Capítulo 26

3.3K 317 20
                                    


NATASHA (P.D.V)

-¿Cuándo vas a comenzar el juego? he invertido mucho dinero en esta corporación como para que ahora me falles.

- Mi querida Regina, no tienes de qué preocuparte. El juego comenzará pronto, únicamente estoy colocando a los jugadores en sus respectivos puestos –Sonreí mientras cruzaba las piernas y la miraba fijamente.

- ¿Colocando a los jugadores? Natasha, han pasado dos meses desde que me reuní con Nicole y Maikel para anunciarles el juego y, a día de hoy, no he visto que haya habido ningún movimiento por tu parte. Estoy buscando venganza y he invertido mi dinero en esta idea, así qué... dime, ¿debo recuperar mi dinero e invertirlo en otro lado?

Solté una ligera risa.

-Mi querida Regina, no hay necesidad de ello. Está todo perfectamente controlado, y, aunque tú no hayas visto los movimientos, créeme, he hecho varios ya.

Pobre niña, ¿realmente crees que necesito tu dinero para conseguir lo que quiero? –Pensé sin apartar la mirada de ella. Estaba tan sedienta de venganza que ni siquiera veía cómo estaba jugando con ella. De la misma forma que había jugado en su momento con su padre.

-Me gustaría saber cuáles han sido esos movimientos.

Su tono prepotente me hizo entrecerrar los ojos hacia ella. ¿Por qué tantas preguntas? ¿Por qué tanta insistencia?

-Regina, ¿por qué simplemente no te relajas y confías en mí? Estamos en el mismo bando, pequeña. Tus intereses son los míos –Dije mientras me levantaba y me dirigía a servirle una copa.

-Últimamente no creo que nuestros intereses sean los mismos, creo que tú tienes tus propios intereses y me usas a mí como un medio para conseguirlos. No te confundas, Natasha. Puedo tener dieciocho años y no tener un padre poderoso que esté aquí para ayudarme, pero ahora soy una rica heredera y puedo tener a quién quiera a mis pies. Creo que lo mejor será que trabajes por y para mí y dejes de lado tus estúpidos deseos. Los míos van primero, ¿no crees?

Apreté fuertemente la copa que había llenado para ella y la observé salir del despacho antes de reventar la copa contra la pared.

-Maldita niñata de mierda –Susurré.

¿Quién cojones se creía para tratarme así?

Sonreí ante el plan que se me había ocurrido de repente y me dirigí al teléfono que tenía encima del escritorio. Este comportamiento por su parte no quedaría impune. Nadie me hablaba así.

NIKKI (P.D.V)

-Ha pasado una puta semana, ¿Realmente he venido desde Estados Unidos hasta aquí, únicamente para ver como alimentas a una niña?

Kevin, después de no haber podido sacarme ningún tipo de información durante todo este tiempo, y ante la negativa de Philip ante sus deseos de torturarme, había terminado estallando.

-Mi hermana está muerta y esta estúpida tía sabe por qué. He confiado en ti para conseguir descubrir lo que pasó aquel maldito día, ¿y ahora me encuentro con que ni siquiera intentas sacarle información? La alimentas, le das todo lo que pide y ella, a cambio, no nos da absolutamente nada. No sé si te has olvidado, pero estás aquí por mi dinero, y ella está comiendo gracias a mi dinero. Así que dime, ¿piensas ser un buen policía de una puta vez o tengo que conseguirme a alguien más que si tenga lo que hay que tener para hacer a hablar a esta estúpida niña de dieciocho años?

- ¿Estúpida niña de dieciocho años? Kevin, creo que deberías bajarte de esa puta nube en la que estás y centrarte de nuevo en la vida. Si, tu hermana está muerta, ¿qué más quieres hacer? ¿Vas a culpar a todo el mundo que parezca extraño? ¡Despierta! ¡Tu hermana está muerta y no puedes hacer absolutamente nada, esta ida de olla que estás teniendo no la va a devolver a la vida! –Grité.

Los Romanov #2: TraiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora