Capítulo 9

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Liam:)
Oye, no vas a venir nunca a casa o que? Mama y Papa están fuera pero yo no.


Liam...

Y dejó de estar en línea. Como esperaba la pantalla de mi teléfono se tornó negra para después dejar ver el nombre de mi hermano llamandome.

-Que pasa?-preguntó el serio.
-No, nada.
-A ver pequeña niña, es que no sabes que soy tu hermano y que te conozco desde el mismísimo momento de que saliste (un poco asquerosamente) de mama?
-Si, lo sé.
-Pues habla, sabes que puedes confiar en mi.
-Estoy... en el hospital.
-QUE TE HA PASADO? TE HAS CAIDO? ESTAS BIEN?
-Si, tranquilo, yo estoy bien.
-Tu? Entonces que ha pasado? Es Emily?
-No. Es Scott.
-El chico del diario?
-Si.
-Habla.

Una vez más me sinceré con mi hermano, al fin y al cabo era el mejor aliado que puedo tener y sé que puedo confiar en el.

-Caray, lo siento. Tienes que denunciar a ese cabron.
-Ya, pero... tengo miedo Liam.
-Yo tendría más miedo de verle todos los días en el Instituto sabes? Tenéis que denunciar.-una enfermera dijo mi nombre mientras que mi hermano hablaba.
-Ya Liam, te dejo, que me llama una enfermera.
-Suerte, adiós.

La enfermera me hizo pasar a la camilla en la que estaba Scott. Estaba despierto, gracias a Dios. La amable señora me dijo que se había roto la nariz y que tenía una costilla fisurada. Según me vió Scott soltó un suspiro y me hizo un gesto para acercarme.

-Gracias a Dios que estas bien, pensaba que ese demonio te había hecho algo.-me susurró al oído mientras le abrazaba.

-Y te alegras de que yo esté bien antes de que tu sigas vivo? Estas fatal Scott, no podemos dejar que nos domine así. Esta vez tuvimos suerte de que aquel señor estuviese allí.

-Que señor?

-El que me salvó de William.- me miró con cara de no entenderme así que sentandome en la camilla prosegui- cuando te dejó inconsciente un señor que pasaba por allí le dijo a William que si no paraba y se iba llamaría a la policía, así que sin opción se fue corriendo. Luego muy amablemente me ofreció ayuda y llamó a una ambulancia.

-Menos mal. No me habría perdonado estar allí tirado mientras ese cabron te toca.

-No estabas tirado, estabas inconsciente, con la nariz rota y una costilla fisurada así que déjate de autocrítica...

-Scott, hijo! -una pareja mayor se acercó a nosotros.

Dejando privacidad me retiré un poco de la camilla y observé como estos se preocupaban por Scott.

-Estoy bien mama, estoy bien.-me vio apartada y dijo- Papa, mama, esta es Hazel.

-Encantada cariño -me dio dos besos- soy Meredith.

-Daniel -dos besos- encantado.

-Scott nos ha hablado muy positivamente de ti, Hazel.

-MAMA?!?!-no pude retener una risita ante la reacción de Scott, tenía los ojos como platos.

-Sólo digo la verdad, cariño. Ahora os dejamos solos, la enfermera dice que puedes volver a casa así que te esperamos en la sala de espera.

-Vale, ahora voy.

Los dos se alejaron hacia la salida y desaparecieron detrás de la puerta. La incomodidad se palpaba en el ambiente, estuvimos sin decir palabra un rato.

-Parece que vas a tener máscara para una temporada no?-dije rompiendo el hielo.

-Si verdad?-dijo soltando una risa- creo que debería ir con mis padres.

-Si, te ayudo?

-Búscame la chaqueta por favor.

La encontré debajo de la camilla caída. Se la entregue y salimos a la sala de espera.

-Oh, al fin, vamos Scott. Un placer Hazel.- se despidió Meredith.

-Encantado Hazel, hasta otra.- dijo Daniel.

-Adiós, mucho gusto.- contesté. Me despedí de Scott con la mano. Este me correspondió con otro gesto.

Los del libro azul (Pausada)Where stories live. Discover now