33

584 63 15
                                    

—No me hables de Baker.—dijo enfurecido.
—Te voy a hablar de lo que quiera, tú limítate a callarte.—le respondí.

Brian alzó sus manos en modo de rendición, se sentó en la cama y me miró mientras yo caminaba por la habitación, enojada.
Se desabrochó los botones de la camisa y se despeinó el cabello, abrió levemente las piernas. Se veía tal y como cuando me subía a horcajadas en él.
Intenté concentrarme, estábamos peleando.

—Me desprecias, ¿Sabes cuantas mujeres hay detrás de mí?.—rió.
—No tengo idea.—dije fastidiada.
—Muchas. Si quisiera podría acostarme con todas a la vez.—alardeó.

Reí.

—Brian, ni siquiera puedes con una.

Me miró con odio y empezó a perseguirme por toda la habitación, me tomó en sus brazos y me aventó en la cama subiéndose encima de mí.

—¿Quieres que te lo demuestre?.—dijo sonriendo.
—No.—lo miré, estaba aguantando las ganas de reír.

Se quitó y se sentó en la silla de su escritorio, suspiré. En realidad estaba esperando que lo hiciera.

—Te odio.—dije despacio.—Pero eres como un héroe, así que no podría odiarte tanto.—bufé.
—No podrías odiarme.—rió.
—No estés tan seguro.
—Soy esa clase de héroe que finge ser bueno pero a la vez es el mismo villano.
—Eso es lo que no me gusta—sonreí con tristeza.
—Es mejor que no digas nada, tú no eres precisamente una santa.—me sonrió.—Estabas disfrutando la manera en que golpeé a ese hijo de perra y no me niegues que también disfrutaste cuando le pegué a Katya.

Jugué con mis manos incómoda, me quedé mirando el techo mientras seguía acostada en la cama.
Brian me miraba desde su silla pero yo hacía un esfuerzo por no voltear.

—Dejas de disfrutarlo cuando a quien golpean es a ti.—le contesté.
—Entonces no me provoques a golpearte, ¿tan difícil es obedecer?.
—Es que ya no me pienso dejar.—me levanté y acaricié sus hombros en un masaje, él cerró sus ojos relajándose.—No sé que me pasaba pero cuando me golpeabas sentí que así debía de ser...pero no, debí dejarte desde la primera vez que lo hiciste. ¿Recuerdas?.
—Creo que no...—dijo pensando.
—Porque estaba hablando con Jonathan en la fune...—me interrumpió.
—Cállate, no quiero ni acordarme.—bufó.

Me cubrí con la sábana y sin pensarlo me quedé dormida.
Cuando volví a abrir los ojos, estaba a mi lado abrazándome. Acerqué mis labios a los suyos con cuidado y lo besé, no entendía porqué pero lo hacía. Sentí como continuó mi besó, mi corazón se aceleró asustado pero continué haciéndolo, yo pensaba que estaba dormido.
Me despertaba para vivir en mi propia mentira, me hacía creer a mí misma que Brian era inocente y todo lo que había pasado era una pesadilla, al menos eso quería pensar pero la verdad era muy distinta.
Yo tampoco era perfecta, tenía mis defectos como cualquier persona y dolía saber que a pesar de lo que él había hecho para mí era el ser humano más perfecto que pudiese existir.
Después de ese beso me aparté y me sujetó con una mano en la nuca y la otra en mi mejilla, su pulgar acariciaba mis labios y su mirada viajaba de mis ojos a ellos.

—¿Te gusto?.—preguntó casi inaudible.
—Me encantas.—respondí atontada por sus encantos.

Se mordió el labio evitando reír, al parecer le causaba gracia el efecto que causaba sobre mí.

—Algunas veces mientras te beso, me gusta dejar mis ojos abiertos sólo para mirarte.
—Eso fue lindo.—dije sonrojada.
—Aún no termino.—dijo riendo.
—¿Qué... —me interrumpió.
—¿Te casas conmigo?.

Mi corazón se iba a salir, pero no por la emoción... Sino porque Zacky abrió la puerta de golpe.

—No hagas una locura, Haner.—dijo Zachary enfurecido.

Me miraba con odio y... ¿estaba llorando?.

Novio Psicópata |Synyster Gates|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora