Historia Paralela 1: Un abrazo como ningún otro

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Mirando al rededor, enfoqué mis sentidos, pero no pude sentir a nadie más que estuviera vivo en este infierno ardiente. Las orejas de un el'doraw son capaces de tomar cualquier tipo de sonido desde los más altos a los más bajos. Podemos escuchar mucho mejor que un humano normal, permitiéndonos ser los mejores cazadores en el bosque, aun así, dentro de este fiero infierno, sólo podía escuchar la gentil tonada de las brasas que se perdían en una danza de llamas. No había ni un sólo latido. No había esencia que mi nariz atrapara o alguna sombra que mis ojos vieran. Estaba sola ahí.

Después lo escuché hablarme de nuevo, me estremecí. Era un hombre, pero estaba muy cerca de mí.

¿Un mago? No... Si ni-siquiera yo puedo sentirlo, entonces, ¿quizá sea un Gran Mago? ¿Quizá un aventurero de rango Maestro o Emperador? ¿Es esto posible? Me dije a mi misma mientras miraba hacia donde venía la voz, pero aparte del sonido, no había nadie allí.

Y por sus palabras, la amenaza era clara. Asentí lentamente, quizá un poco tímida.

"¿No puedes hablar?" Me preguntó.

La voz hizo que un escalofrió bajara por mi espina. Yo era una asesina, eso estaba claro. Además, todos mis compañeros estaban muertos. Siendo la última, lo opción lógica era mantenerme para sacarme información, pero sin voz, no había manera de que le dijera ni un simple secreto. No quería que se repitiera lo de Halevale Fortress... El ser tocada por tantos hombres y ser obligada a hacer cosas horribles. Si no fuera porque ellos subestimaron mi fuerza mental y el que no tuviera la habilidad de procrear niños, no hubiera sido capaz de liberarme. Además, aún conservo un par de cicatrices de ese momento, de cuando intentaron torturarme dolorosamente.

"Tomaré tu silencio como un no." Me dijo con una voz calmada.

Miré hacia arriba, y mis ojos me traicionaron mostrando mis más profundos miedos. ¿Cómo podía evitar que me matara o me enviara como un juguete para sus hombres? Herida, maldecida, quemada, y probablemente sangrando, no tenía escapatoria. Las llamas me consumirían si él las dejaba.

¿Una muerte lenta pasando por violación y tortura... o ser quemada viva por las llamas en este bosque? Me pregunté mientras miraba a la tierra bajando mi daga.

¿Qué es lo que intentaba hacer con esa pequeña cuchilla? No podía luchar contra la persona que fácilmente destruyó enteramente la fuerza de asesinos enviados a matar a la cuarta princesa del Reino Teslov. Estaba sola... Mi destino estaba en sus manos, pero era uno que yo podía predecir.

El hombre me habló de nuevo, pero esta vez, era una oferta. Cuando lo escuché, no podía creer lo que oía. Él estaba perdonándome la vida, ¿pero a que costo?

¿Una esclava? Pero al menos seré libre... No, ¿me será permitido ser libre? ¿Puede el ser una esclava ser llamado libertad? Soy una asesina, la Muñeca Rota de Phantom's Rage. No lo puedo dejar engañarme... Si el mató a mis camaradas, de seguro sabe el por qué estábamos aquí ahora. Al ser capaz de interceptarnos de esa manera, ¡no hay otra explicación! Pero entonces... ¿esto significa que fui perdonada? ¿Por qué? ¿Y me está pidiendo que sea su esclava? ¿Qué significa esto? Ah, mi maldición... si no acepto ser su esclava, él me matará como lo hizo con los demás. Para tener una oportunidad de escapar... sí. ¡Sí! Debo aceptar convertirme en su esclava, entonces, cuando la oportunidad se presente, huiré de sus garras y volveré a Phantom's Rage. Si tengo suerte, llegaré ahí antes de que el tiempo se me acabe. Esto si mi cuerpo no sucumbe a los efectos de la maldición. Estoy muy malherida, me pregunto si... ¿Debo hacerlo? Pensé mucho acerca de eso, pero tenía que decidirme.

Escogí ser su esclava. Apretando la empuñadura de la daga y mirando hacia arriba en dirección a la voz, asentí. Estaba determinada a llevar acabo mi plan para sobrevivir. Era simple. Una vez que me convirtiera en su esclava, tomaría la primera oportunidad y huiría. Un día, no... incluso dos días estarían bien para encontrar dicho momento.

Reencarné como una Academia MágicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora