Capítulo 6

213 21 0
                                    

La luz del sol me daba a la cara, eso quería decir que no había cerrado las cortinas y me había quedado dormido sin más, mirando una película.


Me desprece ésta vez tenía una sonrisa amplia por el sólo hecho de hoy. No podía creer simplemente había llegado el día y yo seguía planeando una conversacion coherente en mi cabeza de lo que le diría a Tom.


Él tal vez ni me recordaría ya que en ése tiempo mi cabello estaba corto.


Planeaba relajarme por más tiempo en mi cama.


De momento me preocupaba por Gus, pero temía sobre el hecho de que se enojara peor y me mandara al demonio.


Sin perder más tiempo, tomé la notebook, ambos éramos así, ninguno de nosotros se hablaría primero pero se trataba de mi amigo, y de no cualquiera.

"Gustav, Andy no significa nada para mí, joder háblame."



Rápidamente noté cómo aparecía un mensaje en la pantalla.



"Te odio Bill, dejame en paz"



Aquello leído me causó cierto escalofríos. Lo conocía demasiado bien y es que su actitud nunca cambió desde que supo que Andreas era mi mejor amigo.


"Te pasas más tiempo con Andreas que conmigo"


"Siempre estás con Andreas"


"Vete con Andreas"


Andreas ..Andreas y Andreas.
Suspire recordando aquellos momentos, nunca le había dado la espalda, ni siquiera era tan malo con él. La madre de Andreas y la mía se conocían desde hace tiempo y a él lo había conocido de esa manera. A Gustav lo conocí desde que concurría al colegio, simplemente fue extraño para mí su manera de ser. Siempre fue un chico algo serio y divertido a la vez, no sabía cuando hablaba en serio y cuando era verdad.


Ésta vez él estaba siendo algo egoísta.


Ésta vez me odiaba, él sabe que iría al bar por Andy aunque nada era lo que parecía.


Era tiempo de elegir.. Ir o no. Aunque era difícil ya que se trataba de ir para ver a Tom o ir a la casa de Gustav.


Joder, era difícil. Me lo pensé y comencé a escribirle a Gustav nuevamente.



"No quiero ir al bar ése".



Simplemente era típico en él que cuando ésas simples decisiones lo sacaban de su cabreo.



"¿Porqué no? ¿No querías ver a tu amiguito nuevo?"



Bufé y rodé los ojos. Gustav siendo Gustav, me dije para sí.



"Si a ti no te agrada, pues, a mí tampoco."

Después de aquellas líneas respiré profundamente, todas las esperanzas de ver a Tom eran nulas.


Todo ésto era cuestión de decidir, aunque fuera algo difícil.



"Lo dices nada más porque me pierdes"



Me quedé mirando la pantalla sin saber que responder. Me ha dejado sin palabras y es que era verdad tenía razón absolutamente en todo.



"¿Me perdonas?"



Mis palabras salieron de la manera más sincera posible de hecho había puesto a Tom por debajo de Gustav, éso era algo que hacía por él aunque no se daba cuenta de éso.



"Está bien, pero si te veo con Andy olvidate de que existo para ti."



Joder joder y joder!¿ Desde cuándo hablar con alguien está prohibido?


Bufé cerrando la computadora. No era el tipo de chico que se negaba a hablar con alguien, no me gustaba ignorar ni mucho menos hacer como que nada pasase.


Abrí nuevamente el aparato, dándole una respuesta al respecto.



"Lo prometo, Gus."



Rode los ojos y exhale aire, algo indignado.


Haría lo posible por ver a Tom, pero joder! ¿A quién le importaba si iba de todas formas, y sin Andy?


Me lo pensé.



"Andy, mamá me tiene castigado y no podré salir."


Envie el texto guardando el móvil en mis bolsillos, ésta era una oportunidad única.

Horas más tarde..



Aquí estaba con una capucha puesta y cerca de la puerta de entrada del sitio.


Eran simplemente la misma hora en que había visto a Tom entrar, ésto me ponía los nervios de punta.


Entré al sitio sin más, divisé una barra y algunas personas sentadas en algunas mesas donde bebían y hablaban seguramente de cosas que no eran importantes.


Joder..


Un escalofríos me recorrió el cuerpo al notar a alguien hablar.


"Con permiso, gracias"


mordí mi labio volteando a ver a la puerta de entrada, no, no era él, por desgracia.
Caminé cuidadosamente entre las mesas hasta una barra. Me senté en el asiento observando el ambiente.


No sólo eran personas de edad sino, algunos jóvenes.

"¿Qué te sirvo?"

Me había preguntado alguien que apareció detrás de la barra. Me negué, ya que no llevaba dinero conmigo.



"No, nada, gracias"

Hablé mirándolo dudoso.


Noté que al pasar los segundos no llegaba y me comence a preocupar.



"Hola"

Dijo una chica bastante joven como casi de mi edad mientras me miraba.



-Hola.- le dije con poco ánimo.


"¿cómo te llamas?"
preguntó con algo de interés



-Bill y tú?.-le dije sin mirarla.



-Jessi.- Habló ella mirándome con una sonrisa.



-¿Esperas a alguien?.- preguntó y no me quitaba sus ojos de encima.



-Sí ¿porqué la pregunta?.-


La miré. Y volteé la vista algo aburrido.



-Pues..¡yo invito! .-


Me dijo con entusiasmo aunque no entendía absolutamente nada de lo que decía.



Automáticamente habían dos vasos con líquido colorido en frente de mí y con sus respectivos sorbetes.


Ella se acercó y tomó el suyo.


"Bebe con calma" me dijo y bebió aquello con cuidado.


Suspire mirándola pero alguien estaba acercándose a nosotros.


"Buenas tardes"


Dijo con su voz suave mirando a todos los presentes.


Me lo quedé mirando sintiendo cómo algo extraño azotaba mi estómago. Mis ojos se aguaron por sólo verlo, de la sorpresa me quedé inmóvil. Me cohibi mordiendo mi labio inferior aún con nervios pero traté de ocultarlos.


Tomé del sorbete tímidamente mirando hacia el suelo. El líquido era suave, frutal y tenía algo de alcohol.



Love me, like we've never been hurtDonde viven las historias. Descúbrelo ahora