10

952 56 1
                                    

Una llamada. Las luces azules. El coche de policía parado en mi puerta. Una carta.
<<Querida Ava:
Siento mucho que esto sucediera así, creeme que de verdad lo siento. Nunca prentendí que las cosas fueran de esta forma. No ha sido culpa tuya, Ava. Ni de nadie realmente. Quizás la culpa era mía, y por eso esto era lo mejor que podía hacer. No tenía más opciones. Era la rara, la marginada, la despreciada; mivida entera era una enorme mentira y no podía salir de ella. ¿Acaso te imaginas lo que es ser juzgada y obviada por ser diferente a los demás? Yo sí. No sé quién estableció que las chicas solo podían enamorarse de chicos, pero para la gente es así. Niall era solo una imagen. Bueno, realmente era una forma de autoengañarme ¿me gustan (o gustaban para cuando leas esto) los chicos? No, pero era de las cosas que más deseaba en este mundo. Pensé en ocultarlo y reprimirme, pero no solo yo me di cuenta de que estaba enamorada de mi compañera de trabajo, él y toda la oficina también. Estuve tres meses soportando comentarios homófobos, Ava. Consiguieron hacerme sentir que algo realmente estaba mal conmigo. Niall se puso realmente furioso, no conocía esa parte de él y llegué a tenerle miedo y él a mi, asco. Había ensuciado su ego delante de absolutamente todo el mundo. No es la primera vez que rompo todo lo que toco, Ava. Desde siempre. Es demasiado y no puedo soportarlo. Ahora mismo no estoy pensando en ellos, sino en mí. En todo lo que me han hecho. Creo que por primera vez en la vida han sido ellos quienes me han roto a mí. Y tengo miedo, porque no queda nada de lo que era. Estoy completamente en ruinas y no tiene solución. Me he perdido. Perdóname, hasta cuando decido irme para evitaros y evitarme problemas, os causo más. No es por tu culpa y no quiero que sientas que podrías haberlo evitado, o que tienes parte de la culpa. Esta es una decisión mía, y vale que papá decía que tomar una solución dolida es como tomarla borracha, pero sé lo  que estoy haciendo. No quería irme sin darte una explicación y sin recordarte que te quiero.
Amanda>>
Empezaba a saberme de memoria las oraciones con las que comenzaba su despedida. No me lo podía creer. Mi hermana se había ido. Se había ido para siempre. No la volvería  a ver; ni escucharía su voz; ni nada. Estaba muerta.
La policía había llegado hacía una hora. Mis hijos se habían asustado y con una mirada mandé a Joe a que los subiera. Me alisé el vestido y el flequillo frenéticamente y abrí. Se aseguraron tres veces de que realmente yo era Ava antes de contarme lo que había ocurrido y que lo sentía muchísimo. Mis dedos se tornaron blancos y creí que iba a perder el conocimiento. Me senté como pude para poder leer la carta con las manos temblorosas mientras el oficial intentaba apoyarme con su presencia. Me parecía cualquier cosa menos reconfortante. Nada me parecía reconfortante tras enterarme del suicidio de mi hermana. Del suicidio de mi hermana debido al acoso que sufría por ser lesbiana. A estas alturas, ¿cómo podía la gente seguir hiriendo sin conciencia?
Las horas pasaron y no me movía de la posición fetal que había adquirido en el sillón. Los niños estaban en casa de mi cuñado y Joe rondaba a mi alrededor preocupado, sin saber qué hacer o qué decir para ayudarme, pero dándome abrazos cada vez que comenzaba a temblarme el labio.
Mi hermana se había ido.

Si no te tengoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora