Capítulo 18

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Harry y yo hicimos lo posible para lograr una sonrisa en el rostro de Colleen, y luego de mucho esfuerzo, lo logramos. La llevamos al castillo, a obras de teatro, le compramos dulces, en fin; la mimamos por bastantes horas, y ella lucía más que feliz.

En algún momento del día, mi madre llamó, me deseó feliz cumpleaños atrasado, y le mandó saludos a Colleen. Le conté un poco de lo que había pasado el día anterior, y ella casi comienza a llorar de la felicidad, por lo que me detuve a la mitad del relato y le dije que se lo contaría cuando estuviéramos de vuelta en casa.

Y la verdad, era que ese mismo día teníamos el vuelo devuelta a casa, lo que nos tenía a todos muy tristes (menos a Cole; ella estaba concentrada en otras cosas como para prestar atención al mundo). Así que aprovechamos ese día al máximo.

Lo primero que hicimos fue llamar el servicio a la habitación y pedir un pequeño pastel con velas. Nos lo trajeron obviamente; tenía flores y corazones por todos lados de distintos colores. Se veía lindo, y a Colleen le terminó gustando. Sopló las velas (con nuestra ayuda, por supuesto) y luego dio varios aplausos.

Harry estaba muy feliz. Casi se le caen las lágrimas al ver a su hija cumplir un año.

Yo también estaba feliz; seguía viendo a Colleen como la persona más linda y tierna del mundo, y además, tenía a su padre al lado.

Después de desearle feliz cumpleaños, por primera vez en tanto tiempo, pude mostrarme cariñoso hacia Harry, y él también hacia mí. No quitaba su brazo por alrededor de mí cintura, me tenía tomado de la mano, me sonreía (esa sonrisa que me encanta), y no paraba de besarme.

Sin duda, estaba en las nubes.

Pero también, tuvieron que pasar cosas malas ese día.

Harry y yo estábamos tomados de la mano, mientras que yo pedía una bebida para los tres, y un dulce para Colleen, en un carrito donde vendían comida. Todo salió bien; me dieron el cambio y nos alejamos un poco para abrir las cosas.

Yo estaba abriendo la bebida cuando alguien pasó rápidamente al frente mío y volteó toda la bebida en mi camisa. Pero no. No fue por accidente. Fue intencional, y de eso me di cuenta segundos después, cuando la misma persona, que al final era un chico en skate, pasó al frente nuestro nuevamente, y detenerse a pensar un poco, gritó;

"¡Maricones!"

Ese apodo no me molestaba, para nada. Cuando empezaba a descubrir mi sexualidad, asumí que utilizarían ese 'insulto' contra mí siempre que pudieran, sin importar cuan estúpidos lucieran al hacer eso. Me resultaba ridículo que alguien hiciera eso, pero al parecer, a Harry no, porque rápidamente se levantó del lugar donde estaba sentado y comenzó a revisarme.

"¿Estás bien, Niall?" Preguntó, con una mueca de molestia "Mataré a ese hijo de..."

"Estoy bien, Harry. Me puedo cambiar la remera, no tengo problemas con eso"

Eso no sirvió para calmarlo.

A ese punto, ya teníamos a casi toda la gente de nuestro alrededor con sus ojos puestos en nosotros. No me preocupé por ello, levanté a Colleen de su sitio y le quité el dulce que tenía en sus manos.

"¿Dónde está ese chico?" Murmuró Harry.

"Ya vámonos" Le contesté y lo tomé por la camisa.

Y obviamente tenía que llegar ese idiota para arruinar una vez más nuestro momento.

"¡Hey, maricones! ¿Qué se siente que les tengan que dar por el culo todos los días?"

Si te soy sincero, se siente excelente.

Papá [NARRY, AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora