Judith tiene la mirada perdida. En realidad mira a Yannick.
Judith habla sola. En realidad habla con Yannick.
Judith no tiene amigos. En realidad Yannick es su mejor amigo.
Judith tiene una conexión con el mundo de los muertos. Yannick pertenece a é...
Definitivamente ignorar a Yannick fue la mejor decisión que Judith pudo haber tomado. Normalmente, cuando él está presente, ella se distrae observando en su dirección, o hacia la nada, pensado desde el punto de vista de una persona común y corriente. Pero, ahora que él desapareció, el lado social de Judith salió a la luz.
—Entonces, ¿a ti también te gustan los comics de Marvel? —pregunta Ryan.
—Después de los de The Walking Dead, son mis favoritos —asegura la joven, con notable nerviosismo en su tono de voz.
Es la primera vez que la adolescente puede mantener una conversación con una persona, sin que al tercer comentario, ésta note que es Judith Lewinsky, y se burle de ella o simplemente se aleje. No es complicado reconocer a una chica como Judith; fue a tantas escuelas, que su nombre es conocido por todos los ciudadanos de Londres, mayormente bajo el apodo de "La Demente". Es un apodo para nada agradable, pero los niños pueden llegar a ser demasiado crueles cuando se lo proponen.
—¡Genial! La mayoría de las chicas aquí prefieren las novelas en lugar de los comics.
La emoción que siente Judith al mantener una conversación con un muchacho, le prohíbe ver el hecho de que éste trata de halagarla, rebajando a las demás chicas de su institución. Si hubiera notado aquello, definitivamente hubiese dejado de hablar con él de inmediato, porque no soporta a las personas que intentan ganarse la amistad de otra, refiriéndose al resto de la gente como "estúpidas". Sin embargo, no nota aquello.
Ojalá lo hubiese notado.
Conversan un poco más sobre temas al azar, hasta que otro chico toca el hombro de Ryan, susurrándole algo al oído.
—Está bien —responde, asintiendo. Observa a la muchacha de ojos amarillos —. Debo volver con mis amigos, ¿está bien? —informa, señalando a un grupo de chicos y chicas sentados en otra mesa de la cafetería.
Ryan se levanta de su asiento, y, para sorpresa de Judith y del chico que los acompaña, deposita un beso en la mejilla de ella, para, acto seguido, caminar junto a su amigo hacia su grupo. Por supuesto que el rostro de la chica se encuentra completamente colorado, mientras su mano soba el sector de su mejilla derecha que fue besado por Ryan.
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