Where stories live. Discover now