Amor Medieval

Scarlet

En la sala de armas donde Erza se pasaba la mayoría del tiempo un chico aguardaba con la esperanza de que Erza conocida como Titania lo aceptara como su nuevo aprendiz.

—Erza tienes un nuevo aprendiz, te espera en la sala de armas —anunció Makarov.

—¿Tan pronto? —preguntó Erza dirigiéndose hacia la sala de armas.

—Si, pero este ya sabe luchar —dijo Makarov acariciando su canosa barba.

—¿Y para qué necesita ser mi aprendiz? —preguntó Erza dejando de caminar.

—Sabe luchar, es bueno en el combate pero aún le falta práctica y estoy seguro que en el futuro ese chico podrá luchar a tu lado —dijo Makarov que parecía algo alterado.

—Espero señor que la lucha no sea necesaria y esta paz sea eterna.

Makarov negó con la cabeza.

—No estés tan segura, te lo contaré más tarde, ahora ve a atender a tu nuevo aprendiz te esperaré en mi despacho.

—Si señor. —Erza se dirigió a toda prisa a la sala de armas y en el fondo de la sala alguien admiraba todas sus armaduras.

—Erza Titania. —La voz de aquel chico sonó alta y clara.

—Así solían llamarme en la época de guerra, veo que sabes mi nombre, ¿Cómo te llamas?

Aquel chico de pelo azul se dio la vuelta para mirarla.

—Jellal Fernandes...¿Tu nombre no es Erza Titania? —preguntó aquel chico.

—No, como he dicho solían llamarme así en la época de guerra, mi nombre es Erza.

—Erza...

—Solo Erza —aclaró la guerrera.

—¿Y porque no Erza... Scarlet? —preguntó Jellal con una sonrisa.

—¿Scarlet? —preguntó confusa.

—Es por tu cabello... así nunca lo olvidaré.

Erza se quedó mirándolo sorprendida, y se percató que en su ojo derecho llevaba una marca tan roja como su cabello.

—¿Porque llevas esa marca? —preguntó Erza.

—Quizás algún día te lo cuente.

Erza sonrió ligeramente, se dirigió hacia un gran armario de roble y lo abrió.

—Voy a entregarte tu arma y una armadura, cuando seas un guerrero oficial tendrás otra mejor que esta.

La puerta de la sala se abrió y entró una de las ayudantes de Lucy, Juvia.

—A Juvia le han dicho que le asigne unos aposentos al señor Jellal.

Erza asintió y le entregó las cosas a Jellal.

—Gracias Juvia, Jellal mañana deberás despertar pronto y nos reuniremos en los establos a primera hora de la mañana, espero disfrutes de convivir con nosotros, no todos los aprendices tienen la suerte de poder vivir aquí.

—Será un honor para mi poder vivir aquí, Erza Scarlet gracias por aceptarme como tu aprendiz. —Erza sonrió al escuchar aquel nuevo nombre, después de esto Jellal se fue con Juvia y Erza fue a hablar con Makarov.

                              ***

—¡Estás seguro! —gritó Erza.

—Fue un hombre de confianza quien me lo dijo, uno de los más temidos guerreros de Lord Phantom está cerca.

—Ese desgraciado... hace mucho tiempo que la familia Heartfilia y los Phantom terminaron sus problemas. —Erza iba de un lado para otro en el despacho de Makarov.

—Quizás para ellos no, debemos estar atentos y avisar a nuestros hombres de que algo se avecina, y al parecer nada bueno —concluyó Makarov.

                             ***

—¡Natsu! ¿Dónde vamos? —preguntó aquella niña.

—Vamos a un lugar donde podamos jugar sin que nos descubran —dijo Natsu.

—Pero padre me dijo que no me alejara.

—No te preocupes Lucy, no está muy lejos.

Lucy y Natsu llegaron a una zona despejada de árboles y jugaron horas, pero un niño de pelo negro azabache apareció a lo lejos junto a una niña de hermosos cabellos rubios y grandes ojos verdes.

—Tened cuidado, él está cerca —dijo aquella niña de pelo rubio

—Mavis, no los asustes —dijo aquel niño de pelo negro azabache

—Zeref , no se asustarán, ellos lucharán para proteger lo que nosotros les dejamos, la familia.

Lucy despertó, su cuerpo temblaba no sabía quién eran aquellos dos niños que habían aparecido en su sueño, pero lo que la preocupó fue lo que la niña llamada Mavis había dicho: Tened cuidado, él está cerca.

Hasta aquí un capítulo más, espero que este comienzo os haya gustado y siempre que tengáis sugerencias o haya algo que no sea de vuestro agrado podéis decírmelo sin problema.

Besitos xx