Capítulo 21: Es mío

Start from the beginning
                                    

No quiero ser encontrada por nada ni nadie. Tal vez fuera un miedo superficial pero... Si para Raúl no le llego el remordimiento de a verme quitado todo, podía vender mi alma al diablo a que tampoco se iba a tentar el corazón para quitarme un hijo suyo si lo podía y estaba a su alcance. Sin darme cuenta puse una mano en mi pequeño abdomen abultado apenas notable. Las horas pasaron como agua y Mauricio regreso a casa, el se llevaba a Alicia al trabajo y la dejaba en la guardería mientras yo trabajaba. Tome mi uniforme y lo puse en una bolsa mientras me ponía un jeans y una blusa azul pastel, amarré mi cabello en una coleta y me fui.

-Yuliza... - escuche que me llamaban después de unos minutos de a verme cambiado de ropa, llevaba un vestido negro de lentejuelas ajustado y un mandil blanco en la parte baja y unos tacones no muy altos - lleva estos Whisky arriba en el despacho del jefe por favor.

-Claro. - dije mientras terminaba de servir unos tequilas a los apostadores.

Camine con una charola en la mano mientras subía las escaleras sentía mi mano sudaba por alguna razón, me paré antes de llegar a la puerta mientras mi respiración se apaciguaba abrí la puerta y sentí que la respiración abandonó mis pulmones y los pies me fallaban...

Pov. Raúl

El investigador me entrego un sobre, estaba sentado en mi despacho observando las fotos, Yuliza caminando altas horas de la noche en un parque, ella entrando al edificio en donde vivía el doctorcito, él doctor con Alicia y otro de Yuliza en el parque sentada llorando miré la foto y mi corazón se detuvo acaricie la foto como si de esa forma pudiera estar con ella, tocarla tenerla entre mis brazos, después de varias semanas de no tenerla a mi lado, cada día levantarme era cada ves mas pesado, toda mi casa me recordaba a ella, la invocaba sin darme cuenta, la buscaba sin siquiera percartarme, buscaba con ansías su mirada, su sonrisa o alguna frase graciosa típica de ella.

Pero sobre todo me levantaba más temprano de lo usual y caminaba al cuarto de Alicia y me sentaba ahí por horas solo observando la cuna y los peluches. Por las tardes sin poderlo evitar me lastimaba caminando al invernadero dónde Yuliza siempre se encontraba leyendo. De pronto un recuerdo me invadió de cuando estaba en mi despacho a altas horas de la noche.

- ¿No puedes dormir? - preguntó asomando su cabello y los pequeños rizos alborotados alrededor. - lo siento, vi la luz prendida de tu despacho.

- pasa, sí, no puedo dormir Yuls.

Entró con una pequeño blusón color hueso que no dejaba nada a la imaginación y se paro enfrente de una de las estanterías y tomaba un libro de Jane Austen, lo revisó y se asentó mientras extendía sus pies sobre mis rodillas y comenzaba a leer.

-Ignorame - dijo con una sonrisa - y sigue con tu trabajo de la oficina.

Y sabe Dios que lo intente.

-No puedo - dije después de unos minutos arrancándole el libro de las manos mientras me observaba algo desconcertada. Lo único en lo que pensaba era en ella sentada casi sobre mi demasiado sexy para mi gusto, me posicione sobre ella y estampé mi boca sobre la de ella que me devolvió casi de inmediato. ¡Dios! esa noche dormimos sobre la alfombra del despacho.

Toque mi cabello, me sentía desesperado.

Estaba parado de espaldas a la puerta mirando unos papeles, había pedido algo para tomar y por fin había llegado. Escuche que se habría la puerta no le tomé importancia trate de no mirar a la inquilina ni que ella me viera.

- dejalo aquí en el escritorio por favor - dije mientras la escuchaba caminar detrás de mí gire bruscamente para no toparme con su mirada y camine así la puerta y luego hacía el escritorio sin mirarla ninguna vez.

Compromiso a la fuerza.Where stories live. Discover now