CAPITULO 16

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EL FINAL

Sentí como si mi corazón se hubiera detenido.

Más que ira, la decepción comenzó a invadirme. No pronuncie una sola palabra, solo me levante y comencé a caminar hacia la salida Mawys me apunto con el arma y dijo.

-Adonde crees que vas Jaack.

-Solo quiero irme de aquí. Respondi

-Entréganos el mapa si quieres salir con vida.

- ¿Porque están haciendo esto? Qué sentido tiene. Que hay de Naju de la fortaleza, de todos los planes que tenían. Grite molesto por todo.

-Los planes siguen Jaack. La fortaleza necesitaba una reforma. La GooberNux paga mucho mejor. Además, Naju es demasiado sentimental, así como tú, nunca apoyaría que nos levantáramos y reveláramos con la GN para hacer partido por nuestra cuenta. Comento Guerrez.

-Y porque me trajeron hasta aquí para matarme, no hubiera sido más fácil deshacerse de mi en Acnuria. Respondi.

-Necesitábamos que nos trajeras aquí, la fuente de poder de la fortaleza funcionaba con un código que solo Naju conocía necesitábamos eso, y tu mapa: ah por cierto Naju te manda saludos.

Con esas últimas palabras la ira se apodero de mí, algo comenzó a recorrer por mi sangre algo que me hacía sentir diferente, comencé a gritar corriendo en dirección a ellos.

-Lo siento Jaack. Dijo Mawys mirándome y disparando su arma.

El disparo impacto mi hombro y me lanzo al piso. Sentí como los músculos se desgarraban en mi brazo. Luego intenté abrir los ojos y no vi más que sombras borrosas que ultrajaban mi uniforma. Sentí como sacaron el Cicrew del traje. Intente moverme, pero estaba paralizado por el dolor.

Empece a recordar parte de mi vida, todas las cosas que no había podido lograr se apoderaron de mi mente. Este es el fin pensé. Hasta aquí llegue. . . la habitación poco a poco se comenzó a desvanecer mis ojos se cerraban cada vez más. Resignado cerré mis ojos y. . .

Una explosión despertó mis sentidos. Intente moverme, pero aún estaba paralizado.

Otra explosión me movió hacia un lado, siguieron tres o cuatro explosiones más.

Las puertas se comenzaron a abrir, los Zealots acaban de llegar pensé, hubiera preferido morir antes que. . . no había termina de pensar cuando para mi sorpresa.

Iroan, Tahan, Jhuli y un equipo de encapuchados con armaduras como de plata entraron despedazando a cuál Zealots se atravesará. Tahan se encontraba con sus ojos color rojo y dos dagas resplandecientes en sus manos. Jhuli irradiaba un aura verde y sujetaba una gran arma con sus pequeñas manos. Iroan destrozaba todo a su paso, su velocidad y fuerza eran impresionantes, los encapuchados utilizaban turbantes que tapaban sus rostros solo se lograba ver parte de sus ojos; tenía en su hombro derecho un mismo símbolo pero de un color diferente cada uno.

-¡Bastardos van a morir!. Gritaba Tahan Con todas sus fuerzas.

Una sirena comenzó a sonar. Los militares nos superaban en número eran miles.

Iroan podía destrozar a casi cinco militares por segundo. Tahan atravesaba a tres o cuatro con cada movimiento los guerreros que tapaban sus rostros y Jhuli cubrían sus espaldas protegiéndolos con cada disparo.

Intente moverme, pero antes de poder hacerlo una voz gruesa y familiar apareció a mi lado.

-Tranquilo Jaack, tranquilo.

Era Naju. Lo reconocía, aunque mi vista no estaba del todo bien sabía que era el; alto, corpulento de ojos rasgados y una paz indescriptible reflejada en su sonrisa.

Me levanto. Y comenzó a correr hacia el pasillo acompañado de tres encapuchados, vi una sombra negra que aparecía y desaparecía.

-¡Son demasiados!. Grito.

Se trataba de Frank.

Deje de ver la batalla cuando entramos, a una habitación uno de los encapuchados y Naju entraron conmigo dos se quedaron afuera vigilando la puerta.

-Ha perdido mucha sangre. Una explosión lo hizo voltear mientras hablaba. - Si no intervenimos no podrá seguir. Dijo el encapuchado.

Su voz sonaba algo extraña.

-Te daré una carga de energía Jaack. La suficiente para mantenerte con vida y salir de aquí. Comento Naju con un tono suave y pasivo.

Yo aún no podía pronunciar ni una palabra. El encapuchado comenzó a quitarse la tela que tapaba su rostro.

-Sujétalo bien Quelrrá no sabemos que vaya a pasar.

Parece que ese era su nombre. Y entonces la vi, era hermosa de cabellera larga apenas una muchacha, creo que demasiado grande para su edad, labios gruesos, piel morena espalda fuerte y ojos color marron.

-¡Ah!. Un grito salió de mi boca, el encapuchado . . . en este caso la chica me había tomado del hombro lastimándome la herida.

-Calma Jaack. Solo será un segundo. Comento Naju luego de unir sus manos por unos instantes mirando fijamente el espacio entre ellas. Una luz azul comenzó a aparecer de la nada, y en menos de un segundo se encontraba afincándolo con gran fuerza en mi pecho.

-¡Ah!. Otro grito salió de mí, esta vez no era de dolor, Sentí una gran descarga en todo mi cuerpo. Mis ojos se cerraron por algunos segundos. Luego me levante respirando como si por una eternidad no lo hubiera hecho.

-Te sentirás con ganas de comerte al mundo. Pero solo por algunos minutos, necesitamos atenderte lo antes posible.

Sin decir una palabra tire la puerta con una mano. Me sentía indestructible la adrenalina casi hacia explotar mi cerebro.

-Comencé a correr y a gritar sin saber a donde iba. Solo quería destruir a los Zealots y sacar a mis amigos de ahí.

-Por aquí Jaack. Me gritaron los tres encapuchados y Naju.

Corrí rápidamente hacia ellos. Luego de un par de pasos salimos al centro de comandos del epicentro, una batalla magistral se estaba dando cita frente a nosotros. Miles de militares. Luchaban contra Iroan, Frank, Jhuli, Tahan y los encapuchados.

El humo, las cenizas, el olor a sangre, las chispas, cables, armas. Era una locura. Me sentía como un niño en un parque de diversiones.

Estaba locurando por la energía que estaba en mi cuerpo. Sin pensarlo. Comencé a gritar sin razón: lanzándome directo a la batalla. Todo pasaba en milésimas de segundos Naju y los encapuchados saltaron detrás de mí.

-Toma Jaack. Apareció Frank a mi lado. Entregándome dos armas del tamaño de la mitad de mi cuerpo.

Caí en el centro del epicentro, mis manos comenzaron a irradiar talem de color blanco. Podía sentir como las balas y láseres absorbían el poder, siendo capaces de traspasar cualquier cosa a la que le disparara. Mire a mi derecha; luego a mi izquierda era una batalla memorable. Los mejores guerreros de la galaxia, y una de las fuerzas más poderosas del universo reunidas en batalla con un solo objetivo destruir, al contrario.

Mire al cielo. Luego moví mi cuello para soltar presión y grite;

¡Que comience la Guerra!






el regreso de los heroesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora