Judith tiene la mirada perdida. En realidad mira a Yannick.
Judith habla sola. En realidad habla con Yannick.
Judith no tiene amigos. En realidad Yannick es su mejor amigo.
Judith tiene una conexión con el mundo de los muertos. Yannick pertenece a é...
Los gritos por parte del padre de Judith, resuenan en la residencia Lewinsky, dejándoles en evidencia a sus vecinos y a sus propias hijas, que está teniendo una discusión con su esposa, una discusión que tenía nombre y apellido: Judith Lewinsky.
—¡No quiero vivir bajo el mismo techo que una persona que se comunica con los muertos! —Grita, totalmente cegado por el enojo —. ¡Ella está en medio de ambos mundos, uno de sus ojos está sobre el mundo de los vivos, mientras el otro está sobre el mundo de los muertos!
—¡¿Acaso haz perdido la cabeza?! ¡Lo que dices no tiene sentido, Erick! —Reprocha la mujer, también en gritos.
—¡Ambos la vimos! ¡La vimos elevarse por los aires! ¡¿En serio crees que un amigo imaginario puede alterar de esa manera la realidad?!
La discusión continúa, solamente que lo que está sucediendo en la habitación de Judith, es más relevante. Porque ella no está escuchando la discusión de su padre, debido a que ella está viendo lo que sucedió con Ryan, antes de morir. Las miradas de Yannick y Judith están unidas, permitiéndole a ella ver todo lo que él vio hace unas semanas, cuando Erick acabó, con sus propias manos, con la vida de su ex compañero de clases.
Las manos del hombre rodeaban el cuello de Ryan, ignorando por completo las plegarías que éste último articulaba, pidiendo misericordia, arrepintiéndose de corazón de todo lo malo que ha hecho en su vida, incluyendo lo que le hizo a Judith. Sin embargo, el mayor hizo oídos sordos a las palabras del adolescente, acabando, de una manera cruel, con la vida de un joven que cometió errores, como todo el mundo, y se estaba arrepintiendo de ellos.
Y, justo después de que la escena del homicidio de Ryan terminara de reproducirse en los recuerdos de Yannick, y a su vez, en los de Judith, la puerta del dormitorio de ésta última, es abierta de golpe, permitiendo ver el rostro apoderado del odio, de su padre.
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