Cap 15.

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Silencio.

"La noche es más oscura cuando va a amanecer"...¿en serio?...Cami...sigo esperando y...aún no amanece.

Hace unos tres días, creo...no sé cuanto tiempo estuve sedada... Era de tarde, y aún no llegabas, te seguí enviando mensajes urgentes...pero no respondías, así que te llamé y milagrosamente contestaste, fue una vídeo llamada, no creo poder olvidarla... Tu te notabas apurada, montándote en un taxi, preguntaste por mi salud, pensado que esa era la urgencia, yo sólo te dije que vinieras rápido, que era urgente y fingí una cara de dolor, como cuando eramos niñas y así conseguíamos que mamá nos diera dulces... ¿lo recuerdas?, entonces en la vídeo llamada me dijiste que ya vendrías, que no me preocupara.

Seguimos hablando un poco y de repente de escuchó un sonido horriblemente fuerte y en la pantalla se vio cuando todo se estremeció...por algún motivo la cámara seguía encendida, cuando de pronto se detuvo todo y en ella se...se reflejaba tu cara, toda ensangrentada y herida...

Inmediatamente grité horrorizada, pegué un salto de la camilla y me desconecté todo de encima, no tenía cabeza para pensar algo que no fuese en ti... Me levanté y corrí hasta la puerta, la abrí y corrí, con todas las fuerzas que pude, pero no resistí mucho, mi estúpido corazón fallaba otra vez, el dolor invadió mi pecho y ahogaba mis pulmones, no podía respirar, pero más que eso... el dolor era de pensar que si algo te ocurría sería por mi culpa... Caí al suelo como una piedra, pero no me lastimé por completo, antes de caer unas manos me atraparon, yo arañé débilmente para que me dejara correr pero, no lo hizo, me volteé un momento antes de sucumbir por la falta de fuerza y vi a un muchacho... él era quien me sostenía... Luego la pesadez de mis ojos me venció.

Un tiempo después desperté en mi habitación... estaba sola... recordé lo ocurrido y como loca intenté salir otra vez, golpeaba la puerta...pero estaba cerrada desde afuera... y nadie venía... Tomé el diario en intenté relajarme escribiendo pero la rabia no me dejaba, arranqué las páginas y destruía todo a mi paso; llegaron unas mujeres, abrieron las puertas y me tomaron de las muñecas intentando calmarme, yo sólo lloraba y jadeaba tontamente cansada de mi inútil esfuerzo, me volvieron a inyectar y luego nada, oscuridad... Ahora estoy aquí, en silencio total...estoy sin ti.

Dear DiaryWhere stories live. Discover now