Girl- Boy (Banglo)

Cita de amigos

Hoy es un día hermoso, me siento alegre de que mi familia me quiera tanto y así yo también los quiero pero ese es otro asunto.

En estos días he estado recordando mi primer beso en la fiesta de la universidad de Gukkie... ese momento fue inolvidable, cada vez que lo recuerdo me sonrojo y mi imaginación empieza a volar sin mi permiso creando historias hermosas de amor que quisiera algún día se volvieran realidad, parezco una quinceañera enamorada al descubrirme dentro de esos pensamientos.

Gukkie y yo hemos estado hablando más en estos últimos días por medio de las redes sociales y he descubierto tanto de él que me es imposible no sentirme cada vez más enamorado.

Guk al igual que yo ama el rap y es una persona caritativa, amante de los niños, es todo un caballero respetuoso dueño de una sonrisa encantadora que mueve todo mi ser. Como lo sabía desde antes vive con Channie como resultado de su gran amistad, aunque debo admitir que me sorprendió saber que es hijo de una familia adinerada y que tiene un gemelo con el cual no se lleva, es algo curioso pero no prefiero adentrarme en el tema.

También me siento alegre porque hoy tendré una salida con Guk, algo así como una salida de amigos pero para mi corazón una cita, tanta adrenalina es la que recorre mi cuerpo que estoy saltando en la cama haciendo relajo como un niño pequeño.

En dos horas nos vamos a encontrar en el centro de la ciudad, no sé qué haremos pero eso no es lo importante, si no pasar tiempo con él y nadie más.

Me ducho y al salir tardo cerca de media hora en probarme la ropa adecuada, pero siento que nada me queda y todo mi armario esta revuelto de lo que saco y meto ¿Qué ponerme? Es la cuestión más grande y no sé a quién pedirle un concejo... Channie es bueno en estos temas, es una diva, pero me apena llamarle y peor aún me moriría de la vergüenza si se llega a enterar que para quien me quiero ver bien es Guk.

Tocan la puerta de mi cuarto y mi corazón brinca del susto, estoy demasiado sensible jaja, abro la puerta y mi madre aparece con una sonrisa radiante.

-hijo, deberías bajar a comer-

-ya voy mamá, espérame un momento-

-¿vas a salir?- me pregunta con interés

-sí, con un amigo-

-y... ¿es el amigo que te gusta?- me pregunta tanteando el terreno

- si mamá... - le contesto sonrojado

-que emoción me da saber eso, ¿Quieres que te ayude a elegir tu ropa?-

-claro, me ayudaría demasiado, no sé qué ponerme- le respondo alegre y un poco avergonzado

-entremos para ver qué es lo que podemos hacer- dice y le doy permiso, veo en sus ojos un deje de sorpresa al ver el desorden en el que está mi cuarto pero no importa si ella me puede ayudar con esto.

-veo que has tratado de buscar algo que te quede bien- me sonríe

-sí, un poco- susurro

-que no te importe, cuando salía a citas con tu padre yo era igual... me la pasaba horas tratando de elegir un atuendo que me quede- trató de consolarme

- ¿en serio? Pensaba que esto era raro –

-no hijo, te puedo asegurar que a todos les pasa-

-no sé si confortarme al saberlo pero me alegra el saber que no es tan raro- digo y nos empezamos a reír

-¡claro! Aún recuerdo la primera cita de tu tía... estaba tan nerviosa que salió con la ropa de dormir- comentó y los dos nos reíamos a carcajadas, mi tía tan fina y educada con ropa de dormir en la calle es algo que ni mis más locos pensamientos logran concebir