Cadenas de piel - Loveless [Yaoi / Gay]

«Cap.14» 2° - Hermanos.

Pv. Ritsuka

No tengo mucho de conoser a Soubi, es más... Aquellos recuerdos que juré nunca olvidar, se van poco a poco.

Apartándome un poco de todo esto que está pasando, se me hace algo increíble pensar que mi propio hermano sea el culpable de todo lo que está pasando.

Seimei...

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Cuando yo nací Seimei me contaba que el siempre se encargó de mi, como si yo fuera su hijo. Desde niño siempre Seimei estaba a mi lado, protegiéndose y cuidandome de todo. Recuerdo que él estaba al pendiente de mi en cada cosa. Cuando yo quería jugar él estaba siempre a mi lado para imaginar conmigo.

Cuando tenía hambre el era quien me preparaba el almuerzo, cuidando que mi comida estuviera bien balanceada. Él estaba al pendiente de todo, mi ropa, mi cuarto, mi aseo.

Recuerdo que un día que me había manchado mucho por jugar con lodo, me metí a bañar. La tina estaba llena, decidí jugar con unos juguetes y hacer burbujas. No paso mucho cuando alguien llamó a la puerta, era Seimei. Su rostro era muy dulce, se incó y me dijo:

-Ritsuka ¿por que te has ensucido tanto?-

Él me tocó con cuidado la cabeza, poniendo una cara inocente, ese era el Seimei que yo conocía.

-Es...que jugué un poco con lodo, y unos niños se me unieron y jugamos guerritas de lodo-

Algo en su mirada cambió por un segundo. Más no le tomé importancia, su cara cambio a algo más serio.

-Bueno, ya es hora de que te bañes. Voy a sacar tus juguetes-

-Espera, no tengo mucho aquí... Quiero seguir jugando-

Insistí un poco ya que quería estar en el agua. Era la única manera en que mi cuerpo se relajaba.

-Muy bien...entonces entraré contigo-

-Espera...-

-¿Qué pasas? Después de todo somos hermanos. No pasa nada, así podremos jugar los dos.-

Después de un rato me pidió que me diera la vuelta y empezó a lavarmr el cabello. Para mi eso era normal, el siempre me cuidó ante todo.

Incluso recuerdo cuando mis padres empezaron a peliat mucho, Seimei estaba en la escuela y yo aún no. Mi madre se frustraba y yo era el que sufría las consecuencias de eso:

-Ritsuka ¿ella te golpeó?-

-No...fue un accidente Seimei-

-No intentes protegerla-

Seimei se enojaba cuando veía que mi madre me lastimaba, él me lava la cara y me ponía gasas y curitas.

-Escucha, no permitas que ella vuelva a lastimar tu rostro, si ella quiere volver a pegarte, huye...pero no te dejes volver a golpear-

Esas eran sus palabras, esas siempre fueron sus advertencias.

A medida que fui creciendo Seimei se convirtió en mi sombra, una sombra protectora.

-Ritsuka...no te quedes atrás-

-Seimei ¿adonde vamos?-

Era un noche, el cielo estaba despejado pero hacia mucho frio. Era algo rasro que Seimei y yo salieramos a esa hora, pero me gustaba, ya que así podía pasar más tiempo con él...

-Mira Ritsuka, una luciérnaga... ¿Por que no la sigues?-

Yo hice caso y empecé a seguirla. A medida que más la seguía entraba más entre los árboles y arbustos, hasta que llegé a un estrecho, tenía una vista muy hermosa del cielo.