Todo gracias a ti (Killua x Lectora)

Capitulo 1

Narra _____

Normalmente en biología había que hacer los trabajos individualmente, pero como la profesora habitual estaba de baja por maternidad, vino un profesor sustituto al que le gustaba hacer parejas de trabajo en clase.

-Bien chicos, mi nombre es Leorio, pero podéis llamarme Leorio-san o Leorio-sensei.- El profesor parecía orgulloso de llamarse a si mismo sensei, hasta que Killua le fastidió el momento.

-Leoreo, ¿cuánto tiempo tardará Menchi-san en volver a dar clases?- Killua sabia como molestar con solo decir unas pocas palabras, y esta no era la excepción.

-¡¡¡ES LEORIO!!!-

Todos nosotros nos reímos, estaba rojo como un tomate, parecía que habáa encolerizado.

-Bueno, cambiando de tema -mirando mal a Killua -Menchi me pidió que hicieseis un trabajo sobre la reproducción humana, ya que últimamente habíais estado hablando sobre ese tema los anteriores días. Pero, esta vez haréis los trabajos por parejas.-

La mayoría de las personas se pusieron a mirar hacia los lados buscando a sus mejores amigos para hacer pareja, yo me quedé sentada en mi sitio con los ojos entrecerrados.

-Nadie ha dicho que vosotros ibais a elegir a vuestros compañeros, eso lo decidiré yo.- Después de haber hablado Leorio, se escucharon un montón de maldiciones e insultos. -El número 1 de la lista irá con el número 11, el 2 con el 12 y así sucesivamente.-

Yo era el número 10 de la lista al apellidarme Miura. Y Killua el 20 al apellidarse Zoldick. Todos se sentaron al lado de sus compañeros, y yo no iba a hacer lo contrario, me senté a su lado, y me miró mal.

-¿Por qué te has sentado a mi lado? ¿Qué es que no hay otros sitios en los que sentarse?- Me habló con un tono despectivo, y yo no iba a hacer menos.

-No es culpa mía que te toque conmigo de pareja, así que deja de quejarte.- Algo que nunca he tenido a sido la paciencia y no soporto que la gente me hable mal por algo de lo que no tengo la culpa.

-Tsk- Miró para otro lado -No seas una carga.

Mientras nosotros discutíamos, Leorio nos miraba con ganas de reírse. -El trabajo se tendrá que entregar el lunes- Habló en voz alta.

-¿Hacemos el trabajo en tu casa o en mi casa?- Le pregunté a Killua.

-En tu casa, no quiero que vayas a la mía.- Puede que fuese muy guapo y muy inteligente, pero era un completo imbécil.

-Está bien, ¿qué día y a qué hora?- Volví a preguntar.

-Será mejor que lo hagamos esta tarde sobre las 5, que durante el fin de semana quiero salir con mis amigos.-

-Vale, deja que te anote mi dirección, tu apúntame tu número de teléfono.- El albino puso una mueca en su cara.

-¿Para qué quieres tu mi número?-

-Para que me puedas avisar si te pierdes- Volvió a poner otra mueca.

-¿Me estás llamando tonto?-

-No, pero a lo mejor no encuentras mi piso.-

Seguimos discutiendo hasta que sonó la alarma que indicaba que ya se habían acabado las clases por hoy.

Al llegar a casa saludé -Ya estoy de vuelta- Pero nadie respondió, como alguien hubiese respondido me hubiese dado algo. Me cambié y entré a la cocina a prepararme algo para comer. Por fin era Viernes y tenía ganas de descansar, pero como a las 5 venía Killua tenía que ordenar bastante.

Narra Killua.

Al llegar a casa pasé por delante de Kanaria, una de los aprendices de mayordomos que sirven a mi familia.