Obsesionado||Kanato Sakamaki||©

C A P Í T U L O 2

(T/N)'s Point Of View

Me encontraba echada en la cama de mi secuestrador, encadenada de brazos y piernas.

Él había salio hace unos 5 minutos de su habitación. Uno de sus hermanos lo había llamado para que atendiera unos asuntos pendientes. Eso era lo único que alcancé a escuchar, antes de que desapareciera.

Suspiré, con pesadez. Habían pasado tres meses desde que él me había secuestrado y aprisionado en su mansión.

Tres malditos meses de sufrimiento, de maltratos físicos y psicológicos.

Tres meses de infinito dolor y... De un amor posesivo y enfermizo.

Como olvidar ese maldito día en el que la muy tonta de mi entro en ese bosque.

«Flashback»

Estaba en "mi" habitación,si así se le podía llamar ya que era compartida por otros niños, recostada en mi antigua y desgastada cama. Eran más o menos las cuatro de la tarde por lo que la mayoría de las personas del orfanato estaban en el comedor.

Aprovechaba esa oportunidad para estar en paz de las burlas y maltratos que los chicos del orfanato.

El cielo estaba nublado y de el caían suaves gotas de agua. Yo adoraba la lluvia, era símbolo de paz y armonía. Donde podías deleitarte con el suave sonido de las gotas chocando con la madera y como todo se volvía brillante con cada gota caída, al menos para mi era agradable.

Me incorpore de mi cama, dispuesta a salir al jardín del orfanato y disfrutar del clima más cerca. No me importaba que estuviese lloviendo y que mi ropa se mojara a causa de eso, era solo agua.

Pero, al momento en cuando estaba a punto de cruzar la puerta de "mi" habitación, alguien se puso en mi camino.

Carl, un chico con una carácter pésimo, y Stan, alguien que solía burlarse de todo el mundo. Ambos tenían los ojos de color dorado, pero sus cabelleras eran distintas -El de carl era negro y el de Stan era rubio-.

Ellos eran unos de los bravucones del orfanato. Ambos también me acosaban, de una manera... horrible y asquerosa.

Ellos... hacían cosas sucias conmigo, por lo que yo les tenia un profundo odio y temor.

-Oh, vaya.-Habló Carl de forma sarcástica.-Miren quien está aquí. La señorita masoquista.

Solo me limite a agachar la cabeza y mirar fijamente al piso de madera de "mi" habitación. Siempre lograban herirme con ese apodo, pero no tenia la voluntad necesaria para decirles que paren.

-¿A dónde planeabas ir, señorita masoquista?-Esta vez hablo su camarada, Stan, con el mismo tono que el anterior.

-Y-Yo... S-Solo iba a--No pude terminar de hablar, ya que sentí que me jalaban del cabello y me tiraban al suelo. Solté un leve grito al sentir el frió piso de madera tocar mi piel de forma brusca.

-¡No tartamudees! ¡Estúpida!-Gritó Carl de forma burlona y enojada a la vez. Y me gustaría no tartamudear, pero ante el miedo que me habían inculcado ellos, me era imposible.