Viaje sin retorno

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Sonríe y se pierde en unos nuevos brazos. Otros labios y una sonrisa que no es la misma, y ni de lejos es tan bonita. Le dijo adiós. Y sonríe.


Qué tonta era por aquel entonces. Ese entonces en que creía querer. Querer huir realmente. Querer a ese chico de verdad. Querer fingir que todo iba bien. Simplemente creía querer. No, ella no quería creer, si no que creía querer. Querer estar sin él.

Estaba equivocada. Ahora la persigue en sueños, quiebra su tranquilidad a cada momento. Ahora ella es feliz, quiere de verdad, no sigue creyendo que quiere, lo siente, siente amar esos nuevos labios, lo sabe porque es lo mismo que sentía con él. Pero aún así ahí sigue, en una esquina demasiado brillante de su memoria, tanto que de vez en cuanto la ciega, la engaña.

El sigue ahí, en sueños y pesadillas, en su pensamiento a cada segundo, no se ha ido. Y sin embargo, no está. ¿Por qué hacerla sufrir de forma tan cruel? Ella le hizo daño a él. Hoy en día se preocupa por él. Intenta arreglar lo ocurrido pero el no responde a las llamadas. Pero esta ahí. Sabe que siente lo mismo, que el también se confunde con su recuerdo. Y no sabe si estar como están es la mejor manera de llevar su vida. Separados. Y sigue evocando su recuerdo, soñando con un buen reencuentro, quizá no amoroso, simplemente volver a hablar, a contarse todo, a confiar el uno en el otro. Y se daña, porque es feliz. Se daña porque ama a otra persona. Se daña porque no entiende qué pasa. Pero ríe, porque eso es lo único que puede hacer.  Eso y hablar en silencio con el. Verle pasar, y torcer la cara para no verle, pero rápidamente retornar a la posición inicial y seguir su camino con la mirada, robando su imagen como un ladrón profesional roba en un banco, rápidamente y con adrenalina. O llamarle para escuchar su voz y rápidamente colgar, simplemente poder oír su voz, aunque no la responda. Simplemente un "hola" mas. O un corto "¿sí?", aunque no baste.

Eso, todo eso y más, es lo que podría hacer si simplemente fueras un ex más. Si no te hubieses ido de mi lado. Todo fue culpa mía, si te hubiese hecho caso y hubiésemos llamado un taxi después de aquella fiesta en lugar de coger el coche... Si no hubiese dicho aquellas putas palabras, esas que resuenan a cada segundo en mi cabeza, "tranquilo, voy bien, puedo conducir hasta casa", si  no hubieses confiado en mi...

TODAVÍA
ESTARÍAS
VIVO
.

Así que no puedo decir mas, Carlos, no puedo decir mas que perdón, una y otra vez. No logro tocar un volante desde aquella noche. No logro olvidar como me sonreías antes del choque. Cómo acariciabas mi pelo. No logro escuchar aquella canción que tanto cantábamos juntos, la misma que sonaba a todo volumen mientras tu vida se iba mezclando con el silencio eterno. Pero he logrado volver a amar. No podrá ocupar ni de lejos tu lugar, no reemplazará tu sonrisa, su olor no es tan adictivo como el tuyo, ni su voz suena tan bonita cuando canta como lo sonaba la tuya. Pero he vuelto a amar. Aún así no puedo borrarte. Sigues ahí, al acecho y sin darme cuenta me sorprendo siempre esperando que entres por la puerta, de esa casa nueva donde ahora vivo, a las 8 de la tarde como hacías cada día, con tu ordenador colgado y esa ilusión que destellaba en vitalidad por todo tu cuerpo. Sigo haciendo comida para dos y eso que ahora vivo sola. Sigo poniendo tu batín en el baño y continúo guardando tu cucharilla favorita, esa con la que te tomabas siempre los cafés, esa que era distinta a todas las demás del cajón. Todo sigue igual que como lo dejaste, es una nueva casa, pero tú estás ahí. No sé qué decirte en la primera vez que me atrevo a hablarte, cariño mío. Me da miedo el saber que no me responderás.

Solo una cosa más: te echo de menos.

A Cada Sorbo De CaféWhere stories live. Discover now