Señora mia...

Epilogo

Donnatella

Acaricio mi vientre y sonrió. Mi embarazo lleva ocho meses y nuestros bebes están apunto de venir. Descubrimos que eran gemelos en la segunda ecografía. Valentino estaba tan feliz que se puso a llorar emocionándome a mí también. Tenía miedo, un embarazo de gemelos a mis 40 podría ser complicado pero no lo fue. Más allá de los malestares normales me sentía maravillosa.

Valentino y yo nos casamos un mes después de que fui a buscarlo a Londres. Genaro y su madre recibieron una advertencia de Vitto. Nunca quiso decirme que les hizo pero una semana después los originales de las fotografías estaban en mis manos y ellos volvieron a Italia. No podrían importarme menos.

La nueva línea de belleza fue un éxito. Seguí trabajando hasta los 6 meses pero después necesite hacer reposo. Mis fieles amigas y Justina estaban conmigo casi todo el tiempo. Rafaela y Preston habían hecho una locura y se habían casado en Las Vegas hacia unos meses. Los padres de Preston pusieron el grito en el cielo de que su hijo de 32 se casara con una mujer de 46 años pero cuando conocieron a Rafaela la amaron como la amamos todos y eran muy felices. Ahora estaban haciendo trámites para adoptar dos niños del refugio cuyos padres fallecieron en un accidente. Rafaela primero estaba preocupada porque pensaba que Preston querría hijos propios pero él le dijo que el también era adoptado y que lo importante era el amor no la sangre.

Adriana y Logan seguían con su tormentosa pero divertida relación, se los veía muy enamorados y eran más lo que pasaban en la casa de Logan que separados pero a pesar de tanta tormenta había mucho amor entre ellos.

Valentino se había puesto provisoriamente a la cabeza de mi empresa. Siempre supe que el tenia talento y don de mando pero me sorprendió lo bien que manejaba todo y eso me dejaba tranquila, realmente quería dedicarle tiempo a mis bebes. Más adelante tendría tiempo de tomar mi puesto aunque en verdad ya no tenía muchas ganas. Era feliz. Muy feliz. Mi vida se sentía completa y no podía pedir nada más. Una noche soñé con Mario. Yo estaba en el balcón acariciando mi vientre recibiendo el viento cálido de la noche. Lo sentí, porque su perfume era inconfundible. El me abrazo desde atrás y acaricio mi vientre.

" es hermoso verte tan feliz amore mío... me dice... me alegro que Valentino allá encontrado el valor para enamorarte...

¿ tu lo enviaste?_ pregunto casi sin voz

_ dije que siempre te cuidaría y ya es hora de descansar amor mío... se feliz..._ me dice y me deja un beso en la mejilla. Entonces se va... y sé que se fue a descansar y la emoción embargo.

Después de ese sueño ya no sentí su presencia pero mis hijos y Valentino me hacían sentir completa. A mis 40 había comenzado de nuevo, a amar, a sentir y ser feliz. La vida me estaba tratando bien.

Valentino llega y me besa apasionadamente. Me pega a su cuerpo y me acaricia. Lo amo con toda mi Alma y entonces dice las palabras que me encienden....

_ te amo... señora mía..._