El que juega con fuego...

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Ángela.

Cuando el clavo sus colmillos en mi pecho sentí una corriente eléctrica por todo mi cuerpo, como si un rayo me hubiese atravesado.

-¡haaa!. Grite y sus manos se enterraron en mi cintura evitando que me desplomara hasta el suelo.

Abrí los ojos y sus ojos eran amarillos, no había mucha diferencia verlo normal y con colmillos, sus ojos desbordaban lujuria y mi cuerpo estaba reaccionando a esos impulsos, era mejor darle un alto a esto ahora, sentía que si llegaba más lejos terminaría mal.

Tomo uno de mis pezones en sus dientes y reaccione.

-detente, te lo suplico. Y me escucho.

-se que te gusta, ¿cual es el problema?. Me dijo mirándome a los ojos.

-soy una cobarde y simplemente me imagino que lo que quieres es jugar con migo. Le dije y el sonrió.

-eres como el fuego, para mi, si te lastimo estoy frito, no simplemente voy por ahí atacando a todo el que se me ponga en frente, me gustas, y te lo voy a demostrar. Dijo soltándome a lo que tubo que agarrarme de inmediato ya que mis piernas no tenían fuerzas, los vampiros no tenemos reacciones sentimentales asociadas con el cuerpo pero nuestro cerebro sigue procesando igual las emociones así que según nuestra mentalidad y instintos, mas potentes nuestras reacciones.

El sonrió y me ayudo hasta que ya estuve bien, me fui del bosque.

Estaba atontada tirada en mi cama ya las marca de los colmillos no estaban y solo en mi mente se repetían las palabras.

"Me gustas".

Mis amigas incluyendo a Alejandra entraron al cuarto y me tiraron un vestido a la cara.

-hoy puse fin a una preocupación, quiero celebrar, y vamos todas. Quizás no sea mala idea, quizás unos tragos harían que mis preocupaciones y miedos se fueran.

Entramos al local y me puse en la barra sin prestar atención a mas nada, después de 5 tragos seguidos de tequila no estaba borracha pero ya no sentía vergüenza.

Una pista llena de personas y una música demasiado fuerte como para escuchar mis ideas me llamaban, una vez que estuve en ella comencé a bailar sola, me movía como si no hubiese mañana a los pocos segundos estaba rodeada por mis amigas y Alejandra con Sebastian que se movían demasiado bien como para tener tan poco tiempo despierto.

Daniel.

La invitación no era de mi agrado pero haría cualquier cosa para calmar esas ganas de ir en búsqueda de esa chica y atarla a una columna para que no se me escapara otra vez.

Luego de 20 minutos en el local estaba a punto de irme cuando ella y sus amigas llegaron incluido la princesa y Sebastian decidí no detenerme por eso, si ella en realidad me importaba no la lastimaría, pero era muy pronto para actuar.

Vi como se dirigió a la barra y ordenar 5 tragos, se los tomo uno tras otro y me preocupe un poco.

Pero eso desaparecido cuando la vi en la pista cantando, bailando.

Un tipo se le iba a acercar y me adelante agarrándola por la cintura, ella se giro y sonrió.

-tu también eres uno mas de la celebración. Me preguntó muy suelta, intento besarme y la evadí.

-no me aprovechó de niñas, indefensas y borrachas. Le dije y ella agrando su sonrisa y me agarro por la barbilla.

-profesor hay algo mal con su teoría, no soy una niña, no soy indefensa, quizás torpe y no estoy borracha, solo es que la música no me deja escuchar mis pensamientos y los tragos ahogaron la vergüenza. Me dijo besándome, para mi eso era un pensamiento balido, así que le devolví el beso.

-si la Lástimas te partiré todos lo huesos, y si yo no puedo hacerlo lo mandare a él. Me dijo Alejandra señalando a Sebastian.

-estoy dispuesto a hundirme en este bote. Dije atrapando su labio en mis dientes.

La pegue aun mas a mi y baile como no lo hacia en años, luego de que quedamos satisfechos y me asegure que ella estaba tomada pero no borracha nos fuimos a mi departamento, cuando entramos no prestamos atención a nada ni siquiera encendí la luz nos caímos en la cama y le ayude a quitarse el vestido, nos fuimos desnudando según nuestros besos aumentaban de tono, yo la bese en el cuello y la desnude por completo, le di la vuelta y me fije en el tatuaje era un rosal, tenia espinas, rosas, y enredado en el una cadena con barios corazones, bese toda su espalda y introduje 2 dedos en su interior en esa posición.

Apretó su interior y la sensación me invadió, como las vampiresas no pueden quedar embarazadas y no tenia ganas de parar lo que estaba haciendo por ir en búsqueda de un preservativo, me introduje en ella.

Ella grito y fue el sonido mas majestuoso que había escuchado, salí de ella le di la vuelta y mire sus ojos, bese cada parte de su cuerpo y entre nuevamente en ella, para ese momento ese majestuoso grito se había convertido en una armoniosa canción.

Aumente el ritmo de las embestidas y termine en su interior.

Luego de eso tomamos un baño y nos dormimos hasta la mañana siguiente.

Ángela.

Si, en este momento ya mi vergüenza estaba de regreso y la música había cesado, cesado para dejarme escuchar mis pensamientos.

-hay no. Me lamente y me escondí en las sabanas.

-¿no me digas que si estabas borracha anoche?. Me dijo acomodándose a mi lado.

-no estaba borracha, pero hoy estoy mas sobria, y tengo vergüenza. Le dije, el me tomo por la cintura.

-¿entonces?, ¿crees que puedo ahogarla con jugo o café?, sangre también es una buena opción . Me dijo, yo me destape la cara y le Sonreí, volví a besarlo y mi vergüenza paso a segundo plano.

Hola, si.... Perdón voy tarde, pero espero que lo disfruten.

universidad de vampirosWhere stories live. Discover now