CAPÍTULO SIETE

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Lucy estaba en la sala de su casa, sostenía entre sus manos una tibia taza de chocolate, su pijama azul de pantalón y camisa la abrigaba del frío, su cabello rubio y un tanto opaco era sujeto en una coleta, estaba viendo una película y Virgo le vigilaba.
-Princesa debería de taparse un poco más-le dijo la pelirosa acercando un paquete de pastillas-comienza a hacer frío y no queremos que empeore de nuevo.
-Estoy bien-murmuro Lucy tomando el chocolate, Virgo le paso una pastilla que ella tomó sin dudar-no entiendo para que tengo que seguir tomando esto.
Virgo le sonrió y fue de nuevo a la cocina, Lucy dejo la taza en la mesa y se acomodo en el sillón, la calidez de la casa le hacía tranquilizarse y no pensar en todo lo que estaba pasando, el lo que sucedería.
-Pronto seré internada en el hospital-susurro abrazandose a ella misma para transmitirse un poco de apoyo-despues de todo ya no soy capaz de cuidarme por mi misma.
Lucy oyó el timbre de la puerta, vio la hora 15:36 pm no se le ocurría quien podia ser, Levy debería de estar practicando al igual que Gray, Erza y Natsu, todos deberían de estar ocupados después de todo faltaba poco más de un mes para que terminará el curso.
-¡Lucy!-escucho que alguien grito su nombre en cuanto el ruido de la puerta anuncio que fue abierta, Lucy miro hacia la entrada viendo como su pelirosa amigo entraba casi corriendo hacia ella con una sonrisa-¡tengo algo muy importante que decirte!
Lucy sintió como los brazos del chico la rodearon transmitiendole calor.
-¿Que pasa?-pregunto ella tratando de soltarse un poco de su agarre ya que le quitaba en aire.
-Descubrí mi razón para tocar-dijo el soltandola mientras miraba los ojos de la chica que le miraban con alegría, el sonrió y la volvió a abrazar-lo descubrí después de tanto...
-¿Y que es?-pregunto Lucy correspondiendo el abrazo suavemente.
-Tu...-susurro el suavemente en el oído de la chica, Lucy sintió como las lagrimas se juntaban en sus ojos-tu eres mi razón para tocar, tu eres la que me inspira.
-Natsu...-susurro Lucy tratando de aguantar las lagrimas, cerro sus ojos con fuerza mientras le abrazaba, nada estaba saliendo como ella quería, empezando por qué ella quería a Natsu y ahora el a ella-eso esta mal. No podrás contar conmigo para siempre.
-Pero contaré contigo por mucho tiempo.
Lucy sintió como su corazón se rompía en miles de pedazos, ella deseaba con todo si corazón poder estar con el por mucho tiempo, poder ver como escalaba a la cima, deseaba poder decirle la verdad sobre ella, deseaba poder tocar juntos un poco más.
-No Natsu-susurro ella en medio de su propio dolor, por lo menos tenía que decirle que no podría contar con ella por mucho tiempo-no estaré contigo por mucho tiempo.
Natsu se separó de ella y la miro a los ojos dándose cuenta de la tristeza en ellos, de las ojeras bajos sus ojos y lo cansada que se veía, un cansancio que iba más allá de lo que había visto en ella, su cabello antes lleno de vida ahora se veía seco y sin brillo, tan solo su piel estaba más pálida de lo normal, se veía enferma.
-Tengo algo que decirte pero quiero que lo tomes con calma ¿de acuerdo?-le dijo Lucy tomando las mejillas de Natsu para que no dejará de verla a lo que el asintió-estoy enferma Natsu, no es una gripe, no es un resfriado, no es cansancio...es una enfermedad hereditaria, mi madre la tenía y ahora yo.
-¿Que es lo que quieres decir?-pregunto Natsu, su voz había sonado llorosa y sus ojos se llenaban de agua lentamente.
-Yo...-Lucy vaciló en lo que diría, no sabía cómo podría actuar el chico, pero no quería mentirle, no quería esconderle algo como eso por lo que dio un Hondo suspiro para calmarse y darse el valor para hablar-yo...moriré...pronto.
Un incómodo silencio se instaló en el lugar, Lucy miraba a Natsu a punto de llorar, le dolía tanto saber que no iba a poder estar con el, Natsu la veía tratando de procesar la información, como tratando de buscar la mentira a través de Lucy, como pidiendo en silencio que fuera una mala broma pero solo vio a la chica llorar frente a el, la señal de que ella no mentía, Natsu sintió como las lagrimas caían de sus ojos mostrando que sentía el mismo dolor que Lucy.
-Lo siento...-le susurro Lucy llorando dolorosamente-lo siento.
Natsu la abrazo contra el mientras se sentaba en el sillón, se aferró a ella con fuerza, oliendo el aroma del cabello de la rubia, aferrándose al calor de la chica, a la chica que el amaba y que perdería algún día.
-No te disculpes-le susurro Natsu contra el cabello, Lucy se recargo en su pecho dejando que todo saliera en aquellas cristalinas lagrimas-no es tu culpa.
Los dos lloraban en silencio, se abrazaban como si en ese preciso momento fueran a separarse, como si alguien fuera a llegar y los separará.
No sabían decir si habían sido solo unos minutos o unas horas pero no querían separarse, querían seguir sintiendo el calor del otro, querían saber que aun estaban juntos.
-Te quiero-susurro Natsu sin soltar a Lucy que conectaba a calmarse-te quiero-volvio a repetir aspirando si aroma-no te dejare sola, dejame estar a tu lado y apoyarte.
Lucy asintió con una suave sonrisa al oír lo que dijo Natsu, la calidez del chico sumada a sus rítmicos latidos del corazón de Natsu hacían que se sintiera tranquila y lograban que poco a poco se durmiera.
Natsu siguió abrazando a la rubia aun cuando estaba se habia dormido, sentirla entre sus brazos le hacia sentir mejor, le hacía sentir que ella siempre estaría a sí lado y que nunca le dejaría.
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Decidí que estaría a su lado...
.
"kimi ga kureta mono (lo que me diste", esa frase llego a la mente de Natsu, la canción que la rubia le había cantado, la canción que le había ayudado a darse cuenta de que lo que sentía.
Se acomodo en el sillón dejando que la rubia se recargaba en el para que siguiera durmiendo, sus ojos pronto se sintieron pesados, tal vez lo mejor sería que el también descansará, ya hablaría después con la rubia.

Mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora