Mi vida

CAPÍTULO SEIS

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  El tiempo siempre fue mi enemigo....
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  Las semanas pasaba lentamente, Natsu estaba preocupado por su amiga rubia ya que no la había visto desde hace algún tiempo, nadie sabía decirle en donde estaba, si estaba bien, había llegado a pensar que su enfermedad había empeorado y se habia quedado en casa para recuperarse.
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  Pero la verdad era otra...
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  Natsu soltó un suspiro mientras guardaba sus cosas para ir hacia la sala del piano, al llegar como en los últimos días ella no estaba, no había no una señal de que alguien hubiera estado ahí por lo menos ese día.
  Se sentó para tocar mientras esperaba que la rubia llegara en cualquier momento y le regalará una gran sonrisa, que le dijera que ya estaba bien, que solo había sido un resfriado pero ¿un resfriado te dejaba tanto tiempo en casa? El sabía que no, pero quería creerlo.
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  Ignoraba todas las señales por miedo...
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  La puerta se abrió dejando ver a Levy que se veía un poco triste, al ver a Natsu le miro con enojo y se acerco a el con furia.
-¡¿Porque no has ido a verla?!-pregunto la peliazul tomando a Natsu de la camisa.
-¿Ver a quien?-pregunto Natsu aunque sabía bien a lo que se refería.
-¿Eres o te haces...? ¡¿Eres tan estúpido como para decir que no sabes a quien me refiero cuando te encuentras en este lugar?!-Levy miraba a Natsu fijamente, sus ojos eran una mezcla de sentimientos; dolor, tristeza, enojo-tienes que ir a verla pronto Natsu, y sabes a quien me refiero, ella necesita de tu apoyo, necesita que su amigo este al lado, aunque es mejor que no le preguntes mucho ¿entiendes?
  Natsu asintió y Levy le soltó para salir del lugar, por primera vez desde hace mucho tiempo Natsu sintió un gran pesar en su corazón, la amiga de la rubia tenía razón, el sabía que algo andaba mal, podia sentirlo en su ser. Tomo todas sus cosas rápidamente y salió de la escuela a la casa de Lucy, sus manos de retorcian nerviosamente mientras se acercaba a la casa, su corazón latía con fuerza y su mente le daba mil vueltas a lo que se podría encontrar.
  Toco la puerta y minutos después le abrió una chica de cabello rosa que vestía de sirvienta, su mirada era fría y sus ojos le miraban como buscando algún desperfecto.
-¿Puedo ayudarlo en algo?-pregunto aquella extraña mujer.
-Me...me gustaría ver a Lucy-dijo Natsu nervioso causando que la mujer riera.
-Pasa, te llevare con ella.
  La mujer se hizo a un lado para que el pasara, la casa seguía estando como la primera vez que la vio aunque ahora podia sentir un aura de tristeza.
-Sigame-pidio la mujer guiandolo al segundo piso-debo suponer que usted es Natsu.
-Si, soy yo.
-La princesa estará feliz cuando le vea.
  La mujer se detuvo frente a una puerta y le sonrió señalando el interior para retirarse, Natsu asintió y entro sin hacer ruido, Lucy estaba acostada leyendo un libro sin percatarse de el.
-Buuu...-dijo Natsu al oido de Lucy haciendo que esta diese un pequeño grito y dejará caer el libro para luego ver a su "atacante".
-¡Casi me matas del susto!-grito molesta la rubia mientras lo fulminaba con la mirada-eres un tonto.
-Pero quieres a este tonto-dijo Natsu guiñando un ojos para verse coqueto.
-¿Quien dijo que te quería?-Lucy sonrió triunfal.
-Eso me ha dolido señorita pianista-dijo Natsu en pose dramática-yo esperaba tener por lo menos un lugar en su corazón.
-Ya ve que no señor pianista, a mi me gustan los hombres serios, como los abogados-dijo Lucy haciendo una mueca de desagrado.
  Los dos se miraron y rieron con alegría, Natsu levantó el libro y lo dejo en la mesa de noche qje estaba junto a Lucy.
-Ahora dime ¿Que tan serio fue lo de tu enfermedad como para no ir a la escuela estas semanas?-pregunto Natsu sentandose junto a Lucy.
-Solo fue un resfriado que empeoró por qué no me cuide-dijo Lucy evitando la mirada del pelirosa.
-Me mientes-susurro Natsu molesto-pero lo dejare así por hoy pero sabes que tarde o temprano me enterare.
-Lo se-dijo ella haciendo un puchero que le pareció lindo a Natsu-y ¿ya decidiste que canción tocarás? ¿Ya debes cual es tu motivo para tocar? ¿Has estado practicando?
-Tranquila, una pregunta a la vez-dijo Natsu sonriendo-primero, quiero tocar cancan, segundo, aun no lo se, y tercero, si he estado practicando.
-Me alegro-susurro Lucy sonriendo.
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  Ella siempre sonreía...
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-¿Cuando volverás a la escuela?
-Mañana, antes de que digas algo, ya estoy mejor, el doctor vino a visitarme esta mañana y me dio permiso de volver a mis actividades normales.
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  Como Lucy había dicho aunque día, había vuelto a la escuela al día siguiente, todo volvía a la normalidad, o casi todo, Natsu notaba que Lucy ya no tocaba el piano y había veces en que la veía muy cansada y hasta enferma pero ella decía que estaba bien y que solo era su imaginación.
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  Siempre tratando de no preocupar a los demás...
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  Día tras días, semana tras semana, mes tras mes y las faltas de Lucy a la escuela se hacían más regulares, Natsu siempre había procurado ir a verla cuando faltaba, le cuidaba y Virgo (la sirvienta-amiga de Lucy) siempre lo dejaba pasar con una sonrisa.
  Una vez más estaba en la sala del piano solo, Lucy le había avisado que no iría ya que iría a una revisión médica.
-Ya falta tan poco para el concurso-se susurro Natsu tocando el piano sin prestar atención-¿seré capaz de vencer a Heartfilia? ¿Cual es mi motivo para tocar?
  Natsu se concentró en su última pregunta mientras el rostro de la rubia llegaba a su mente, si sonrisa, su voz y su mirada eran...eran lo que le inspiraba.
  Puso atención a lo que tocaba, la canción que Lucy le había mostrado.
-Tienes que aceptarlo Natsu-se dijo Natsu-la quieres.
  Sus manos se detuvieron al decir aquellas simples palabras, su mente solo viajaba por los momentos que había pasado con la rubia, había encontrado en motivo perfecto para tocar, la razón por la que amaría de música desde ese momento hasta el fin de sus tiempos.
-Yo la amo-susurro levantándose son tomar sus cosas, tenía que decirle a Lucy lo que sentía.