Las conversaciones volvieron a hacerse fluidas, como todos los días en mi habitación, y casi sin darnos cuenta, ya estábamos en el aeropuerto.

-Bueno, yo os espero aquí.- Dijo mi hermano apagando el motor de su Jeep.

-Ven con nosotros. -Propuso Scott.

-No, sería raro que el primer día de vuelta le presentes a tu novia y a su hermano, os espero aquí.

-Está bien -respondió.

Nos encaminamos hacia la entrada, no había mucha gente, sólo unos pocos viajeros con sus maletas corriendo de acá para allá. Nos detuvimos enfrente de un panel de llegadas.

Procedencia: Vancouver/ Hora estimada de llegada: 10·23

Miré mi reloj, las diez y veinte. Como lo había calculado tan bien? Mire a Scott, estaba con el móvil en la mano.

-Scott, -conseguí captar su atención- como sabías que íbamos a llegar tan puntuales?

-No lo sabia- rió- creo que ha sido suerte.-me dio un beso fugaz en la comisura de los labios y tomándome de la mano empezó a caminar- vamos, su avión llega a aquella puerta.

Nos sentamos en unas sillas cerca de la puerta por la que saldrían los pasajeros. Scott sacó el móvil y me enseñó una foto de cuando Cameron y él eran pequeños, en la piscina. Eran monisimos, y los ojos verdes de Cameron destacaban en su preciosa cara. También me enseñó otra más actual, en la que tendrían unos 13 años. Estaban jugando a los videojuegos y por las caras, podría decirse que Scott perdió contra él.

-Perdiste aquella partida, verdad?

-Si -sonrió- fue una batalla final, la última del videojuego. Jugamos pocas horas antes de que se fuera a Vancouver, y se fue con una sonrisa.

-El avión procedente de Vancouver ha aterrizado hace breves instantes y en dos minutos los pasajeros podrán desembarcar por la puerta dos, muchas gracias.

Miré por la ventana, un enorme avión estaba estacionado donde anteriormente sólo había operarios trabajando. Un gran remolque transportaba las maletas del avión hacia el aeropuerto, mientras una gran pasarela se extendía hasta la puerta del avión.

Una de las azafatas abrió la puerta, dejando salir a los viajeros que se amontonaban al otro lado de la puerta. Scott se levantó de su asiento, buscando a su amigo. Cuando el último de los amontonados hubo salido Scott se asomó en la puerta y yo le seguí. Una familia, una pareja y una niña de unos diez años, estaban en la entrada del avión, mirando hacia dentro. Scott los reconoció, llamó al único hombre presente, Daniel. Este se dio la vuelta y saludo con la mano a Scott. Daniel se hizo a un lado para dejar salir a otro chico, Alto, más o menos como Scott, de pelo castaño y ojos azules, que sonreía ante la atónita mirada de Scott. Supuse que ese era Cameron, era como me lo describieron y además miraba a Scott con mucha confianza. Andaba rápido y pronto nos alcanzó y se fundió en un abrazo con Scott.

-Tio, cuanto tiempo.-Scott.

-Ya te digo, tengo que ponerme al día de todo.

-Tenemos que echar una revancha, recuerdas - ambos sonrieron- no creas que voy a rendirse tan fácilmente.-golpeó con suavidad el hombro de Cameron.

-Y ella quien es -dijo señalandome con la cabeza.

-Es Hazel, mi...-me miró buscando aprobación, a lo que asenti ligeramente- novia.

-Enhorabuena tío, es de la que me hablaste?

-Si...-dijo sonriendo- puedes ver que lo he logrado.

-Scott cariño!!! -dijo la señora que iba con Daniel abrazandole- cuanto tiempo sin verte! Has crecido! Veo que te has echado novia... que ligoncete!

-Cariño... creo que asustas al chico -la señora soltó a Scott- un gusto volver a verte -se dieron un apretón de manos y después la niña se acercó a Scott y le abrazó.

-Bueno os dejamos a los tres. Cameron, hijo, tu tío nos ha venido a buscar con el coche, cuando acabes sal al aparcamiento vale?

-Si mama -respondió el. Cuando ya se hubieron alejado se dirigió a mi.- me llamó Cameron. Pero me puedes llamar Cam.

-Hazel. Un placer.

-Que le has contado sobre mí?- preguntó dirigiéndose a Scott

-Poca cosa, que nos conocemos desde que tenemos cinco años, que te encantan los videojuegos y que eres gay.

-Pues no hay mucho más que contar, lo bueno es que tú me podrás ayudar a encontrar pareja para el baile de Invierno- dijo sonriendo.

Su teléfono sonó, era un mensaje y nos dijo que teníamos que darnos prisa.

-Oye, Cam, te agobia si te presento a alguien mas?

-Para nada, donde esta?

-En el aparcamiento.

Los del libro azul (Pausada)Where stories live. Discover now