Capítulo 8: Mi pobre el'doraw

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Una cascada de agua caía sobre el bosque de fuego creado por mi gigante 'Bola de Fuego'. Tuberculus, un par de estudiantes, y algunos maestros trabajaban lado a lado mientras vaciaban sus pozos de energía mágica en un intento por salvar lo que quedaba del bosque.

Mientras ellos hacían eso, levanté lo que quedaba de los asesinos y los tiré en un hoyo que cavé usando el skill [Crear un Cuarto con <4> paredes]. Este era como de 4x4x10, significando que tuve que gastar unos 1600 Puntos de Energía Mágica por 160 metros cúbicos. Una vez que todos los cuerpos estaban ahí, disparé una 'Bola de Fuego' de 100 de energía mágica y destruí las paredes causando que colapsaran y que enterraran a los asesinos.

Después de eso, ayudé con el fuego controlando la cantidad de oxígeno en el área. Sin un combustible que quemar, el fuego se extinguió rápidamente. Los magos siguieron enviando su agua mágica sobre el área que anteriormente estaba en llamas, solo para estar completamente seguros de que los remanentes no fueran a iniciar otro incendio.

Terminamos en menos de una hora, y el área fue designada como peligrosa para algunos estudiantes. Los profesores les prohibieron entrar ahí sin un supervisor. Mientras tanto, miré al rededor del dormitorio y la escuela para ver si había algún daño en ellos. Hasta lo que puedo decir, no había siquiera una grieta en ellos.

Así que, me dirigí al cuarto donde mi cuerpo de cristal residía. Ahí, me encontré con una situación preocupantemente linda. Aunque pienso que estaba algo obscuro, aun así, podía verlo. Ahí, a la base de mi cristal, cierta aparentemente joven maestra estaba enroscada formando una bola con su camisa sobre sus caderas, justo lo suficiente para cubrir su pecho, pero mostrando completamente la tela que cubría su parte trasera. De su espalda, la larga cola negra con un listón atado en ella estaba sostenida por sus dos manos y chupaba la punta como un bebé lo haría con su pulgar.

"Unya~ Maestro~ ahí no... ¡Me hace cosquillas! ¡jiji!" Habló en sus sueños.

Casi tenía un sangrado de nariz por su ataque de lindura.

¿Qué estará soñando esta chica? Pero espera un segundo, a pesar del lío que se formó afuera, ¿ella no se despertó? Me pregunté mientras la miraba.

"Nanya~" La llamé con un susurro.

"Nanya-chan~" Llamé de nuevo.

"Si no te despiertas, si no te despiertas acariciaré tus pechos~"

"Unii~ Pofavor se gentil~" Me respondió en su sueño.

¿En serio? ¡Entonces no te enojes si lo hago! Dije con gozo, pero volviendo a la realidad, no soy un pervertido que atacaría a una chica inocente mientras duerme y más si está soñando con su amante.

Dejé salir un profundo suspiro y lancé Telekinezy para gentilmente poner su espalda en la cama y poner la sábana sobre ella. Ella se acurrucó como una gatita y no dijo otra palabra.

Nanya, ¡alégrate de que no soy Pervertido-kun! Me dije a mí mismo.

En ese momento, lo era... pero olvídense de ese título, y especialmente en como hice para adquirirlo.

Debería mirar a la asesina que capturé. Pensé, pero antes de que entrara a mi mente interna, me aseguré de mirar dos veces mi territorio y me di cuenta de que ya no había más asesinos. De entre los maestros, miré a Tuberculus yendo furioso a mi cuarto, sin duda esperando preguntarme por qué la mitad del campus se incendió mientras todos estaban dormidos.

"¡Hola, Tuberculus! Lindo clima el que tenemos, ¿eh?" Dije mientras me le acercaba.

Inmediatamente se detuvo y miró al rededor con sospecha.

Reencarné como una Academia MágicaWhere stories live. Discover now